El gobierno de Colombia mantiene contactos con la segunda organización guerrillera del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para poner fin al conflicto armado, informó este jueves el alto comisionado de paz, Luis Restrepo.
Tanto el gobierno como el ELN muestran una mutua disposición para continuar buscando una solución negociada al conflicto armado, dijo Restrepo desde Nueva York a la radioemisora Caracol.
Restrepo, integrante de la delegación presente en la sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), añadió que el gobierno está deseoso de avanzar en la búsqueda de la paz, y que espera refrendar ese compromiso en la entrevista que sostendrán este viernes el presidente Alvaro Uribe y el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Colombia espera que se mantenga el apoyo del gobierno de Cuba para reanudar el diálogo con el ELN en La Habana, un ámbito explorado sin éxito durante la gestión del ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002), dijo Restrepo.
El embajador de Colombia en La Habana, Julio Londoño, sostuvo que el gobierno cubano no sólo ha estado al tanto de las reuniones que se están llevando a cabo con el ELN sino que ha colaborado eficazmente en estos contactos exploratorios.
Según el diplomático, delegados gubernamentales y del Comando Central (COCE) del ELN mantuvieron varios encuentros, aunque aún no se ha entrado a la definición de aspectos concretos para una negociación.
El ELN anunció la semana pasada su disposición a reanudar las conversaciones de paz, que se frustraron en varias oportunidades con el gobierno de Pastrana.
El ELN está interesado en continuar dialogando con el comisionado de paz, con las demás instituciones del Estado y con la organizaciones sociales y políticas, que ven en este esfuerzo caminos ciertos para encontrar una solución política al conflicto, dijo un comunicado del COCE, encabezado por Nicolás Rodríguez, alias Gabino.
No obstante, los rebeldes criticaron la política de seguridad de Uribe, que lleva al país al despeñadero del terrorismo de Estado, y a las fuerzas conjuntas y combinadas de militares y 'narcoparamilitares' que se ensañan con las indefensas poblaciones de zonas rurales y de barrios populares de las principales ciudades.
Antes de negociar con el movimiento social y con la guerrilla, los recursos de la nación están siendo agotados para financiar el aparato militar, con la pretensión de liquidar o reducir a la mínima expresión a la oposición y a las fuerzas guerrilleras.
Si los rebeldes mantienen las condiciones para dialogar que pusieron a Pastrana (garantías para celebrar una convención nacional con la sociedad civil que acuerde la agenda de negociación) el acuerdo será difícil, dijo a IPS una fuente cercana al ELN.
Para llevar a cabo la convención, el ELN había reclamado a Pastrana la creación de una zona desmilitarizada en varios municipios de la región noroccidental, en el curso medio del río Magdalena.
Aunque el anterior gobierno aceptó la propuesta, los habitantes de la zona afectada se opusieron, presuntamente presionados por grupos paramilitares que tienen presencia en el área.
Esas dificultades, sumadas a los ataques a poblaciones, secuestros masivos y atentados contra la infraestructura perpetrados por los rebeldes, llevaron al ex mandatario a suspender las conversaciones con el ELN, al que declaró organización terrorista.
Otro obstáculo para el inicio formal de una negociación es la condición puesta por Uribe a los grupos armados: un acuerdo previo de cese del fuego y la mediación de la ONU, opinó el profesor Luis Valencia, de la estatal Universidad Nacional.
Los contactos del ELN con Uribe forman parte de la estrategia rebelde de intentar descubrir hasta dónde pueden avanzar para obtener algunas ventajas y librar en mejores condiciones su guerra, dijo Valencia a IPS.
El ELN, fundado en 1965, tiene entre 5.000 y 8.000 combatientes, mientras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuentan con entre 15.000 y 18.000, y los paramilitares de derecha de las Autodefensas Unidas de Colobmia suman casi 8.000 rebeldes armados.
Todos estos grupos fueron incluidos en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado de Estados Unidos. (FIN/IPS/yf/dcl/ip/02
