La represión de opositores a manos del gobierno de Fidel Castro obstaculiza el financiamiento de los aplaudidos programas de desarrollo humano en Cuba implementados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Unión Europea (UE), que analiza con suma atención sus vínculos políticos, culturales y empresariales con Cuba, está revisando su aporte a los programas internacionales de desarrollo económico y social de la isla.
Las señales procedentes de la UE en Bruselas no son muy buenas para Cuba, dijo este miércoles a IPS un diplomático del bloque.
La mayoría de los programas de la ONU —financiados en especial por Bélgica, Canadá, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Suecia y Suiza—, se refieren a población, alfabetización de adultos, educación en general y salud.
El gobierno de Italia ya anunció que no donará fondos para los programas de desarrollo humano de la ONU en Cuba entre 2003 y 2007.
Los programas vigentes, que involucran una fuerte alianza entre ciudades y regiones de Cuba con las del resto del mundo, cubren seis de las 14 provincias del país y benefician a 42 por ciento de los 11,2 millones de habitantes.
Esto debería ser una fase de transición, pero el resultado final es que cualquier reducción en los fondos perjudicará a los pobres, dijo a IPS un funcionario de la ONU vinculado con el programa.
Las amenazas de recorte de fondos se originaron por la represión de disidentes ordenada en las semanas pasadas por el régimen de Fidel Castro.
El mes pasado, más de 70 disidentes fueron condenados por conspiración a penas de hasta 28 años de prisión. Una semana después, tres cubanos fueron ejecutados por intentar huir del país secuestrando una embarcación.
Por otra parte, el gobierno cubano volvió a prohibir a un representante especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU visitar la isla para analizar la situación.
Como consecuencia de estas acciones, las relaciones políticas y económicas de Cuba con Europa están en tensión. El país ha sufrido en los últimos 42 años un rígido embargo económico impuesto por Estados Unidos, uno de sus vecinos más cercanos.
La tensión entre Cuba y la UE también responde a la decisión del gobierno de Castro de retirar formalmente el pedido de unirse al Acuerdo de Cotonou, por el cual el bloque brinda asistencia y tratamiento comercial preferencial a sus ex colonias en Africa, el Caribe y el Pacífico.
Mientras, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (Fnuap) se disponen a discutir el mes próximo sus actividades en Cuba.
El Fnuap aportó 4,5 millones de dólares a Cuba entre 1997 y 2003, mientras el PNUD entregó al país 37,9 millones en el mismo periodo.
En un informe de siete páginas divulgado la semana pasada, el Fnuap recuerda que Cuba afronta desde 1990 una grave situación económica a causa de la ruptura del vínculo comercial con sus antiguos socios de Europa oriental, del embargo estadounidense y de la exclusión del país de los mercados internacionales.
Aun así, Cuba alcanzó un avanzado estado de transición demográfica, con un crecimiento de población de 0,23 por ciento anual, uno de los más bajos de la región.
La mayoría de la asistencia internacional en materia de población para Cuba procedieron de Bélgica, Gran Bretaña y Holanda.
Por otra parte, el PNUD sextuplicó sus actividades en cuatro años, según el director de comunicaciones de la agenica en La Habana, Alberto D. Pérez.
Los programas del PNUD en materia ambiental, de energía, desarrollo local, seguridad alimentaria y promoción de género dieron excelentes resultados, agregó.
A pesar del embargo, Cuba se ubica en el puesto 55 de la lista de 173 países ordenados por el PNUD según su desarrollo humano, un índice que incluye educación y salud. Pérez sostuvo que Cuba posee la población más sana, mejor educada y más cultivada en lo cultural del hemisferio occidental. (