Estados Unidos y cinco países de América Central anunciaron este miércoles el inicio de negociaciones de libre comercio para el 27 de este mes en Costa Rica, con la intención de concluirlas antes de fin de año.
El representante comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, y los ministros de Comercio de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua lanzaron en Washington el diálogo para eliminar aranceles y otras barreras al comercio industrial, agrícola y de servicios, así como a las inversones.
Los ministros manifestaron su intención de concluir las negociaciones en diciembre.
La Oficina del Representante Comercial estadounidense (USTR) informó este miércoles que el diálogo formal para la creación del Acuerdo de Libre Comercio Estados Unidos-América Central comenzará el 27 de este mes en San José.
El acuerdo de libre comercio dará a Estados Unidos mejor acceso a los bienes (centroamericanos) disponibles y promoverá las exportaciones y el empleo estadounidenses, al tiempo que alentará las perspectivas de desarrollo de América Central, dijo Zoellick.
Este tratado de libre comercio reforzará las reformas de libre mercado en la región, agregó Zoellick.
Expertos y activistas que cuestionan los planes de los seis gobiernos afirman que el acuerdo seguirá los criterios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que, según los críticos, dejó a México, el socio más pobre del acuerdo, en una posición de desventaja.
Si planifican repetir lo mismo, será desastroso para muchos países de América Central, especialmente en lo relativo a la agricultura y los derechos laborales, dijo la directora de programas de la organización no gubernamental estadounidense The Development GAP, Karen Hansen-Kuhn.
El tratado entre Estados Unidos y América Central no promoverá el desarrollo sustentable ni contribuirá a crear empleos, según varias organizaciones no gubernamentales estadounidenses que emitieron en diciembre una declaración conjunta.
Por el contrario, incrementará la deuda pública, amenazrá nuestra riqueza histórica, cultural y natural y destruirá la soberanía nacional y la seguridad alimentaria de los países que participan en la negociación, agregaron.
Organizaciones de la sociedad civil advirtieron que el gobierno estadounidense, en especial desde la investidura del presidente George W. Bush en enero de 2001, trata de forjar nuevas reglas internacionales de comercio para favorecer a las grandes corporaciones.
Al mismo tiempo, aseguraron, Washington procura reducir a través de nuevos tratados comerciales la capacidad de los países en desarrollo para proteger la salud pública y el ambiente.
Para el Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-América Central están previstas nueve rondas de negociaciones.
Entre los asuntos a cubrir figuran el acceso a los mercados, inversión y servicios, compras del Estado y propiedad intelectual, trabajo y ambiente, y cuestiones institucionales, como los mecanismos de resolución de conflictos comerciales.
La agenda es similar, si no idéntica, a la que rigió las negociaciones que concluyeron con la creación del TLCAN y a la que desarrollan 34 países para la constitución a fines de 2005 del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Los acuerdos bilaterales que negocia Estados Unidos con naciones latinoamericanas son utilizados para presionar a países como Brasil, que pretenden tratados diferentes, dijo Hansen-Kuhn.
Washington acudirá uno por uno a los gobiernos que buscan un pronto acceso al mercado estadounidense, lo que hará las cosas difíciles a países como Brasil, Venezuela y tal vez Ecuador, que tienen una posición desafiante ante la hegemonía comercial de Estados Unidos, agregó la activista.
La USTR informó que el presupuesto estadounidense para 2003 incluye una asignación de 47 millones de dólares en asistencia al desarrollo de América Central, 74 por ciento más que en 2002.
Las exportaciones estadounidenses a la región aumentaron 42 por ciento desde 1996 hasta alcanzar 9.000 millones de dólares en 2001, cerca del monto vendido a Rusia, India e Indonesia sumadas.
Mientras, las importaciones de Estados Unidos desde América Central ascienden a 11.000 millones de dólares, 74 por ciento de los cuales libres de aranceles.
Estados Unidos tiene hoy sólo tres tratados de libre comercio: el TLCAN, con Canadá y México, y los vigentes con Israel y con Jordania. Pero el gobierno de Bush realiza gestiones por una mayor apertura comercial mundial.
A fines del año pasado, Estados Unidos alcanzó acuerdos de libre comercio separados con Chile y con Singapur cuya ratificación parlamentaria está aún pendiente.
Washington también pretende acelerar el inicio de negociaciones con Australia y Marruecos y con la Unión Aduanera de Africa Austral, integrada por Botswana, Lesotho, Namibia, Sudáfrica y Swazilandia. (