TURISMO-CUBA: Nuevo frenazo de locomotora

El gobierno de Cuba sigue apostando al turismo como locomotora de la economía, pese a que en 2002 se frustró por tercera vez consecutiva la meta de lograr dos millones de visitantes anuales.

La llamada industria del ocio mermó cinco por ciento el año pasado, al recibir alrededor de 1,7 millones de viajeros, pero un repunte de las últimas semanas hizo respirar más aliviadas a las autoridades.

”La situación de hoy es que ha comenzado un proceso de recuperación del turismo”, dijo a IPS el vicepresidente cubano Carlos Lage.

”Pensamos que las condiciones que hemos creado y los acuerdos que hemos adoptado harán que esta tendencia se mantenga”, añadió, tras destacar que el comportamiento del turismo en diciembre fue el de un mes récord.

Sin embargo, Lage reconoció la vulnerabilidad del sector ante ”factores internacionales”, que ”están fuera de nuestro alcance” y pueden hacer variar cualquier pronóstico.

Varadero, el principal balneario de convocatoria internacional del país y ubicado a unos 185 kilómetros de La Habana, recibió a fines de diciembre más de 21.000 visitantes diarios, cifra considerada un excelente inicio de la llamada temporada alta.

Directivos de ese polo turístico esperan que la cantidad de visitantes oscile entre 21.000 y 23.000 por día hasta fines de marzo, cuando concluye ese periodo de mayor afluencia de viajeros al país.

Esas fuentes señalaron que se prevé la llegada desde Canadá, primer emisor de turismo hacia Cuba, de unos 50 vuelos semanales, a la vez de confiar también en el incremento de visitantes europeos.

La Unión Europea aporta 56 por ciento de los turistas extranjeros, que en Varadero y otros importantes balnearios cubanos pueden pagar sus gastos en euros, la moneda única de ese bloque.

Las autoridades atribuyeron la retracción de la industria turística el año pasado al impacto de la desaceleración de la economía mundial y a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

La merma del turismo, responsable en parte de que la economía cubana creciera sólo 1,1 por ciento en 2002, afectó de modo importante al sector privado de alquiler de habitaciones, que tiene entre los viajeros extranjeros a sus principales clientes.

”Fue un año pésimo. Muchos debimos asumir de nuestros ahorros el pago de los impuestos (250 dólares mensuales por habitación), aunque hubo una pequeña mejoría en diciembre”, explicó a IPS Marta López, una de las propietarias afectadas.

Para Néstor Delgado, otro arrendatario privado de La Habana, ese repunte de diciembre comenzó muy tarde en comparación con años anteriores a los atentados en Nueva York y en Washington, que marcaron el decrecimiento turístico mundial.

”Lo normal era que desde fines de noviembre o comienzos de diciembre estuvieran ocupadas todas las habitaciones de alquiler privado de mi barrio, algo que no ha sido así en los últimos dos años”, dijo Delgado a IPS.

La oferta de habitaciones privadas para arrendar aumentó de 37.000 a 40.000 el último año en todo el país.

Por otra parte, Cuba cuenta desde diciembre con un nuevo aeropuerto internacional, ubicado en Cayo Coco, que dispone de dos pistas de aterrizaje y capacidad para recibir 1,2 millones pasajeros al año.

La terminal aérea, administrada por una empresa privada española asociada con el Estado cubano, acogerá vuelos procedentes fundamentalmente de Canadá, Europa y algunas capitales de América Latina.

Cayo Coco es el islote principal del archipiélago Jardines del Rey, ubicado en la costa norte de la provincia de Ciego de Avila, distante 461 kilómetros de La Habana.

Ese centro turístico, el tercero más importante de Cuba, después de Varadero y La Habana, dispone de una decena de hoteles operados por cadenas de España y Canadá en sociedad con el Estado cubano y de un parque natural (El Bagá) para el turismo ecológico, inaugurado también en diciembre.

Cuba se propuso tiempo atrás ampliar la oferta a los extranjeros promoviendo con mayor énfasis el ecoturismo, el turismo familiar y la realización de convenciones internacionales, entre otras modalidades distintas al tradicional esparcimiento de playero.

Medios especializados sitúan a Cuba en el quinto lugar de América en el desarrollo de este tipo de turismo especializado (eventos), luego de Estados Unidos, Canadá, Brasil y México.

Como prueba del éxito de ese mercado, precisaron que el Festival de Jazz de diciembre atrajo alrededor de 800 estadounidenses, pese a las dificultades que enfrentan para viajar a Cuba desde la década del 60.

Las leyes de Estados Unidos permiten viajar a Cuba solamente a personas con familiares residentes en este país, a estudiantes, educadores y profesionales como periodistas, médicos y atletas.

Sin embargo, cifras oficiales aseveran que unos 150.000 estadounidenses (35 por ciento de origen cubano) visitaron en 2001 la isla caribeña con régimen socialista pese al embargo comercial y a las restricciones de viaje impuestas por Washington.

El turismo cubano creció a un ritmo promedio anual de 18 por ciento hasta 2000, lo cual le permitió sostener el peso mayor de la reactivación de la economía, golpeada severamente luego de la desaparición a comienzos de los años 90 de la Unión Soviética y del campo socialista europeo, sus principales mercados.

Unas 15 firmas extranjeras operan casi medio centenar de hoteles en Cuba, que abrió sus puertas al turismo internacional en 1990. En una década, fueron creados 200.000 nuevos empleos vinculados de manera directa o indirecta a la industria del ocio. (

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