Más de 12.000 jóvenes argentinos de 16 a 25 años se presentaron este mes a la primera audición convocada por un programa de televisión que promete dos lugares en el firmamento de las nuevas estrellas de la música.
"Escalera a la fama" será emitido en abril por el canal 13 de Buenos Aires, con respaldo de una productora de televisión que financiará la maratónica selección de los artistas, y de tres firmas discográficas que editarán a los triunfadores.
En los últimos dos años, otros programas seleccionaron a jóvenes deseosos de integrar grupos musicales, convertirse en futbolistas profesionales e incluso postularse al parlamento.
Los resultados más exitosos han sido los del programa "Popstar", del cual surgieron con gran éxito el grupo musical femenino Bandana y el masculino Mambrú.
Las jóvenes de Bandana, famosas en Argentina y en otros países de América Latina, ya grabaron varios discos, cantaron para una película de los estudios Disney, y filman en la actualidad una película.
Mambrú, lanzado un año mas tarde, ya alcanzó una fama que supera todo lo imaginado por sus integrantes.
Con esos antecedentes, la productora de televisión se lanzó este año a la búsqueda de solistas.
El canal Telefé, competidor del 13, compró los derechos para una versión local del programa español "Operación Triunfo", que también busca cantantes solistas, y está en plena etapa de selección de aspirantes, en recorrida por las provincias, también con miles de postulantes.
La fórmula de convocar a jóvenes aspirantes a estrellas y mostrar por televisión el proceso de su selección se repite en diversos países del mundo. En Argentina, donde el desempleo de la población juvenil es más de 25 por ciento, las convocatorias superan siempre las expectativas de los organizadores.
"Habíamos previsto un día para la primera audición, pero tuvimos que agregar otros dos, nada más que para poder ver a todos los que vinieron", explicó a IPS un integrante del equipo de producción que no quiso ser identificado.
La cita era el 17 de este mes en un teatro de Buenos Aires, y hubo quienes se presentaron cuatro días antes, y la fila llegó a tener un kilómetro de largo.
Acompañados por sus padres o solos con sus ilusiones, los aspirantes esperaron su turno, algunos de ellos provenientes de provincias ubicadas a más de 2.000 kilómetros de Buenos Aires, y a menudo convencidos de que la experiencia valdría la pena aunque no fueran elegidos.
"Te escuchan, escuchas a otros, te ve un jurado que es el que eligió a las Bandana, te comentan cosas que tenés para mejorar, y quizá, con suerte, pasas a la segunda audición", comentó a IPS Malena Gutiérrez, de 17 años, quien llegó con su madre desde la provincia de Catamarca, 1.400 kilómetros al oeste de la capital.
Gutiérrez se hospedó en casa de un pariente, pero otros aspirantes estuvieron dispuestos a dormir en la calle con tal de no perderse la cita.
"Llega gente con talento, gente a la que le gustaría ser cantante, y gente a la que le da lo mismo estar en cualquier programa de televisión", opinó Magalí Bachor, cantante profesional e integrante del jurado de "Escalera…".
Otro de los integrantes del jurado, el productor musical Afo Verde, señaló los cambios que el fenómeno de estos programas produjo en el negocio de la música.
"Antes era al revés: uno compraba su guitarra, aprendía a tocar, buscaba un baterista o un bajista, después un cantante, y así formaba su banda hasta que lograban presentarse en un escenario", y luego venía la búsqueda de un productor musical que los escuchara cuando ya tenían cierto recorrido hecho, indicó.
Ahora es el productor Verde quien sale a buscar potenciales artistas, junto con Bachor y el compositor de canciones Fernando López, autor de varios éxitos.
"Los críticos dicen que de esta manera el resultado es un cantante mas artificial, estereotipado, pero nosotros creemos que si bien el recorrido es menos artesanal, las condiciones de la persona seleccionada son la que definen si realmente será o no un artista por el resto de su vida", opinó López.
Tras la primera audición para seleccionar aspirantes, se reducirá el número de ellos a 1.500 y luego a dos decenas, mediante sucesivas pruebas.
Los 20 que queden recibirán intenso entrenamiento para participar de la etapa final y televisada de la selección, que terminará con un ganador y una ganadora.
Cuando esos dos jóvenes lleguen a la cima de la escalera, realizarán sus primeras grabaciones, con repertorios definidos por los miembros del jurado, quienes comandan a un nutrido grupo de compositores, intérpretes y coreógrafos. (FIN/IPS/mv/mp/cr/03)
