POBLACION-RUSIA: Caída libre

La población de Rusia cae como consecuencia del descenso de la natalidad, el alcoholismo y el deterioro de la salud pública, según los resultados preliminares del primer censo realizado desde la disolución de la Unión Soviética en 1991.

Mientras, individuos, familias y hasta poblados enteros se negaron a contestar a los funcionarios a cargo de las entrevistas, realizado durante ocho días a mediados de octubre, como forma de protesta por la menguante calidad de vida.

El resultado final del estudio se divulgará a fines de marzo próximo, pero entre las cifras preliminares ya publicadas por el Comité Estatal de Estadísticas figura la población total, que cayó de 150 millones de personas en 1989 a 143,5 millones.

Según cálculos oficiales, la población rusa se reducirá a 80 millones para 2050 de continuar las actuales tendencias.

Por otra parte, una constante ola de rusos emigra de la región oriental y de Siberia a la parte europea del país, al occidente de los montes Urales, lo que marca un retroceso de la tendencia expansionista de los últimos siglos iniciada con la colonización de la Rusia asiática.

La prensa informó que los residentes de edificios de apartamentos enteros y hasta de poblados evitaron contestar a los funcionarios a cargo del censo. Se negaban a abrir la puerta, preocupados por la creciente criminalidad, o afirmaban no creer en las garantías de confidencialidad prometidas por el Estado.

Además, en algunas regiones la población boicoteó el censo para protestar por la caída de la calidad de vida. Los promotores del censo, que apelaron a la consigna ”Inscríbase usted mismo en la historia rusa”, fracasaron en esos casos.

Más de 10 por ciento de los 10 millones de habitantes de Moscú no fueron registrados, de los cuales 600.000 se negaron, lisa y llanamente, se negaron a contestar las preguntas, admitieron funcionarios.

Pero el director del Comité Estatal de Estadísticas, Vladimir Sokolin, afirmó que la población ”tuvo un papel activo en el censo, a pesar de los temores”, y que 93 por ciento de los habitantes participaron.

Los datos que los funcionarios del censo no pudieron recoger serán recogidos de los registros mantenidos por las oficinas de vivienda distritales, que incluyen el género y edad de sus habitantes.

Así, los que no quisieron participar serán contabilizados de todos modos, sostuvo la directora del departamento de demografía y censos del Comité Estatal de Estadísticas, Irina Zbarskaya, quien desacreditó versiones periodísticas según las cuales los resultados serán amañados.

Existen en Rusia antecedentes de censos cuyos resultados fueron falseados.

El de 1937, que reveló que la población había caído ocho millones de habitantes a causa de la reforma agraria, la represión política y las ejecuciones ocurridas desde la Revolución Rusa triunfante en 1917.

Pero el líder soviético Josif Stalin ordenó el arresto y ejecución de los organizadores del censo. Dos años después, se realizó otro, con un aumento de la población respecto de 1917.

El último censo sostiene que la población de la república de Chechenia, asolada por la guerra, tiene 300.000 habitantes más que las estimaciones de 1999 hasta alcanzar 1,088 millones.

Hasta el ministro de Asuntos Chechenos de Rusia, Vladimir Yelagin, sostuvo que esa cifra es ”irreal”, y calculó que debían ser 850.000 los habitantes de la república. Luego de estas declaraciones, Yelagin fue cesado en el cargo sin una explicación de las autoridades rusas.

Los resultados preliminares incluye una considerable cantidad de ”desempleados temporarios”.

La desindustrialización y la creciente dependencia de las exportaciones de recursos naturales ubicó a millones de personas en una posición de sobrecalificación para la mayoría de los empleos, explicó el investigador Dmitri Glinsky, del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales con sede en Moscú.

Entrenados para la demanda de adiestramiento propia de una potencia industrial avanzada, académicos, ingenieros, militares y obreros de alta calificación deben ahora librar una dura lucha para encontrar empleos decentes, sostuvo Glinsky.

Por otra parte, el censo reveló que en las cárceles viven unos 920.000 presos, de los cuales 130.000 aún no han recibido sentencia, informó el portavoz del Ministerio de Justicia, Ilya Kolubelov.

Unas 600.000 personas, la mayoría estudiantes, realizaron las entrevistas del censo. Doscientas sufrieron heridas durante el trabajo, 70 por ciento de ellas atacadas por perros. (FIN/IPS/tra- eng/sb/sm/mj/pr/02

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