Estados Unidos apela a diversos medios de presión para impedir que la guerra en Iraq sea objeto de debate en la Asamblea General de la ONU, principal organismo político del foro, con representación de los 191 países miembros.
La presión ha sido tan intensa que hasta ahora ningún país tomó la iniciativa de convocar formalmente una sesión de emergencia, pese a que muchos han dialogado sobre esta posibilidad, dijo a IPS el portavoz de la presidencia de la Asamblea General, Richard Sydenham.
Nuestros gobiernos están sometidos a una fuerte presión de funcionarios de Estados Unidos enviados a nuestras capitales con la misión de abortar cualquier propuesta de discutir la crisis iraquí en la Asamblea, dijo este jueves a IPS un diplomático de Asia meridional acreditado en el foro mundial.
En una carta a varios gobiernos, Estados Unidos indicó que, mientras el Consejo de Seguridad —que reúne a apenas 15 países— no tome decisiones sobre la guerra en curso en Iraq, la Asamblea General no tiene potestades para referirse al asunto y deberá abstenerse de debatirlo.
La presión incluyó, en algunos casos, amenazas implícitas de variada naturaleza.
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Les urgimos oponerse a tal sesión (de la Asamblea General) y pronunciarse en contra o abstenerse en caso de que haya una votación al respecto, reza la carta.
La misiva advierte que una sesión de la Asamblea General también podría reforzar a Iraq en su creencia de que ha dividido a la comunidad internacional y de que no está obligado a cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad, agrega.
Finalmente, estamos preocupados de que una sesión tan divisionista ocasione daños adicionales a la ONU, de que la instancia no sea de ninguna ayuda y que se la perciba como una medida dirigida contra Estados Unidos, según Washington
La presión estadounidense se concentra en los 116 integrantes del Movimiento de Países No Alineados (Noal), el principal agrupamiento político de la ONU. Pero la troika del Noal —Cuba, Malasia y Sudáfrica— emitió la semana pasada una declaración opuesta a la guerra.
El primer ministro de Malasia y presidente del Noal, Mohathir Mohammad, exigió el lunes a Estados Unidos y sus aliados detener su agresión y retirar de inmediato sus tropas de Iraq.
Estados Unidos también presiona a los países integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que se encuentra reunida en Ginebra, que votaron este jueves contra la convocatoria de una sesión especial para deliberar sobre el conflicto en Iraq.
La iniciativa fue copatrocinada por Argelia, Burkina Faso, Libia, Malasia, República Democrática de Congo, Rusia, Siria, Sudán y Zimbabwe, pero fue rechazada por 18 votos a favor y 25 en contra, con siete abstenciones.
Una coalición de organizaciones no gubernamentales urgió en enero a los países de la ONU a convocar una sesión de emergencia de la Asamblea General para resolver la crisis en Iraq. También varios países árabes opuestos a la guerra negocian con otras naciones para realizar la sesión.
