(Arte y Cultura) LITERATURA-COLOMBIA: Asombro infantil de la lectura

El programa pedagógico para la formación integral, desarrollado en Colombia por la Fundación Rafael Pombo, ha permitido a dos millones de niños y a un millón de maestros establecer una relación viva con el arte y la cultura.

La clave del éxito del plan ha sido ”atreverse a salir de lo visible a lo invisible (…) del hábito al gusto y al placer, transformando las relaciones niño-tarea, niño-juego, niño-jornada para acceder al mundo del asombro de lo cotidiano”, explicó a IPS la directora general de la Fundación, Clara Teresa de Arbeláez.

Para Arbeláez, el trabajo se fundamenta en ”la participación y libre expresión de los niños y niñas”, en un proceso en el que no hay exigencias ni obligaciones.

La propuesta, reconocida con el Premio Nacional a la Solidaridad 2002 que otorga la Fundación Alejandro Angel Escobar, se sustenta en la necesidad de completar la formación de la niñez desde el afecto, la comunicación y la creatividad.

Uno de los méritos destacados por el jurado es haber facilitado a dos millones de niños colombianos el manejo de ”un lenguaje de paz en medio de la guerra, a enseñarles a reconocer al otro y a reconocerse a sí mismo en la diversidad y a recuperar el placer de tener un libro, tocarlo y volverlo a leer”.

Las personas que pasaron por la Fundación tienen la certeza de que no sólo los artistas son creativos y que ”hacer literatura”, oral o escrita, es una posibilidad que tienen todos, en particular los niños. Literatura como la capacidad de narrar historias a partir de la vida cotidiana, agrega.

En la Fundación Rafael Pombo todo eso se logra mediante talleres, que se desarrollan en tres momentos y en los que se reconoce el potencial creativo de los participantes. Se hace un inventario de sus recursos culturales, históricos, sociales y afectivos hasta que germinan las ideas.

Esta institución ”es pionera en ese tipo de trabajos”, con el desarrollo sistemático de talleres con niños, a partir de la literatura, en vínculo directo con escritores, explicó a IPS la poetiza Mariela Zuluaga.

También ha ejercido una influencia decisiva en los maestros y en los programas académicos de las escuelas, ”al profesionalizar el trabajo con los niños a partir del arte”, añadió Zuluaga, quien fue promotora y coordinadora de la Red de Organizaciones Culturales Infantiles Rocin.

La no gubernamental Fundación Rafael Pombo, creada en 1985 por inspiración de la Casa de Cristián Andersen, de la ciudad dinamarquesa de Odense, es un homenaje viviente al primer poeta colombiano que pensó en los niños.

”Rin Rin renacuajo, el que una mañana salió de su casa muy tieso y muy majo”, y ”La pobre viejecita, que no tenía nadita que comer sino tortas, dulces, nueces, pan y miel”, y muchos otros cuentos han sido por generaciones compañeros inseparables de los niños y niñas de Colombia.

Los fantasmas juguetones de estos personajes imaginarios siguen paseándose por la casona de dos pisos en la que habitó el poeta Pombo, ubicada en el centro histórico de Bogotá, en la esquina de la calle de los Amigos y del Coliseo.

Ellos alternan con Liliana, Juanita, Pedro, Manuel o María, todos alumnos de escuelas públicas de la capital a los que sus maestros han inscripto para los talleres que ofrece la Fundación.

Comparten la lectura de algún cuento fantástico que un padre joven y desempleado le lee a su pequeño hijo, y comprenden la ternura de una madre analfabeta que escucha los relatos de su hija.

En las salas de lectura del primer piso, de paredes adornadas con muñecos articulados, almohadones mullidos y guías de colores que indican los géneros literarios, se pueden consultar 6.000 títulos.

”Sin duda que los más apetecidos son los de fantasmas, misterio y monstruos”, apuntó Arbeláez.

También están al alcance de las manos pequeñas y ávidas de los niños los libros de información, los clásicos maravillosos y de aventuras, además de mitos y leyendas, añadió.

Los nuevos autores colombianos de literatura infantil son algunos de los más solicitados.

”La alegría de querer”, de Jairo Aníbal Niño, ”La estrellita que le perdió el miedo a la noche”, de Pilar Lozano, ”Las cosas de la casa”, de Celso Román, y muchos otros son leídos al derecho o al revés, porque aquí no importa el orden sino el disfrute.

Pero los libros son sólo una de las tantas ofertas que tiene la Fundación para maestros de preescolares y de la enseñanza primaria hasta 13 años, que constituyen el principal público de sus programas.

El teatro de la Fundación también está abierto a las artes escénicas. En tanto, en uno de los patios traseros de la casa, la fiesta es en torno a las artes plásticas, con materiales tan diversos como arcilla o masa de pan, a lo cual se agregan las salas para uso creativo en computadoras.

El Centro de Documentación, adscrito al Instituto Interamericano del Libro, de la Organización de Estados Americanos, fue el primero de la Red de Información Internacional sobre Niñez (RIIN).

A diferencia de la mayoría de entidades adscritas a la RIIN, que son estatales, la Fundación Rafael Pombo es una organización no gubernamental, en cuya junta directiva convergen empresas privadas.

En el transcurso de sus 17 años de actividad, la Fundación ha ido perfilando áreas de trabajo, siempre manteniendo sus principios. A comienzos de la década del 90 se definió como exigencia la participación activa de los maestros en los talleres.

Particularmente en aquellos que se realizan anualmente, en el contexto de la Feria del Libro, principal punto de contacto entre el mundo la docencia y la Fundación, de la que se deriva buena parte de la programación de actividades para el año.

Entre 1996 y 1997 se adoptaron los derechos del niño como una línea orientadora del trabajo, en concordancia con las nuevas situaciones sociales del país y, actualmente, hay una estrecha vinculación entre los proyectos y la atención a la niñez desplazada por la violencia política y social.

Ese es el sentido del proyecto Jitoma, el dios de la transformación en el dialecto indígena uitoto, que la Fundación implementó para la estatal Red de Solidaridad Social en atención a la población desplazada de sus hogares por la violencia, que datos oficiales ubican en unas dos millones de personas, la mitad menor de 18 años.

En el campo de los derechos de la infancia, las encuestas que se realizan con la firma especializada Analizar, auspiciadas por el capítulo sueco de Save the Children, han consultado la opinión de los niños respecto de diversos problemas sociales y políticos del país.

Ellos opinan mayoritariamente que la seguridad es ”vivir sin temores”, que la creatividad está relacionada más ”con la imaginación” que con la inteligencia y tienen conceptos claros acerca de cómo mejorar la educación.

Los niños y niñas señalan que la jornada académica se debe complementar con actividades ”en un centro educativo y cultural y aumentando los recursos económicos hacia los más desprotegidos”.

Los consultados se manifiestan optimistas y piensan que ”ser creativo significa ser capaz de descubrir las cosas por sí mismo” e imaginan un futuro mejor, sin padres que los maltraten. Además expresan la certeza de que completarán sus estudios y trabajarán en lo que les gusta. (FIN/IPS/yf/dm/cr/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe