Los saqueos, los festejos y los focos de resistencia contra las fuerzas estadounidenses continuaban este viernes en la capital de Iraq, mientras la inseguridad general obligaba a la mayoría de los bagdadíes a quedarse en casa.
Si alguna vez hubo una ciudad de contradicciones, esa es Bagdad en la actualidad. La alegría está en todas partes, pero también el infierno.
El descontrol es general, mientras las multitudes saquean un edificio público tras otro, en lo que parece ser una mezcla de codicia con enojo contra el régimen de Saddam Hussein.
También fueron objeto de robo viviendas particulares, edificios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y hasta hospitales y locales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
La gente parece atraída a los palacios de Saddam Hussein y sus hijos por una especie de fascinación mezclada con ira. El saqueo de los edificios y las casas de ministros y demás autoridades hace pensar en una revolución popular.
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”Nunca soñé que viviríamos para ver un día como éste”, dijo un maestro, mientras oíamos tiroteos y observábamos personas que se llevaban mesas, colchones, ventiladores, piezas de vajilla y mucho más en automóviles y camiones, vehículos que posiblemente también fueran producto de saqueos.
Hasta hace unos días, el maestro no se cansaba de condenar lo que calificaba de agresión de Estados Unidos. Pero ahora parece opinar lo contrario. ”Estos problemas van a pasar”, comentó mirando a los saqueadores. ”Pero al menos somos un pueblo libre”.
Pero esa libertad no es evidente en toda la capital. Hay zonas de Bagdad que siguen oponiendo resistencia a la invasión estadounidense, y los tiroteos y los combates se oyen por doquier.
Tras la extensa batalla librada el jueves en Adhamiyah, un barrio sunita de alto poder adquisitivo, la tensión continuaba este viernes en las mezquitas del lugar.
El imán de la mezquita central llamó varias veces antes del inicio de la guerra, a veces con un rifle en mano, a combatir a las fuerzas de Estados Unidos. Muchos parecen apoyarlo.
Bagdad es ahora una ciudad donde todo vale. Este viernes, comenzaron a circular rumores de violaciones en algunas zonas.
Mucha gente permanece en su casa ante la absoluta ausencia de policías o de vigilancia por parte de los militares. Los habitantes de Adhamiyah formaron sus propios grupos de defensa contra los saqueos.
Uno de estos grupos de autodefensa habría herido a varias personas al disparar contra saqueadores en la calle Sadoon, uno de los principales centros de compras en Bagdad.
”Esto es una bomba lista para estallar”, expresó un hombre de uno de los grupos en Adhamiya. ”Los saqueadores vienen de las zonas chiítas y saquean los comercios sunitas”.
Muchos piensan que Bagdad corre el peligro de una guerra civil de características religiosas entre la mayoría chiíta y la minoría sunita.
La situación se tornaría más explosiva si se comprueban casos de violaciones contra mujeres. Los rumores por sí solos ya exaltaron los ánimos.
Unidades militares de Estados Unidos tomaron posiciones en algunas calles del centro de Bagdad en la mañana del viernes, sobre todo en torno de los puentes a ambos lados del río Tigris.
