Cuba retiró otra vez la solicitud de adhesión al Acuerdo de Cotonou para la cooperación entre la Unión Europea y el Grupo de Países de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), acentuando las fisuras de su frente externo.
La postura cubana refleja las tensiones que marcan hoy sus vínculos con la Unión Europea (UE), fuerte crítica de las severas penas aplicadas en abril por el régimen socialista de esta isla caribeña a más de 70 disidentes y la posterior ejecución de tres secuestradores de una lancha con todo su pasaje a bordo.
De este modo el gobierno de Fidel Castro reacciona a la decisión tomada el 30 de abril por la Comisión Europea, el órgano ejecutivo del bloque, de aplazar de forma indefinida la evaluación de la petición cubana, que originalmente debía ser presentada en junio al Consejo de Ministros de la UE.
En la práctica, dicha decisión había dejado en un limbo la solicitud de Cuba y pretendía ejercer presión sobre nuestro país, estableciendo condicionamientos inaceptables y adoptando una posición injerencista en los asuntos internos de Cuba, consideró este lunes la cancillería de este país.
A nuestro país no se le puede chantajear ni presionar, había dicho en abril el canciller Felipe Pérez Roque, para luego aclarar que se había pedido el acceso al Acuerdo de Cotonou a solicitud de los países caribeños del Grupo ACP y no pensando en la ayuda ni en el dinero europeo.
Ahora no existen condiciones para mantener la solicitud, apuntó la cancillería cubana en un comunicado divulgado este lunes, en el cual acusa a la UE de incapacidad para formular una política propia hacia este país.
La Habana había presentado en enero su nuevo pedido de adhesión al convenio, por el cual la UE prevé transferir 13.500 millones de euros (unos 15.600 millones de dólares) desde 2003 hasta 2008 a sus 77 ex colonias que integran el Grupo ACP.
Cuba es miembro de ACP y observador de las negociaciones iniciadas en septiembre pasado para llegar a acuerdos de liberalización comercial que sustituyan progresivamente los fondos de cooperación que la UE destina a los países más pobres del mundo.
El gobierno de Castro había retirado en abril de 2000 una solicitud de incorporación a ese Acuerdo de Cotonou, firmado ese año en la meridional ciudad de Benín de la cual tomó el nombre y por medio del que la UE otorga preferencias comerciales, financieras y asistenciales a todo el Grupo de ACP, excepto Cuba.
Las relaciones (cubano-europeas) se encuentran en su punto más bajo y hasta podrían empeorar, advirtió a IPS un experto de Cuba en asuntos europeos que prefirió no ser identificado.
Al respecto, pronosticó que el segundo semestre será difícil tal como están las cosas. En ese periodo, Grecia será sustituida en la presidencia de la UE por Italia, partidaria de una política aún más dura La Habana.
Además, la UE se propone renovar al término del primer semestre de este año su llamada posición común sobre Cuba para exigirle una transición democrática como paso previo al acuerdo de cooperación.
Esas evaluaciones irritan especialmente a Cuba y la UE había anunciado en diciembre que extendería su plazo de seis meses a un año, pero ante las detenciones y ejecuciones de abril optó por continuarlos semestralmente.
El retiro del pedido cubano de ingreso al Acuerdo de Cotonou era previsible desde comienzos de abril, cuando el canciller Pérez Roque afirmó que su país ya había desistido de incorporarse una vez y si tuviera que hacerlo otra vez, lo haría, añadió el especialista en asuntos de la UE.
Expertos también entienden que La Habana pudo optar por una respuesta menos drástica y evitar un segundo portazo a las posibilidades del Acuerdo de Cotonou.
Hubiera sido preferible mantener el aplazamiento también de parte de acá, en vez de retirar una solicitud que de todas maneras tiene el respaldo del Grupo ACP, indicó una de esas fuentes.
La declaración de este lunes de la cancillería reseñó que una primera solicitud, hecha por La Habana en 2000, también se frustró ante la intención de varios países de la UE de establecer requisitos adicionales y discriminatorios para Cuba.
El gobierno cubano aclaró, además, que desea relaciones cada vez más amplias con el bloque europeo, con el cual comparte profundos lazos históricos y culturales y de donde recibe casi un millón de turistas anualmente.
Pero esos vínculos tienen que basarse en el respeto mutuo, en la no injerencia en los asuntos internos y en el reconocimiento al derecho de cada parte a escoger libremente su sistema económico y social, sus instituciones y sus leyes, alertó la cancillería.
El comercio con países de la UE suman casi 1.900 millones de dólares por año y a la cabeza de este intercambio está España, cuyo gobierno de José María Aznar enjuicia severamente a La Habana.
Uno de los académicos consultados por IPS prevé que las naciones del Grupo ACP podrían sentirse frustradas por la decisión cubana de desistir por segunda ocasión de su intento de adherir a Cotonou.
Sin embargo, desechó posibles cambios en la posición de Cuba en el seno de ACP, donde su presencia ya está legalizada. Esto y su calidad de observador en las negociaciones indican que la puerta sigue entreabierta, estimó.
También opinaron que el Acuerdo de Cotonou constituye la alternativa de mayores perspectivas para institucionalizar las relaciones entre el bloque europeo y el gobierno de Castro.