El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sería derrotado por amplio margen en cualquier votación o consulta popular, según encuestas realizadas por empresas privadas.
Las consultas efectuadas en 64 ciudades y áreas rurales muestran de manera consistente desde fines de 2001 que, en una relación cercana a 70-30, el electorado votará contra Chávez, aseguró este miércoles a corresponsales de la prensa extranjera el director de la firma Datanálisis, Luis León.
En un posible referendo revocatorio del mandato presidencial, que la Constitución habilita a partir de agosto, 64 por ciento de los electores votarían contra Chávez y apenas 34 por ciento en su favor, dijo León.
Por su parte, Saúl Cabrera, de la empresa Consultores 21, aseguró que en cualquier elección, Chávez se va. Es lo que usted puede decir de un grave enfermo de cáncer: se va a morir dentro de un mes, seis meses o un año, pero se va a morir, indicó.
Ambas empresas consultoras señalaron haber anunciado con mucha aproximación los resultados de las elecciones en Venezuela en los últimos años.
Aseguran, además, que se mantienen neutrales en el conflicto político pues, si se volcaran a favor de la oposición, pondrían en juego su prestigio, con la consecuente pérdida de credibilidad de sus estudios de mercadotecnia, que representan 80 por ciento de sus ingresos.
El gobierno de Chávez y la oposición buscan, con escasos resultados hasta ahora, una solución pacífica a la crisis política en la Mesa de Negociación, instalada por iniciativa del secretario general de la Organización de Estado Americanos, César Gaviria,
En ese marco, la Coordinadora Democrática, que reúne a partidos de oposición y organizaciones civiles, propuso reformar la Constitución para acortar el mandato de seis años de Chávez, que finaliza en 2006, y realizar elecciones presidenciales lo más pronto posible.
En cambio, el gobierno señala que la oposición se atenga a la letra de la ley fundamental y proponga la realización del referendo revocatorio una vez que en agosto se cumpla la mitad del periodo presidencial de Chávez. La oposición continúa con la recolección de firmas para respaldar sus posiciones.
Pero, cualquiera sea la fórmula, la oposición siempre gana con más de 60 por ciento de los votos, incluso en el caso de que se haga una nueva elección general y Chávez compita frente a varios candidatos opositores, dijo León, al examinar los resultados de las últimas encuestas.
León explicó que funcionará como desde hace 30 años en Venezuela la teoría del segundo y la gente apostará a quien pueda vencer al mandatario.
La idea de que Chávez puede imponerse sobre una Coordinadora Democrática dividida en varias candidaturas no es correcta, porque la opinión de la población está tan cristalizada que, de manera natural, drenará sus votos hacia el mejor ubicado para derrotar a Chávez, puntualizó.
El experto agregó que otro mito es el de la división de opiniones por clases sociales, con los humildes (ubicados como D) en favor del presidente y la clase media y alta (identificados por E) en contra.
El rechazo a Chávez en nuestras mediciones es de 65 por ciento de los encuestados en la clase 'D' y de 58 por ciento en el estrato 'E'.
Datanálisis se basa en encuestas de hogares en 5.000 manzanas (bloques) de viviendas en centros urbanos, de donde toma 80 u 85 por ciento de su muestra, en tanto Consultores 21 trabaja sobre todo por teléfono, teniendo en cuenta que aún los estratos de menores ingresos cuentan con telefonía móvil.
El rechazo o aceptación de Chávez se produce en todos los estratos sociales. En Caracas, la gran mayoría de la clase media está contra el mandatario, pero en la provincia (interior del país) mejora su aceptación entre esos sectores, estimó Cabrera.
Las mediciones de Consultores 21 sobre popularidad (aceptación versus rechazo) de Chávez antes de la huelga iniciada el 2 de diciembre y hasta el día 57 del conflicto, que finalizó el lunes, cabalgan todas en una relación de 40 a 60.
Cuando le preguntamos a la gente de ese 40 por ciento que simpatiza con el mandatario si efectivamente votará por él, la respuesta siempre es de 30 a 33 por ciento en su favor, dijo el experto.
Cabrera añadió que los dos meses del llamado por la oposición paro cívico, para presionar por el alejamiento de Chávez del gobierno, mantuvieron esos números, porque se han conformado dos bloques absolutamente cristalizados.
Esa situación se comprueba pese a que casi al finalizar la huelga 44 por ciento de los consultados lo consideró un éxito, 40 por ciento un fracaso y 16 por ciento no supo como evaluar el resultado.
Las culpas por la huelga y los sufrimientos que acarreó a la población fueron adjudicados a Chávez por 49 por ciento de los encuestados, mientras 21 por ciento se los atribuyó a la oposición y 25 por ciento a ambos bandos, según la muestra entre 500 personas realizada por Consultores 21.
En cuanto al tiempo que permanecerá Chávez en el gobierno, Consultores 21 reveló que 20 por ciento de los preguntados confía en que llegará a 2006, 40 por ciento cree que saldrá con el referendo revocatorio y 38 por ciento antes de ese posible referendo.
Cabrera y León coincidieron en que sus encuestas retratan escenarios electorales posibles para el país a partir de la Mesa de Negociación, juzgaron improbable un relevo del gobierno a través de medidas parlamentarias o judiciales.
Sin embargo, no descartan una salida radical, que puede derivar de un agravamiento de la violencia callejera que lleve a una intervención militar para zanjar el conflicto, incluso de oficiales chavistas.
Los analistas de las dos firmas encuestadoras también señalaron que esa salida radical puede provenir de una sublevación instigada por el propio Chávez, para tratar de recomponer las piezas en juego.
Cabrera llamó la atención sobre el componente socioeconómico de la crisis que afronta Venezuela. Como nunca antes, 90 por ciento de los consultados creen que la situación este año será peor que el anterior y sólo ocho por ciento apuesta a que será buena o regular.
Pónganse en los zapatos de Chávez, quien no tiene un pelo de tonto, propuso León a los periodistas. ¿Para qué va a animar elecciones si sabe que las va a perder? Si no tuviera miedo de perder una elección ya la hubiera hecho, como hizo tantas (siete en dos años) cuando tenía la mayoría en el bolsillo. (
