La actividad económica de Venezuela sigue parcialmente suspendida a la espera de que el gobierno comience la asignación de divisas a importadores y consumidores, según el anunciado sistema de control de cambios.
El mercado negro de cambios ha comenzado a florecer al impulso de quienes necesitan dólares con urgencia, a cotizaciones que fluctúan entre 2.100 y 2.500 bolívares (la moneda nacional) por unidad, 23 días después de haberse decretado el feriado cambiario.
El presidente Hugo Chávez confirmó el jueves de la semana pasada la aplicación del cambio fijo, con la cotización de cada dólar a 1.596 bolívares para la compra y 1.600 bolívares para la venta por un mes, pero sin ordenar la apertura del mercado.
El control de cambios se impuso tras ocho semanas de la huelga general convocada el 2 de diciembre por los gerentes de la firma estatal Petróleos de Venezuela, los principales empresarios y sindicalistas contra el gobierno, que hizo descender de 13.000 a 11.000 millones de dólares las reservas internacionales del país.
La paralización de las exportaciones petroleras privó al Estado de sus principales ingresos – – el sector aporta cuatro de cada cinco dólares que ingresan al fisco – – y del flujo de divisas necesarios para importar bienes y otras transacciones locales, que sumaron en 2002 un promedio mensual de 1.170 millones de dólares.
El presidente de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), Edgar Hernández, señaló que la semana próxima estarán listas las normas de adquisición de divisas para viajes al exterior, envío de dinero a estudiantes residentes fuera del país y para el pago de la deuda privada y remesas de dividendos.
Pero portavoces del Banco Central admitieron a IPS la posibilidad de "que el nuevo sistema no esté listo hasta 60 días después de su anuncio", que llegan hasta la tercera semana de marzo.
Todavía falta completar la elaboración de reglamentos, la asignación de cupos y la impresión de los formularios para solicitar divisas a través de la banca privada, explicaron.
A su vez, Domingo Maza, uno de los directores del Banco Central, confirmó que el nuevo sistema cambiario "no estará listo antes de finalizar este mes".
Mientras, el gobierno dispuso que la Cadivi, creada al efecto por acuerdo entre el gobierno y el Banco Central, atienda sólo las solicitudes de las empresas que estén al día con los pagos de impuestos, a la seguridad social y con otros aportes obligatorios al Estado.
Además, Chávez declaró que "no habrá ni un dólar para los golpistas", como califica a los empresarios que lideraron la huelga desde la asociación Fedecámaras, en conjunto con la Confederación de Trabajadores de Venezuela y la Coordinadora Democrática, que reúne a partidos y grupos de la sociedad civil.
Por otra parte, la dirección de Cadivi dijo que probablemente contará con un presupuesto mensual de unos 450 millones de dólares al mes, menos de la mitad de la demanda habitual de divisas.
Ese recorte y la demora en la implementación del nuevo sistema cambiario fueron las principales causas del aumento de la cotización del dólar en el mercado paralelo.
La medida de control de cambios "estrangula la actividad productiva, pues 40 por ciento de la economía venezolana depende de las importaciones", entiende el economista independiente Leonardo Buniak.
"Sin materia prima, puede presentarse un fuerte desabastecimiento en las próximas semanas", advirtió el experto.
Por su parte, el economista opositor Gustavo García, del privado Instituto de Estudios de Administración, afín a la oposición, sostuvo que la medida "es una revancha política del gobierno" por la huelga de dos meses, que sólo logrará impulsar un mercado paralelo.
"Es cuestión de tiempo para que el dólar llegue a cotizarse 4.000 bolívares" por unidad en ese mercado, dijo García a IPS.
El presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, indicó que en el sector productivo hay incertidumbre "por la discrecionalidad con la que (el gobierno) asignará los dólares".
A su vez, Laura Hernández, de una agencia de viajes que atiende al sector residencial medio del sudeste de Caracas, comentó a IPS su temor de que "las restricciones anunciadas para los viajeros – – 300 dólares diarios y un máximo de 9.000 dólares anuales – – pueda ser el puntillazo que derrumbe a ese sector.
Sin embargo, Adina Bastidas, integrante de Cadivi, aseguró que las divisas "se asignarán sin injusticias, aunque se dará prioridad a la adquisición de insumos y productos alimenticios y medicinales, así como a las remesas a estudiantes" en el exterior.
Añadió que, a petición de Chávez, se presentará al parlamento un proyecto de penalización de delitos cambiarios.
En paralelo al control de cambios, el Ministerio de la Producción y el Comercio fijó el miércoles los precios máximos de venta al público de 106 productos alimenticios y de 63 artículos de higiene personal y del hogar.
Para verificar el cumplimiento de esta medida se creará un comité que estará en la órbita de esa cartera.
Entre los productos con precios controlados se cuentan el pan, las harinas, pastas, cereales, carnes, leche y derivados, café, sal, algunos pescados y embutidos, medicamentos, jabones, pañales y dentífricos.
El mismo control tendrán las tarifas de los servicios de agua, energía eléctrica, gas, telefonía, los alquileres de vivienda, los boletos del transporte de pasajeros, la atención médica, las funerarias y los estacionamientos de vehículos.