En Chile se produjeron 46 casos de homofobia con proyección pública en 2002, algunos protagonizados por senadores, obispos católicos, pastores evangélicos, periodistas, escritores, animadores y comentaristas de televisión y el presidente de un popular equipo de fútbol.
El registro de esos hechos forma parte del primer informe anual sobre minorías sexuales en este país, preparado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), que a partir de ahora se elaborará regularmente con el respaldo de la organización Amnistía Internacional.
El reporte indica igualmente a instituciones que realizaron o apoyaron por acción u omisión actos discriminatorios o agresivos contra los homosexuales.
El listado incluye a entidades religiosas, establecimientos educacionales, instancias de los poderes Legislativo y Judicial, a la policía, fundaciones privadas, empresas y grupos comunitarios.
En la nómina aparecen dos entidades estatales, el Instituto Nacional de Estadísticas y el Consejo Nacional de Televisión, lo cual demuestra, a juicio del Movilh, que el rechazo a las minorías sexuales sigue vigente pese a un discurso oficial tolerante.
Evidentemente, los 46 casos de homofobia registrados en un año no dejarán muy bien parado a Chile en el extranjero, pero esperamos que ello sirva de enseñanza y advertencia a las autoridades, señaló el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.
En la realidad, los episodios o casos de homofobia registrados en Chile en un año son muchos más que los 46 recogidos en el estudio, ya que muchos homosexuales agredidos o discriminados se abstienen, por temor, de presentar denuncias ante la policía, los tribunales, la prensa o las autoridades políticas, aclaró.
El informe de 21 páginas da cuenta asimismo de acciones en los ámbitos legislativo, judicial, social, cultural y académico sobre las minorías sexuales en 2002, muchas de ellas con connotaciones positivas.
Entre los 200 hechos recogidos en el documento, el Movilh destacó nueve como hitos por su carácter inédito o su trascendencia concreta, explicó Jiménez.
Uno de ellos fue el lanzamiento en mayo en edición impresa y electrónica de OpusGay, el primer periódico sobre temáticas homosexuales de Chile.
Mayra Espinoza, una joven de 19 años, fue protagonista de otro de los hitos de 2002, al convertirse en la primera mujer que dio públicamente la cara en Chile para defender sus derechos, luego de ser expulsada de su colegio en la central ciudad de Viña del Mar por su supuesta tendencia lesbiana.
El 17 de octubre, en un colegio de monjas cuyo nombre se mantuvo en reserva, el Movilh dio a las estudiantes una charla sobre homosexualidad, en otro de los hechos destacados del año pasado.
En el curso de 2002 se registraron seis muertes violentas de homosexuales, tres de ellos travestis y por lo menos en dos casos se trató de víctimas de una razzia homofóbica, según el informe del Movilh.
El 19 de diciembre, activistas de la organización TravesChile ocuparon dependencias de la Intendencia (gobierno regional) Metropolitana para protestar por la negligencia de las autoridades para aclarar los asesinatos de travestis y enjuiciar a sus autores.
Entre los personajes públicos protagonistas de declaraciones homofóbicas estuvo el médico René Orozco, presidente del club deportivo Universidad de Chile, uno de los equipos de fútbol profesional más populares de este país.
Orozco afirmó el 8 de marzo que nunca aceptaría jugadores gay en su club. No quiero un internado de homosexuales porque me gusta tener varones, señaló.
El Movilh criticó las declaraciones de Orozco y el 15 de marzo realizó una manifestación de repudio a sus declaraciones en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, donde trabaja, pese a lo cual el médico y dirigente deportivo siguió lanzando burdas declaraciones homofóbicas, indica el informe.
No quiero dramas con los gays, pero si tanto alegan que creen una liga pelotera (de fútbol), la cual debería tener reglas distintas a las de los hombres. Me imagino, por ejemplo, que estaría prohibido marcar por atrás o empujar, dijo Orozco.
En diciembre, en el curso de una polémica política, los hermanos y senadores Andrés y Adolfo Zaldívar, de la cogobernante Democracia Cristiana, acusaron al también senador Nelson Avila de estar involucrado en una mafia homosexual.
Cuando a uno no lo pueden acusar de ladrón, se lo acusa de maricón, fue la respuesta de Avila, lo cual motivó una protesta del Movilh por las asociaciones entre homosexualidad, robo y mafia, establecidas por los senadores.
Emplazado a aclarar sus palabras, Avila, del también cogobernante Partido Por la Democracia (PPD), dijo públicamente que la homosexualidad es una orientación que debe ser respetada.
Avila fue expulsado del PPD a fines de diciembre, en el marco de una nueva polémica con la dirección de su propio partido y el gobierno.
En abril, en ocasión del Censo decenal de Población y Vivienda, las minorías sexuales reclamaron porque en los cuestionarios no se incluyó la posibilidad de consignar la condición de homosexual.
Los miembros de TravesChile y TravesNavia, dos organizaciones de transexuales del país, se declararon entonces de sexo femenino ante los encuestadores en protesta por esta exclusión.
Máximo Aguilera, director del Instituto Nacional de Estadísticas, encargado del censo, se comprometió ante el Movilh a estudiar un mecanismo para incluir a las minorías sexuales en futuros recuentos de población. (
