AMBIENTE-ARGENTINA: Sur sigue bajo amenaza de hueco de ozono

La dimensión del hueco de la capa de ozono se ha estabilizado, pero científicos y ambientalistas señalan la persistencia de los riesgos de ese fenómeno, que amenazó el miércoles y este jueves a los 100.000 habitantes de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina.

En vísperas del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, fijado para el 16 de este mes, los fueguinos fueron los habitantes del planeta más expuestos a los dañinos rayos solares ultravioletas, pues el hueco de ese escudo atmosférico se ubicó sobre su provincia.

La capa de ozono está situada entre 15 y 50 kilómetros sobre la superficie del planeta y es una protección natural contra los rayos ultravioletas, perjudiciales para la vida. La exposición a esos rayos puede causar quemaduras, cáncer de piel y pérdida de la visión a seres humanos, además de afectar cosechas.

”Hace tiempo que los habitantes de Tierra del Fuego sabemos que debemos extremar los cuidados, pero vivimos en una zona donde el sol es un gran ausente, y cuando aparece, es difícil tener conciencia del peligro y no salir” a la intemperie, explicó a IPS Graciela Fucks, maestra de la ciudad fueguina de Rio Grande.

El invierno (austral) en esa provincia es muy crudo, con promedio de temperatura de un grado y pocas horas diarias de sol.

La Estación de Vigilancia Atmosférica Global de la Fuerza Aérea Argentina informó que durante los dos días de extremo riesgo, la medición sobre Tierra del Fuego de unidades Dobson, que indican la densidad de la capa de ozono, descendió del normal nivel de 300 a menos de 200.

Las autoridades sanitarias pidieron a los fueguinos que permanecieran en sus casas de las 11 a las 15 horas, y que usaran gorros con visera y sustancias protectoras de la piel cuando estuvieran al aire libre.

Desde 1980 se observa un importante adelgazamiento estacional de la capa de ozono sobre la Antártida, de agosto a diciembre de cada año, equivalente por sus consecuencias a un hueco de millones de kilómetros de diámetro.

El fenómeno se debe a la fabricación y el consumo de productos que contienen gases clorofluocarbonados, conocidos por la sigla CFC, y halones.

Los CFC y los halones se empleaban en la producción mundial de aerosoles, espumas, refrigeradoras, equipos de aire acondicionado, extintores de incendios y limpiadores de equipos electrónicos, pero los países industrializados ya dejaron de casi por completo de usarlos.

El Protocolo de Montreal, firmado en 1987, fijó la meta de eliminar el uso de esos gases en 2010. El mundo industrializado avanzó con rapidez en la materia, pero los progresos de países en desarrollo han sido muy lentos, y los expertos dudan de que se alcance el objetivo mundial dentro de ocho años.

”En los últimos años, la situación del agujero sobre la Antártida y el cono Sudamericano se mantuvo en un promedio razonablemente constante”, dijo a IPS el físico argentino Rubén Piacentini, integrante de un equipo latinoamericano de monitoreo del hueco en la capa de ozono.

”Hubo algunas fluctuaciones significativas del máximo de extensión del agujero y su prolongación sobre el Mar Argentino y el sur del país, que llegó a 29 millones de kilómetros en octubre de 2000, dos millones más que el año anterior, pero dentro de una situación general sin grandes fluctuaciones”, explicó.

Este mes, al comienzo de la agudización anual del fenómeno, el agujero se estabilizó con rapidez, y ”ahora tiene un tamaño menor que el de 2001”, con evolución similar a la de ese año, señaló el experto.

Una interpretación similar de los datos hizo el doctor Pablo Canziani, director del Grupo Atmósfera Media de la Universidad de Buenos Aires. ”Lo que ha ocurrido en estos días es un evento normal que ocurre desde hace 10 o 12 años sobre Tierra del Fuego y el sur del continente”, aclaró a IPS.

Sin embargo, Canziani indicó que el fenómeno se agudiza mucho sobre esa región poblada, con extremos de 145 unidades Dobson, y requiere que los fueguinos adopten en plenop invierno las mismas precauciones y cuidados que las personas que se bañan en playas más al norte del país, en pleno verano.

En definitiva, el problema no parece aumentar con el ritmo observado hace algunos años, y en la actualidad existen instrumentos legales internacionales para neutralizar los factores que lo provocan, pero aún es muy temprano para cantar victoria.

El activista por el ambiente Emiliano Ezcurra, de la filial argentina de la organización no gubernamental Greenpeace, dijo a IPS que el problema es que muchos piensan que el peligro cesó con la firma del Protocolo de Montreal.

”La tarea aún no culminó, y corremos el riesgo de que se debilite ese instrumento (el protocolo), que fue muy valioso y tuvo sus logros”, advirtió.

Personas y las plantas seguirán en grave peligro por muchos años, y aunque hoy se eliminara por completo el uso de CFC y halones, pasaría medio siglo hasta que la capa de ozono recuperara un estado óptima para la protección de la vida terrestre, explicó Ezcurra.

Además, ”grandes países en desarrollo como Brasil, China, India, y naciones de Europa Oriental, aumentarán su emisión de esos gases en vez de reducirla, si no reciben ayuda financiera adecuada para reconvertir sus industrias”, pronosticó.

Fucks relató que hace cuanto puede en su escuela para que niñas y niños tomen conciencia de la importancia de cuidarse de los rayos solares, que sin embargo necesitan para fortificar sus huesos y evitar el raquitismo. (FIN/IPS/mv/mp/en/02

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