El gobierno de Venezuela y la oposición aceptaron sentarse en una mesa de diálogo a partir de la semana próxima a instancias del secretario general de la OEA, César Gaviria, quien finalizó este jueves una visita al país.
Tras una permanencia de cuatro días en Caracas, Gaviria consiguió la promesa de diálogo, que se llevaría a cabo en la sede de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica, aunque ambas partes difieren sobre el carácter y la agenda de la discusión.
El presidente Hugo Chávez rechazó este jueves el reclamo opositor a una consulta popular sobre su permanencia en el poder, y sostuvo que el país permanecerá largo tiempo en un conflicto de baja intensidad.
Sin embargo, el mandatario abrió una ventana al diálogo con la oposición, auspiciado por el secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos), al plantear que si sus adversarios quieren una decisión urgente debe reformarse la Constitución en primer lugar.
En diálogo con corresponsales de la prensa extranjera, Chávez se refirió a la propuesta de reformar el texto constitucional para permitir un referendo que revoque el mandato del presidente cumplido un tercio de su periodo y no la mitad, como lo prevé la actual carta magna.
Chávez asumió el poder el 19 de agosto de 2000 por un periodo de seis años, de modo que ya concluyó un tercio de su mandato, y alcanzará la mitad en agosto del año próximo.
Pero una reforma constitucional requiere en primer lugar la aprobación del parlamento y luego debe ser refrendada por voto popular, advirtió Chávez.
El mandatario descartó la posibilidad de negociar que se pase por alto la consulta al pueblo sobre cambios a la Constitución, porque eso equivaldría a otro golpe de Estado.
Por ello, recomendó a la oposición que opte por el referendo revocatorio de su mandato, que puede activarse a partir de agosto de 2003. Tienen ocho meses para que sigan atacándome y tratando de fortalecerse, sostuvo.
La oposición recogió 1,2 millones de firmas (10 por ciento del padrón electoral exigido por la ley para peticionar un referendo consultivo), que entregará al Consejo Nacional Electoral en el marco de una marcha el próximo lunes, para reclamar la convocatoria a la consulta popular.
¿Está de acuerdo con exigir al Presidente que renuncie de inmediato?, es la pregunta que los votantes deberían contestar por sí o no, según la propuesta de la Coordinadora Democrática.
La Coordinadora —integrada por 34 partidos políticos, las principales centrales empresariales y sindicales y un grupo de militares que derrocaron brevemente a Chávez en abril y se mantienen ahora en rebeldía— aspira a que la consulta se lleve a cabo en tres meses y su resultado sea acatado por el gobierno.
Si el referendo no prospera, por obstáculos legales, administrativos o políticos, la oposición amenaza con declarar una huelga general indefinida.
Gaviria estimó este jueves que las diferencias en torno a un referendo consultivo y uno revocatorio no son tan grandes como para no llegar a un acuerdo, añadiendo que este país lo que necesita es una salida electoral.
El secretario general del foro continental, que retornará la semana próxima a Venezuela, agregó que el mejor referendo que puede tener este país es uno en el cual las partes se puedan poner de acuerdo.
Gaviria encabeza un grupo facilitador del diálogo en el que participan el estadounidense Centro Carter, del ex presidente de Estados Unidos y premio Nobel de la Paz Jimmy Carter, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
El embajador de Estados Unidos en Venezuela, Charles Shapiro, reiteró este jueves su apoyo a la gestión de Gaviria, y respaldó la preocupación del secretario general porque los militares rebeldes llaman, hace nueve días, desde una plaza pública de Caracas a la desobediencia civil.
Chávez confirmó que está dispuesto a tratar cualquier materia, incluso el tema electoral, pero la oposición sostiene que no puede haber diálogo sino negociación.
Tenemos muchas reservas. Si el gobierno pretende maniobrar para extender la angustia de la población hasta el año próximo está muy equivocado, dijo el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega.
Por su parte, los empresarios Albis Muñoz, también opositor, insistió en que hay que concentrar esfuerzos en lo inmediato para lograr el cambio de gobierno.
La coalición conformada por la Coordinadora Democrática, la CTV y asociaciones empresariales entiende que Venezuela vive una crisis política terminal que requiere una consulta electoral.
La oposición organizó este año tres huelgas generales y media docena de multitudinarias marchas de protesta en Caracas, la principal de ellas el 11 de abril, cuando se registró un confuso tiroteo que cobró 18 vidas y derivó al día siguiente en el golpe de estado que alejó a Chávez del gobierno por 48 horas.
Chávez explicó en la conferencia con la prensa extranjera las dificultades que afronta el país, que acumula desde hace 20 años una grave crisis económica, social, política, militar y moral, y para la cual el proceso constituyente y la Constitución de 1999 ha sido la salida pacífica.
El presidente encabezó en 1992, cuando era teniente coronel de paracaidistas, una cruenta y frustrada sublevación de unidades del ejército, que le costó más de dos años de prisión.
En 1998, Chávez ganó las elecciones presidenciales, impulsó la reforma de la Constitución, aprobada con amplia mayoría, y renovó su mandato con nuevas elecciones generales en 2000.
¿Quién dijo que Hugo Chávez le tiene miedo al referendo?, se preguntó el mandatario este jueves ante los periodistas, para responder a continuación que él había convocado el primero de la historia del país en 1999. Pero cualquier referendo al que vayamos tiene que estar enmarcado en la Constitución, aclaró.
Al margen del debate jurídico, la primera diferencia entre el referendo consultivo y el revocatorio es que el primero necesita sólo 10 por ciento de adhesión del padrón electoral para ser convocado, mientras que el segundo requiere de 20 por ciento.
En esta carrera de fondo y no de velocidad, como la definió el analista Teodoro Petkoff, el tiempo parece jugar en contra de la oposición.
Eso explicaría la posición de Chávez al manifestarse dispuesto a afrontar un conflicto de larga duración, que no ofrece mayores peligros mientras sea de baja intensidad.
Movimientos como la rebelión pacífica de militares y civiles en la caraqueña plaza de Altamira, registrada la semana pasada, nos favorecen, por las definiciones militares y populares a favor de la Constitución, comentó Chávez.
Seguirán ocurriendo cosas, en la economía, la política, la sociedad y la escena internacional que van en favor de nuestro proyecto, recalcó. (FIN/IPS/hm/dcl dm/ip/02
