ELECCIONES-BRASIL: Lula promete ”hambre cero”

El próximo gobierno de Brasil tendrá un escaso presupuesto inicial, pero Luiz Inácio Lula da Silva, amplio favorito para ganar las elecciones de este domingo, anuncia de todos modos que acabará con el hambre.

Lula, candidato de la coalición liderada por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), llega a la segunda vuelta presidencial con una aparentemente indescontable ventaja sobre su único adversario, el oficialista José Serra, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña.

Encuestas divulgadas este viernes por las firmas Datafolha y Vox Populi coinciden en que Lula recibe la intención de voto de 66 por ciento de los consultados, mientras Serra sólo ronda 34 por ciento.

El objetivo de Lula, en caso de ganar el domingo próximo, es comenzar su gobierno con al menos una iniciativa de impacto inmediato en el área social y que sea factible, pese las limitaciones que le impone la crisis económica.

Una propuesta de ese tipo es el programa ”hambre cero”, contenido en el Programa de Gobierno presentado por el PT en la campaña electoral, en el cual se asegura que eso es posible en menos de una generación, si se promueve un nuevo tipo de desarrollo y la economía crece cuatro por ciento al año.

En Brasil, con más 170 millones de habitantes, existen casi 10 millones de familias ”vulnerables” al hambre. Asegurar una alimentación adecuada a ese grupo exigiría aumentar la producción agrícola, beneficiando especialmente la producción familiar, es decir los campesinos con pequeñas parcelas.

El proyecto del PT prevé la necesidad de ampliar 30 por ciento la producción de arroz y frijoles, creando así 350.000 puestos de trabajo sólo en esos cultivos.

La reforma agraria forma parte, por tanto, de ese esfuerzo. Se trata de una inversión para desarrollar el país y ”no sólo un costo”, se argumenta.

Parte de los alimentos que se necesitarán, ante el súbito aumento de la demanda que se produciría al implementar el plan de erradicación del hambre, podrán ser adquiridos los otros países del Mercosur (Mercado Común del Sur), Argentina, Paraguay y Uruguay, que disponen de excedentes de trigo, arroz y leche, por ejemplo.

La idea desarrollada por el PT prevé ”acciones integradas”, como el apoyo efectivo a la agricultura familiar, universalización de la previsión social, ingresos complementarios y ampliación de otras iniciativas ya en marcha, implementadas tanto por el gobierno como por la sociedad civil.

El PT asegura que las restricciones presupuestarias no afectarán la ejecución del programa, pues gran parte de los recursos ya están previstos en el Fondo de Combate a la Pobreza y el presupuesto para la Educación.

La red de escuelas públicas de Brasil atiende la comida diaria de más de 30 millones de alumnos de la enseñanza básica, en un programa de merienda escolar que se puede mejorar y ampliar, explicaron técnicos del partido de Lula.

Por eso no será necesario transferir muchos recursos de otras áreas de presupuesto nacional para asegurar la alimentación básica de 11 millones de personas de las más pobres del país, apuntó José Graziano da Silva, uno de los autores del proyecto y asesor económico de Lula.

Por su parte, el coordinador del programa de gobierno del PT, Antonio Palocci, sostuvo que la puesta en marcha del plan ”hambre cero” no afectará el equilibrio de las cuentas públicas ni el ajuste fiscal acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La creación de una secretaría ejecutiva, vinculada directamente al presidente de Brasil, como se propone, es ”muy importante”, pues comprueba la decisión de luchar de hecho contra el problema, dijo a IPS Candido Grzybowski, director del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicas (IBASE).

Sin embargo, entiende que la distribución de tarjetas para que las familias cambien por alimentos, un modelo inspirado en un programa estadounidense de 1930, ”quizás no sea lo más adecuado”, porque puede repetir experiencias anteriores de control por ”caciques” políticos o económicos locales.

La fórmula del ingreso mínimo, pagado en moneda, ”universal y no condicionado”, podría ser mejor, pero se trata de una emergencia, una acción más que necesaria, destacó el director de IBASE.

Esta organización no gubernamental encabezó en la década pasada, cuando era dirigida por el sociólogo Herbert de Souza, una campaña nacional contra el hambre y la miseria, que movilizó a millones de personas para recoger y distribuir alimentos en las comunidades pobres.

El ”hambre cero” convierte aquella campaña en política pública y tiene un carácter ”ético y simbólico importante” por atacar la ”más grave manifestación de la injusticia social”, señaló el presidente de la Asociación Brasileña de organizaciones no gubernamentales, Sergio Haddad

Lula y el PT tienen previsto también poner en marcha el año próximo el proyecto ”Primer Empleo”, que concede exención fiscal de un salario mínimo, que es de 200 reales (53 dólares), para estimular las empresas a emplear jóvenes.

Los jóvenes tienen un gran obstáculo para ingresar en la actualidad al mercado de trabajo, como es la exigencia de experiencia anterior de trabajo, que no tienen, precisamente, porque no les dan empleo, justificó Lula.

Los proyectos sociales, así como cuestiones económicas, serán examinados por un Consejo de Desarrollo Económico y Social que Lula prometió crear en su gobierno y en el cual participarán empresarios, sindicalistas, representantes de las organizaciones no gubernamentales y de otras instituciones de la sociedad.

En ese ámbito se pretende oír a todos los sectores para la toma de decisiones y construir el ”pacto social” que orientará su gobierno, anunció Lula. (FIN/IPS/mo/dm/ip/202

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe