DESARME-AMERICA LATINA: Cuba ratifica Tratado de Tlatelolco

Cuba ratificó el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, lo que convierte a esta región en la primera zona desnuclearizada del planeta.

De este modo se completa la adhesión de América Latina a ese instrumento, más conocido como Tratado de Tlatelolco, encargado de mantener la región libre de esas armas de destrucción masiva.

”La ratificación del Tratado de Tlatelolco reafirma el apego y el respeto de Cuba al principio de la no proliferación nuclear dentro de un contexto global”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en nota divulgada este viernes.

El instrumento de ratificación fue depositado el miércoles por la embajada cubana en México, que recibió ”con beneplácito” la decisión del gobierno de Fidel Castro, que la había anunciado a mediados de septiembre ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La Habana firmó el Tratado de Tlatelolco el 25 de marzo de 1995, ”a pesar de que Estados Unidos, única potencia nuclear en las Américas, sostenía contra Cuba una política de hostilidad” y reforzaba el ”bloqueo”, precisó la cancillería.

Las autoridades añadieron que esos obstáculos persisten e ”incluso se han acrecentado”. Sin embargo, Cuba ratifica el convenio y ”demuestra su compromiso” con los tratados internacionales en materia de desarme y control de armamentos.

Expertos explicaron que el Tratado de Tlatelolco, que entró en vigor el 24 de abril de 1969, fue el primero de su tipo en obligar a las cinco potencias nucleares de entonces (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia) a respetar el estatus de desnuclearización de América Latina y el Caribe.

El convenio establece, entre otros puntos, la prohibición del ensayo, el uso, la fabricación, la producción o la adquisición de armas nucleares. Prohibe además a los países signatarios recibir, almacenar, instalar, emplazar o cualquier otra forma de posesión de estas armas.

El canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, anunció el 14 de septiembre, durante el 57 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que su país también había decidido adherir al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP).

El TNP fue aprobado por la Asamblea General de la ONU el 12 de junio de 1968 y entró en vigor el 5 de marzo de 1970.

Pérez Roque explicó que Cuba no había sido parte del TNP hasta ahora ”en tanto se trata de un instrumento que resulta insuficiente y discriminatorio, pues permite que se establezca un club de potencias nucleares sin compromisos concretos de desarme”.

Sin embargo, ”nuestro país ha resuelto adherir al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, reafirmando nuestra aspiración a que finalmente pueda concretarse la eliminación total y bajo estricta verificación internacional de todas las armas nucleares”, añadió.

Expertos cubanos han alertado que el TNP nació ”castrado por los intereses estratégicos de los dos bloques político-militares principales de esa época (Estados Unidos y la disuelta Unión Soviética), para los que las mortíferas armas nucleares eran un instrumento de disuasión entre ellos”.

En ese sentido, lo culpan de ser un acuerdo ”de esencia discriminatoria”, destinado a impedir el acceso de otros a las temibles armas, pero garantizando la existencia de un ”Club Nuclear”, sin que se limitaran sus derechos al perfeccionamiento cuantitativo y cualitativo de este tipo de armamento.

El TNP establece el compromiso de los poseedores de no traspasar armas nucleares, así como la obligación de estos últimos de no recibir ni adquirir de otra forma tales armas.

También quedó estipulado en el acuerdo mundial que los no poseedores de armas nucleares deben asumir el compromiso de aceptar el control del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), así como el derecho al uso pacífico de la energía nuclear.

”El TNP restringe el derecho de posesión de armas nucleares sólo a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que son China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, consagrando así el surgimiento de un club de países poseedores”, apuntó al respecto Nidia Díaz, comentarista del diario Granma.

En un artículo publicado por ese periódico gubernamental, Díaz indicó que, al adherir al TNP pese a sus ”imperfecciones”, la isla tuvo en cuenta que en estos momentos ”peligra como nunca antes la paz mundial, ante la existencia de un solo poder hegemónico mundial en posesión del arma nuclear”.

”Nuestro país jamás ha sustentado sus planes de defensa en la posesión de armas nucleares ni cualquier otra de exterminio masivo”, afirmó la especialista, en un comentario publicado a comienzos de octubre.

Cuba completó a fines del año pasado también su adhesión a los 12 convenios y protocolos internacionales contra el terrorismo aprobados por la ONU. (FIN/IPS/pg/dm/ip/02

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