IRAQ: China reafirma su oposición a la guerra

La preocupación por la hegemonía de Estados Unidos y su impacto futuro en las relaciones internacionales llevó a China a expresar con más claridad su oposición a la guerra contra Iraq en los últimos días.

La ansiedad por políticas ”neoimperialistas” estadounidenses que puedan amenazar a China es patente en los medios de prensa controlados por el Estado, como también en pronunciamientos del presidente Jiang Zemin y el canciller Tang Jiaxuan.

Desde el inicio de la campaña de Estados Unidos contra Iraq, China se opuso a cualquier acción militar, en especial a una no aprobada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero no aclaró si usará su poder de veto en el Consejo de Seguridad para bloquear una autorización de la invasión, por temor a dañar sus vínculos comerciales con Washington.

Pero ahora que Estados Unidos, secundado por Gran Bretaña y España, promueve una resolución que propondría dar a Bagdad un ultimátum para demostrar a la ONU antes del día 17 su voluntad plena de desarme, altos funcionarios de Beijing dejaron claro que no quieren la guerra bajo ninguna circunstancia.

El fin de semana, el presidente Jiang dijo al primer ministro británico Tony Blair en una conversación telefónica que la fuerza militar no resolverá los problemas mundiales.

”La guerra no es ventaja para nadie. Cualquiera sea el costo, debemos tomarnos todo el tiempo que sea necesario, porque está en el interés de todos”, dijo Jiang, que en pocos días entregará la presidencia al nuevo jefe del gobernante Partido Comunista, Hu Jintao.

Columnas publicadas en los últimos días en varios diarios muestran que Beijing está más preocupado por la ”postura unilateral y obstinadamente belicista” de Washington que por la propia guerra contra Iraq.

Wang Yizhou, del Instituto de Investigación sobre Economía y Política Mundiales, de la Academia China de Ciencias, advirtió sobre ”el creciente ruido de la máquina de guerra de la superpotencia”, que se dispone a dominar al mundo atacando países y gobiernos ”que obstaculizan las ambiciones de Washington”.

”Así como la antigua Yugoslavia era considerada un obstáculo para la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) hacia el este…, el Iraq de Saddam Hussein es una espina para Estados Unidos en su intento por controlar” la región del Golfo, señaló Wang en el Diario del Pueblo en línea.

Wang describió a Estados Unidos como una superpotencia única y arrogante, ”que podría usar su poder absoluto para alterar el status quo internacional”.

Advertencias similares lanzó este lunes el China Daily en una columna de Hu Xuan, quien advirtió que ”una postura unilateral de Estados Unidos significaría la anarquía mundial debido a la desaparición del imperio de la ley internacional”.

China, aferrada a una política exterior no intervencionista, es especialmente recelosa de la política de ”ataques preventivos” del presidente estadounidense George W. Bush, sin provocación directa.

Para hacer aprobar el últimatum que promueve, Estados Unidos precisa el voto de al menos nueve miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y que ninguno de sus miembros permanentes (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) lo vete.

Por ahora, el máximo órgano ejecutivo de la ONU está dividido en tres grupos. El primero está constituido por los promotores de la resolución, Estados Unidos, Gran Bretaña y España, respaldados por Bulgaria.

Un segundo grupo está encabezado por el ”eje antibélico” de Francia, Rusia y Alemania, e incluye también a China y Siria. Este grupo sostiene que las inspecciones de desarme están progresando y deberían continuar sin ningún tipo de plazos.

El tercer grupo es el de las naciones indecisas, que son la mayoría de los miembros no permanentes del Consejo. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe