Medios de comunicación árabes y occidentales están enfrascados en una guerra informativa similar a las acusaciones cruzadas que intercambian las fuerzas estadounidenses e iraquíes en el frente de batalla.
Las diferencias salieron a la luz con las explosiones que mataron a decenas de civiles en mercados de Bagdad. Los medios árabes atribuyeron las muertes a misiles estadounidenses, y los de Estados Unidos a la artillería iraquí.
No obstante, Estados Unidos no reconoció ni rechazó oficialmente su responsabilidad en las muertes.
Las diferencias también son de percepción. Los medios árabes se refieren a los bandos en conflicto como las fuerzas lideradas por Estados Unidos, o fieles al gobierno o quienes se resisten a la invasión estadounidense-británica. En contraste, Washington proyecta una imagen de sus soldados como libertadores.
El Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos acusa a los medios de comunicación árabes de distorsionar los hechos y presentar reportajes incendiarios. El secretario de Estado Colin Powell llegó a decir que el canal de televisión satelital qatarí Al Jazeera carecía de objetividad.
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Criticada por difundir imágenes inquietantes, Al Jazeera contestó que no censuraría los horrores de la guerra.
El público tiene derecho a ver todos los aspectos de la batalla. Nosotros no representamos a un bando ni a una ideología específica. Hacemos nuestro trabajo lo más profesionalmente posible, respondió Al Jazeera.
Al Jazeera no recibe tratamiento especial del gobierno iraquí, como lo indica la suspensión sin explicación oficial de dos corresponsales de la emisora por parte de las autoridades.
Washington y Londres pretenden cambiar la percepción que árabes y musulmanes tienen de su alianza, y para eso el gobierno británico inició una campaña para contrarrestar la cobertura negativa de los medios árabes.
Un ministro de gobierno británico dedicará una hora diaria para entrevistarse con representantes de los medios árabes. Es importante que escuchen lo que estamos diciendo, por oposición a lo que les dicen los medios de comunicación, indicó Londres.
La prensa y la televisión árabes niegan que estén manipulando a la opinión pública. Confiamos en la capacidad y los mensajes que los periodistas árabes pueden transmitir acerca del padecimiento de los iraquíes, manifestó la directora del Club de la Prensa de Dubai, Mona al Marri.
La tarea de los periodistas es destacar la frustración de los árabes, señaló.
Parte de las acusaciones y contraacusaciones pueden atribuirse a los reveses que las fuerzas invasoras de Estados Unidos y Gran Bretaña sufrieron inicialmente.
Hace poco estuve en Londres y, según el mensaje oficial, la guerra sería rápida, las fuerzas de la coalición serían recibidas por los iraquíes con flores y los soldados de Saddam (Hussein) se rendirían. Pero eso no ha sucedido, comentó el periodista independiente Richard Dean, radicado en Dubai.
La estudiante universitaria Mazrat Abdalla, de Dubai, defendió a los medios árabes. Yo los prefiero. No sólo me siento más cómoda con el idioma, sino que creo que los diarios y canales árabes son más objetivos, afirmó.
Los canales satelitales árabes han evolucionado desde la guerra del Golfo en 1991, cuando la cobertura estaba dominada por el canal para abonados CNN, de Estados Unidos. Ahora, junto a Al Jazeera, también se destacan dos canales de Emiratos Arabes Unidos, Abu Dhabi y Al Arabiya.
Todos sabemos que Estados Unidos ganará la guerra, dada la superioridad de sus fuerzas. Lo que interesa de esta guerra es saber cuántos civiles morirán para que Estados Unidos cumpla su objetivo. Como ningún canal occidental nos brinda un panorama preciso, dependemos de los medios árabes, agregó Abdalla.
No creo que los medios occidentales brinden una perspectiva árabe. Sólo emiten propaganda, como si siempre tuvieran razón y nosotros siempre estuviéramos equivocados. Esto va contra la supuesta libertad, democracia y justicia de Estados Unidos, opinó.
Los árabes que viven en Occidente también siguen la guerra a través de los medios árabes. La audiencia de Al Jazeera creció 10 por ciento desde el comienzo de la guerra el 20 de marzo, de la cual más de la mitad reside en Europa.
La popularidad de Al Jazeera no se limita al mundo árabe, ya que su sitio en Internet en inglés, http://english.aljazeera.net, fue saboteado dos veces en la primera semana de la guerra. Al ingresar a la página aparecía una bandera de Estados Unidos con las palabras Apoyen a nuestros soldados.
La mayoría de los canales estadounidenses utilizan imágenes de los canales árabes, pero sólo pasan los bombardeos nocturnos. Por el contrario, el mundo árabe ve imágenes de cuerpos mutilados y ensangrentados, entre ellos de soldados estadounidenses, que el público occidental rara vez ve.
Algunos diarios estadounidenses se percataron de la brecha, que ayuda a agravar las diferencias sobre el conflicto, según The Boston Globe.
Al sugerir que la cobertura tiende a reflejar la ideología, Rami G. Khouri escribió en el diario libanés Daily Star que la prensa árabe, como la opinión pública árabe en general, se opone mayoritariamente al ataque y no duda en expresarlo. Pero la prensa no es ni monolítica ni uniformemente antiestadounidense.
Destacados diarios de todo el mundo árabe incluyen las perspectivas estadounidense e iraquí, e incluso muestran a las fuerzas de Estados Unidos como agresores y humanitarios al mismo tiempo, agregó.
Como están las cosas, la guerra de los medios de comunicación continuará hasta la posguerra. Los ministros de información árabes lanzarán una campaña por 23 millones de dólares para denunciar acusaciones de terrorismo en Occidente contra el área.
Mientras, Estados Unidos se prepara para lanzar un canal de televisión en árabe en Medio Oriente para defender su imagen. Al Jazeera también se propone lanzar un canal en inglés que compita con las cadenas estadounidenses y brinde otra perspectiva.
Hasta entonces, como escribió Abdel Bari Atwan, editor del diario londinense Al Quds Al Arabi, Bagdad está en llamas y los árabes pasan de un canal a otro buscando las imágenes más terribles, ésas que mejor expresen el crimen de George W. Bush.