SUDAFRICA-RIO+10: Una Ecociudad cerca de Johannesburgo

Una comunidad sudafricana de más de 200.000 personas comienza a imponerse la meta de abandonar la pobreza sin perjudicar el ambiente, una iniciativa localizada muy cerca del lugar en que sesiona la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible.

Ivory Park (parque de Marfil) parece cualquier lugar de Africa subsahariana. Está en las afueras de la nororiental ciudad de Johannesburgo, cerca de Sandton, en cuyo centro de convenciones se realiza la Cumbre.

La pobreza se ve por doquier. Una línea de humo se extiende por el horizonte, procedente de 120.000 ubhawulas, el tradicional cilindro metálico donde se enciende fuego y que continúa siendo la fuente de energía predominante en la mayoría de las áreas pobres de Sudáfrica.

Las enfermedades respiratorias afectan a 60 por ciento de los habitantes de Ivory Park, según estadísticas oficiales.

Los niños corren por calles cubiertas de pozos. Cuarenta por ciento de los residentes tienen viviendas precarias y el resto, pequeñas casas de ladrillo. El desempleo asciende a 40 por ciento de la fuerza de trabajo. El agua, en general, está contaminada. El hambre no es aguda, pero se percibe.

Muchos podrían pensar que los problemas ambientales son una preocupación distante en una comunidad en que la próxima comida es la prioridad inmediata, a apenas 25 kilómetros de la moderna área financiera de Johannesburgo.

En ese contexto surgió Ecocity (Ecociudad), un experimento pionero en la búsqueda del nexo entre el desarrollo sustentable y la erradicación de la pobreza, cuestión clave en las deliberaciones de la Cumbre.

Cada uno de los desafíos que afrontan los participantes en la Cumbre tienen cabida en Ivory Park: la erradicación de la pobreza, el acceso al agua y a la energía, la estabilidad del acceso a los recursos alimentarios, el manejo integrado de los residuos, la degradación del suelo y la salud ambiental.

Surgida hace cuatro años, en el marco de las luchas comunitarias contra un vertedero de basura, la iniciativa Ecocity asocia a la comunidad, activistas y varios niveles del gobierno.

”Nos dimos cuenta de que debíamos concentrarnos en el desarrollo económico local y no en el ambiente”, dijo la gerente de Ecocity, Annie Sugrue.

Once millones de dólares donados por el gobierno de Dinamarca pusieron en marcha el proyecto. Desde entonces, surgieron una amplia gama de donantes, entre ellas el Fondo Mundial para la Naturaleza, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y organizaciones de Canadá, Suecia y Suiza.

También empresarios sudafricanos y extranjeros, así como funcionarios de varios niveles del gobierno sudafricano colaboran con Ecocity.

Ecocity reúne varios proyectos innovadores que tienen en común el objetivo de largo plazo de crear una comunidad autosuficiente y respetuosa del ambiente. En el corto plazo, todos los proyectos de la iniciativa son regidos por el principio de aliviar la pobreza creando empleos.

La seguridad alimentaria es el desafío máximo. Una de las primeras iniciativas fue la fundación de seis cooperativas de producción de verduras orgánicas.

El segundo desafío es la planificación de proyectos de infraestructura, como la instalación de un sistema de extracción y distribución de agua que no dañe el ambiente.

Las necesidades de transporte dieron impulso en Ivory Park al exitoso proyecto nacional Shova Lula (pedal fácil), que alienta el uso de la bicicleta mediante la formación de talleres que las fabrican y reparan.

La cooperativa de reciclamiento de residuos Iteke, por su parte, contribuyó a crear 18 empleos de tiempo completo. ”Iteke concentra los temas de pueblo, prosperidad y planeta, y eso es clave en la Cumbre”, dijo el representante del PNUD Kule Chitepo.

Todos esos proyectos aplican la filosofía de Ecocity, según la cual el desarrollo sustentable se implementará de manera adecuada si mejora la calidad de vida de la población.

Los avances fueron pequeños en términos materiales. No se crearon, hasta ahora, más de 100 empleos, por ejemplo. Pero los cambios en la mentalidad de los pobladores de Ivory Park son significativos.

Los residentes recibieron, por distintos medios, conocimientos que ya aplican para ganarse la vida de manera decente. También predomina ahora la tendencia a que los pobladores solucionen por sus propios medios los problemas de la comunidad sin esperar que el gobierno lo haga por ellos.

El momento clave será, según Sugrue, la transferencia completa de la iniciativa a la comunidad, lo que sucederá en el mediano plazo. Con ese fin, se imparten cursos de administración, computación y manejo financiero básico a los habitantes de Ivory Park.

Como consecuencia, es creciente la cantidad de personas de la comunidad que ya ha participado en alguna actividad de Ecocity.

”El éxito no se trata del lucro”, dijo Sugrue. Otra forma de medirlo es el compromiso de la población y, ”en último caso, por la calidad de vida”, agregó. (FIN/IPS/tra-eng/fk/mn/dv en/02

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