La intención brasileña de asociarse a China y otros países para crear un sistema propio de televisión digital es parte de un incipiente movimiento de no alineación tecnológica en el mundo en desarrollo.
Argentina, Chile e India ya manifestaron interés en unirse al esfuerzo colectivo y lograr una televisión digital adecuada a sus realidades, según el Ministerio de Comunicaciones de Brasil.
La sustitución en curso de la televisión analógica, desarrollada hace unos 50 años, por la digital equivale al salto tecnológico de los discos de vinilo a los compactos, y permite trasmitir más cantidad y variedad de datos, sin distorsiones típicas de los sistemas tradicionales.
Pero la nueva tecnología no tendrá un estándar mundial, sino varios regionales, al igual que la televisión analógica y las grabaciones audiovisuales en discos de vídeo digitalizado, más conocidos por sus siglas DVD.
Brasil había postergado desde 2001 la opción por uno de los tres sistemas en operación, y el nuevo gobierno, presidido por Luiz Inácio Lula da Silva desde el 1 de enero, agregó la alternativa de un sistema propio por iniciativa del ministro de Comunicaciones, Miro Teixeira, quien asegura que el país está en condiciones tecnológicas de desarrollarlo.
Sólo Brasil, Argentina y China, que ya iniciaron un diálogo sobre el tema, suman un mercado que asegura la viabilidad económica del proyecto, según el ministro.
La idea no es crear un estándar totalmente nuevo, con componentes de imagen y sonido exclusivos, sino agregar elementos adecuados a los intereses nacionales, incluso industriales, y a las condiciones de países con gran cantidad de pobres, que sólo pueden adquirir televisores baratos.
Otro objetivo es evitar o reducir el pago de derechos de patente, que podrían sumar 20 dólares por televisor si se adopta uno de los sistemas ya desarrollados por Estados Unidos, Europa y Japón, explicó el ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Amaral.
También se trata de desarrollar un sistema que aproveche la gran infraestructura de transmisión por antenas que tienen China y los países latinoamericanos, y eso favorece la cooperación, observó el secretario de Política Tecnológica, Francelino Grando.
Las señales de televisión digital se pueden transmitir por aire o por cable, como la de los sistemas analógicos.
No hay prisa, porque ”la introducción de la TV digital es muy lenta”, y ha alcanzado en los últimos cinco años sólo cinco por ciento de los domicilios de Estados Unidos y Europa, señaló a IPS Ethevaldo Siqueira, experto en tecnología de la información.
El pasaje de un sistema a otro exige comprar un televisor nuevo, o un dispositivo de conversión, que ”traduce” las señales digitales para receptores analógicos.
En Brasil, con una población más pobre que la estadounidense y la europea, la transición será aun más lenta, y lo más importante ahora es desarrollar y producir conversores para que los viejos televisores puedan captar señales de cualquiera de los tres sistemas que han comenzado a usarse, afirmó Siqueira.
De todos modos, es un buen camino la asociación con China, que decidió tener su propio sistema y puede hacerlo porque cuenta com un inmenso mercado interno, opinó.
Brasil no tiene mercado propio suficiente para un vuelo individual en esa área, y podría lograr un acuerdo para que su industria exporte a América Latina y Africa, añadió el especialista.
La alianza entre grandes países en desarrollo, para reducir su dependencia tecnológica de las potencias industrializadas, ha avanzado principalmente entre Brasil y China, que ya construyeron juntos el primer Satélite Chino-Brasileño de Recursos Terrestres (CBERS-1, por sus siglas en inglés), lanzado en 1999.
El segundo de esos satélites será puesto en órbita en agosto o septiembre de este año, y el acuerdo de ambos países, firmado en 1988, prevé construir dos más, para asegurar autonomía a Brasilia y Beijing en la supervisión de áreas agrícolas, bosques, recursos hídricos, fenómenos ambientales y procesos de expansión urbana.
Brasil impulsa ese tipo de proyectos de cooperación junto con muchos otros países de desarrollo similar, entre ellos India, Corea del Sur, Rusia y Ucrania, dijo a IPS Guilherme Patriota, asesor sobre cooperación internacional del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Es prometedor el acercamiento en el terreno de la industria farmacológica con India, ya que ese país y Brasil son productores de medicamentos genéricos, y defienden posiciones comunes en las negociaciones multilaterales sobre esos fármacos, destacó.
Los medicamentos genéricos, identificados por el nombre de su principio activo, son más baratos que sus equivalente con marca registrada, y las trasnacionales del medicamento sostienen que producirlos es un acto de piratería en su perjuicio.
La decisión india de añadir alcohol a la gasolina en proporción de cinco por ciento, para reducir la contaminación del aire, abrió otro frente de negocios entre los dos países.
La empresa brasileña Dedini, que es la mayor productora de equipos para la industria azucarera del país, firmó el mes pasado un contrato para la venta de su tecnología de construcción de destilerías de alcohol al grupo Uttam, de India, que prevé construir 30 en los próximos dos años.
Brasil usa combustible de automóviles elaborado con alcohol desde los años 70, y espera conquistar un amplio mercado con la exportación de ese combustible y de su tecnología, cuando entre en vigencia el Protocolo de Kyoto, que exige la reducción de la emisión de gases que recalientan el planeta.
La biotecnología es otra área en que Brasil busca asociarse con países de desarrollo ”mediano”, que tienen objetivos y realidades similares, como agricultura tropical, problemas de salud pública y costos de la dependencia tecnológica, pero el acuerdo en este terreno con India ha permitido escasos avances prácticos, admitió Patriota.
En actividades aeroespaciales, se busca cooperación con Argentina, Rusia y Ucrania, además de la acordada con China. En esa área, Brasil ofrece su base de Alcántara para lanzamiento de cohetes y satélites, casi sobre la línea ecuatorial, que es la ubicación geográfica más ventajosa en la materia.
Una asociación de países en desarrollo para crear un sistema de televisión digital sería ”emblemática” de ese avance en la cooperación tecnológica horizontal, concluyó Patriota.