NICARAGUA: Justicia arrincona a Alemán

La justicia de Nicaragua ordenó la prisión por delitos de corrupción de 10 familiares y allegados del ex presidente Arnoldo Alemán, quien no pudo ser enjuiciado por contar con fueros parlamentarios, al igual que su hija María Dolores.

La jueza primera del Distrito del Crimen de Managua, Juana Méndez, dictó el martes de noche el fallo en la causa sobre supuesto lavado de dinero, asociación para delinquir y otros delitos cometidos durante el gobierno de Alemán entre 1997 y este año.

Méndez aclaró que la exclusión de Alemán, actual presidente de la unicameral Asamblea Nacional legislativa, y la también diputada María Dolores Alemán, se debió exclusivamente a la inmunidad como legisladores, aunque fueron ”profusamente mencionados” en la fase de investigación.

Agregó que enviará al parlamento toda la información correspondiente para tratar que ese cuerpo apruebe el retiro de los fueros de Alemán y de su hija.

El desafuero de Alemán y de su hija requiere un mínimo de 47 votos en la Asamblea Nacional de 92 integrantes, dominada por los diputados del gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC), mayoritariamente leales a Alemán.

El ex presidente nicaragüense y otras 13 personas fueron acusadas el 7 de agosto por la Procuraduría General (fiscalía) de lavado de dinero, fraude, peculado, malversación de caudales públicos, asociación para delinquir y promoción de la comisión de delitos contra el Estado.

La jueza Méndez ordenó la prisión por peculado y asociación para delinquir a los hermanos del ex mandatario, Amelia y Alvaro Alemán, a su cuñada, Mayra Estrada, y a su sobrino Arnoldo Alemán Estrada.

Todos los familiares de los imputados se encuentran residiendo fuera de Nicaragua, excepto Amelia Alemán, a quien la jueza el concedió el arresto domiciliario por padecer una enfermedad terminal.

También fueron imputados por lavado de dinero el ex director general de Ingresos (DGI) Byron Jerez, el ex ministro de Hacienda y Crédito Público Esteban Duque Estrada y el ex director de la Empresa Nicaragüense de Telecomunicaciones (Enitel) Jorge Solís.

Duque Estrada y Solís también habían huido del país, ante lo cual también se pidió su captura a la Policía Internacional (Interpol).

En el mismo dictamen, Méndez sobreseyó de todos los cargos a la ex secretaria de la tesorería del PLC, María Auxiliadora López, y a la asistente de Jerez, Ligia Segovia, por considerar que fueron ”utilizadas” por sus jefes.

La Procuraduría General había pedido a la justicia la investigación de este grupo de ex funcionarios ante denuncias de presidente Enrique Bolaños, que al igual que Alemán pertenece al PLC y fue su vicepresidente.

Bolaños acusó al ex mandatario de desviar casi 100 millones de fondos públicos en beneficio de su familia, amigos y colaboradores, pero organizaciones de la sociedad civil aseguran que ese monto es apenas la punta de un iceberg de corrupción.

Los activistas sociales y humanitarios sostienen que el estado nicaragüense perdió entre 600 millones y 1.000 millones de dólares durante la gestión de Alemán por malversación, mala administración y quiebras de bancos, entre otros actos delictivos.

Bolaños, tras conocer el fallo en primera instancia, expresó que se trata de ”un triunfo” del pueblo nicaragüense, ante lo cual se abren nuevas puertas para continuar la lucha contra la corrupción.

La corrupción rampante, conocida popularmente en Nicaragua como ”piñata”, es para los analistas uno de los principales obstáculo desde hace décadas para el desarrollo del país centroamericano.

Los expertos explican, además, que el principal problema es que las instituciones son muy débiles y el sistema de administración no tiene controles, en un país que vive desde hace años a merced de la voluntad de caudillos políticos.

Nicaragua, con cinco millones de habitantes, se encuentra en bancarrota, con una deuda externa de 6.750 millones de dólares que triplica su producto interno bruto.

La balanza comercial registra un gran desequilibrio, con 550 millones de dólares de exportaciones y 1.800 millones de importaciones por año.

Este pequeño país centroamericano depende hoy de la ayuda internacional y de casi 600 millones de dólares de remesas que envían los trabajadores emigrantes a sus familias cada año.

Las calles de Managua y de las principales ciudades reflejan la pobreza y el avance de la delincuencia, mientras más de un millón de personas sobreviven con menos de un dólar por día, según datos gubernamentales. (FIN/IPS/lv/dm/ip/02

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