Una huelga para protestar contra el bajo presupuesto de la televisión estatal de Francia y los intentos de privatizarla ingresó este lunes en su cuarta semana.
Los empleados de los canales France 2 y France 3 exigen la difusión de programas producidos dentro de las propias emisoras y el mantenimiento de su carácter informativo y cultural.
La huelga tuvo un efecto paradójico, pues los dos canales se vieron obligados a transmitir gran cantidad de producciones estadounidenses ante la falta de programas nacionales.
Los funcionarios advirtieron que el recorte del presupuesto previsto para el año próximo afectará la calidad de la programación, y lo atribuyeron a la intención del gobierno de prepararse para la privatización de los canales estatales.
La radio y la televisión públicas de Francia son financiadas a través de un impuesto repartido por el gobierno entre las distintas estaciones.
El presupuesto para la televisión pública será en 2003 de 1.500 millones de dólares, dos por ciento superior al actual. Pero el aumento apenas cubre la inflación, y el gobierno dejó sin efecto un programa de cuatro años para el desarrollo de France Télévisions, la corporación estatal que administra las emisoras.
Los sindicatos han decidido la extensión de la huelga todos los últimos días, al cabo de las jornadas de negociación con los directores de France Télévisions. Los negociadores no lograron un acuerdo la semana pasada con el jefe ejecutivo de la corporación, Marc Tessier.
El director aseguró que sus ofertas a los sindicatos han mejorado a lo largo del conflicto. Pero la representante sindical Patricia Chalumeau lo negó.
Las ofertas de Tessier constituyeron una mera declaración de intenciones respecto del problema de la producción interna de programas, y no incluían ninguna de nuestras restantes demandas de mejoras salariales y garantías de estabilidad laboral para nuestros productores, afirmó Chalumeau.
Los huelguistas cuentan con el apoyo de varios expertos en medios de comunicación, compañías de radio y televisión públicas y de la oposición izquierdista.
Radio France International suspendió su programación habitual y está transmitiendo sólo espacios musicales. La ex ministra de Finanzas del anterior gobierno socialista, Dominique Strauss-Kahn, canceló una entrevista para France 2, pues su producción hubiera correspondido a un estudio privado.
Strauss-Kahn aprovechó la ocasión para manifestar su rechazo a la eventual privatización de la radio y la televisión estatales. Respaldo la buena televisión pública. El Estado debe asignar los medios financieros necesarios para garantizar una programación realmente buena, dijo la ex ministra.
Con un presupuesto anual que sólo crece al ritmo de la inflación, es imposible producir buena información y buenos programas culturales, advirtió.
Una de las primeras medidas tomadas por el nuevo gobierno de derecha, tras las elecciones de este año, fue cancelar el programa de la anterior administración del Partido Socialista para la introducción de la televisión digital terrestre, indicó Strauss- Kahn.
El proyecto tenía el objetivo de ampliar los seis canales digitales terrestres actuales a 33, que incluirían en su programación espacios informativos, culturales y dedicados a las distintas regiones francesas.
Ahora, tras la cancelación del plan original, muchos de los nuevos canales cuya inauguración está prevista para diciembre de 2004 emitirán programas musicales y de entretenimientos, la mayoría de producción extranjera.
La experta de medios de comunicación del diario Le Monde, Florence Amalou, sostuvo que la decisión es un duro golpe para France Télévisions. Para cubrir sus obligaciones básicas, la televisión pública debe lanzar un gran esfuerzo gerencial con el fin de reducir costos de producción y personal, sostuvo.
Además, debido a la cancelación de los fondos especiales, France Télévisions deberá abandonar todos los planes de desarrollo basados sobre proyectos del anterior gobierno, agregó.
El diputado socialista Julien Gray afirmó que los canales privados de televisión colaboraron con la campaña electoral del presidente Jacques Chirac entre enero y mayo de este año, a través de una exagerada cobertura de delitos de pequeña magnitud.
Chirac concentró su campaña en la seguridad, y acusó al entonces primer ministro Lionel Jospin, del Partido Socialista, de ser blando en la lucha contra la delincuencia.
El jefe de Estado ganó las elecciones presidenciales de abril y mayo y, dos semanas después, su partido, la Unión por la Mayoría Presidencial, obtuvo una abrumadora victoria en los comicios legislativos.
Gray advirtió que la televisión privada inventó historias policiales sensacionales a partir de pequeños delitos y las emitió en horario de alta audiencia, y que esa cobertura concluyó tras las elecciones parlamentarias.
Chirac tiene una deuda que pagar, y lo hará con la privatización de la televisión pública, afirmó. (FIN/IPS/tra- eng/jg/ss/mj/ip ic/02
