NACIONES UNIDAS: Propuesta de nuevos organismos internacionales

Es necesario crear nuevos organismos internacionales más democráticos, para representar a la sociedad civil y regular la globalización de la economía, según un informe de la Universidad de las Naciones Unidas.

Instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) fueron creadas para impulsar la paz y el pleno empleo en la era del colonialismo, el comunismo y los Estados de bienestar, y deben ser sustituidas por otras más aptas para afrontar nuevos problemas mundiales, opinaron los autores del estudio.

El actual sistema de gobierno mundial no se ocupa de los problemas de las personas y los países pobres, afirmaron.

El mundo ha cambiado mucho desde mediados del siglo XX, debido a la estrecha integración de las economías de muchos países, el colapso del comunismo, y el surgimiento de una multitud de nuevos actores económicos y políticos internacionales, entre ellos las firmas transnacionales y las organizaciones no gubernamentales, (ONG) destacaron.

La Universidad de las Naciones Unidas, con sede en Tokio, señaló la existencia de un ”déficit de democracia” en los actuales organismos internacionales, controlados por los Estados miembros más poderosos, a menudo en perjuicio de la mayoría de la población mundial que habita países en desarrollo.

El nuevo colonialismo es tan insidioso como el del siglo XIX, sostuvo en Nueva York el estadounidense Joseph Stiglitz, ganador del Premio Nobel de Economía el año pasado, en la presentación del informe, titulado ”Gobernar la globalización”, al cual contribuyó.

Las políticas económicas de nacientes democracias son dictadas por organizaciones internacionales dominadas en gran medida por los integrantes del Grupo de los Siete (G-7) países más poderosos, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, afirmó.

Algunos dicen que esas políticas son diseñadas para beneficiar los intereses económicos del ”G-1”, Estados Unidos, accionista de peso decisivo en el Banco Mundial y el FMI, comentó.

”Se supone que el FMI impulse políticas económicas expansivas para afrontar situaciones de depresión, pero hace lo contrario”, y ”es muy frecuente que recomiende políticas contractivas a países cuyo ritmo de crecimiento económico disminuye”, dijo Stiglitz, ex jefe de los economistas del Banco Mundial.

Los autores del informe sugirieron crear una Asamblea Mundial de los Pueblos para representar a la sociedad civil mundial, organizada con el Parlamento Europeo como modelo, y un Consejo de Seguridad Económica, con el mandato de regular la globalización de la economía.

El diagnóstico de la Universidad de las Naciones Unidas es correcto, pero el tratamiento propuesto es ”en ran medida sólo una expresión de buenos deseos”, comentó el activista Jim Paul, de la ONG Foro de Políticas Mundiales, con sede en Nueva York, y dedicado a actividades de presión sobre el foro mundial.

”Es cierto que hay un tremendo déficit de democracia en la ONU, debido por ejemplo al poder de veto (en el Consejo de Seguridad del foro mundial), que se basa en un modelo muy reaccionario de toma de decisiones”, señaló.

Cinco países son miembros permanentes con derecho a veto del Consejo de Seguridad: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.

Los autores del informe coincidieron en que ese derecho a veto es antidemocrático, al igual que el proceso de toma de decisiones en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la cual opinaron que la mayoría de los países son ”silenciosos espectadores” de negociaciones entre pocas naciones poderosas.

La mayoría de los observadores del proceso de la ONU admiten que ese organismo ha abierto en forma gradual sus puertas representantes de la sociedad civil, en forma directa o mediante consultas realizadas para la reunión anual de su Consejo Económico y Social y en otras ocasiones.

Pero no hay representantes de la sociedad civil en los organismos más poderosos del foro mundial, la Asamblea Generla y el Consejo de Seguridad.

La base del sistema de la ONU es el anticuado concepto de Estado-nación, y es por eso que delegados de los gobiernos poseen poder ilimitado para negociar en nombre de toda la población mundial, afirmó Paul.

De todos modos, la ONU es ”la institución internacional más democrática y más representativa, con gran ventaja sobre el Bamco Mundial, el FMI y la OMC”, enfatizó.

El déficit de democracia en el FMI y el Banco Mundial se debe que el mundo ha cambiado, según Stiglitz.

Ambos organismos financieros internacionales fueron creados a fines de la Segunda Guerra Mundial y tras la gran depresión económica mundial que comenzó en 1929, con la intención de contribuir a la reconstrucción de Europa y a evitar que volvieran a ocurrir calamidades semejantes, indicó el economista.

En aquel momento, estaban menos desarrolladas que en la actualidad las teorías económicas sobre acción colectiva y fallas de los mercados, y aún no estaban planteadas actuales preocupaciones sobre la dependencia de asistencia externa de países que sufrieron dominación colonial, explicó.

Desde entonces ”la actividad económica se hizo internacional y mundial, pero eso no se acompañó de procesos similares en el área jurídica”, según los autores del estudio, dirigido por el académico indio Deepak Nayyar.

Los cambios en escala mundial han socavado la legitimidad y credibilidad de la ONU, cuyos principios y normas son aplicados en forma selectiva, cuando conviene a los intereses de los ricos y poderosos, aseveró Nayyar.

El principio de un voto por país en las instituciones internacionales no debe considerarse equivalente al de un voto por persona en la democracia política, pero ”es claramente más representativo que el criterio de un voto por dólar en instituciones multilaterales como el FMI y el Banco Mundial”, añadió. (FIN/IPS/tra-eng/au/ml/mp/ip dv/02

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