Diez inversores privados de Italia advirtieron este viernes que intentarán bloquear todo tipo de transacción entre este país y Argentina hasta cobrar 2,3 millones de dólares, suma equivalente a sus compras de títulos argentinos más intereses.
Los títulos fueron adquiridos por los 10 integrantes del llamado Comité de Acreedores de Argentina antes de que la crisis económica de ese país les hiciera perder casi todo su valor de mercado. El estado argentino no les pagó intereses cuando debía hacerlo.
Los inversores se apoyan en la aceptación en primera instancia de un recurso de amparo que presentaron ante la novena sección del Tribunal Civil de Roma.
Ese fallo judicial acepta que los demandantes tienen derecho a embargar bienes muebles e inmuebles del estado argentino en Italia y en otros países, y a bloquear créditos otorgados a Argentina en Italia, informaron en conferencia de prensa.
Los acreedores no han podido recuperar su dinero y existe el peligro de su pérdida, producto de la grave crisis económica de la República Argentina, que ha manifestado toda su gravedad en tiempos breves y recientes, sostuvo el tribunal.
Por lo tanto, se justifica la adopción de la medida cautelar (de embargo y bloqueo de créditos) solicitada, afirmó.
Esa medida, de caráter preventivo, tendrá vigencia hasta que se emita sentencia definitiva.
El Estado argentino no podrá tener relaciones comerciales y patrimoniales con el Estado italiano, porque nos haríamos presentes con esta disposición que nos permite el embargo, dijo el abogado Mauro Sandri, integrante del Comité.
No habrá ningún espacio comercial en Italia para la República Argentina, sentenció.
Un préstamo de Roma a Buenos Aires, acordado pero aún no concedido, y de monto suficiente para cubrir los 2,3 millones de dólares, podría ser embargado en forma preventiva la semana próxima, advirtió Sandri.
El desembolso de ese préstamo, como los de otros a Argentina acordados por integrantes de la Unión Europea, está condicionado a la firma de un acuerdo entre ese país y el Fondo Monetario Internacional.
No son embargables las sedes de la embajada y el consulado de Argentina en Italia, porque gozan del derecho de extraterritorialidad, explicó Sandri.
El Comité estudia si tiene derecho a recurrir al bloqueo de créditos para Argentina aprobados por organismos financieros internacionales, pero no quiere perjudicar al pueblo de ese país, y está dispuesto a realizar algún tipo de donación en su favor, una vez que recupere el dinero que reclama, afirmó.
La decisión del tribunal de Roma es sólo una batalla de una guerra que será larga y difícil de ganar, opinó el abogado, quien comparó la querella con la bíblica lucha de David contra Goliat, porque enfrenta a 10 personas con un Estado.
Los gobiernos de Italia y Argentina se han abstenido de comentar el asunto.
Según Sandri, en Italia hay unas 350.000 personas que perdieron inversiones en títulos argentinos por valor total de 12.500 millones de dólares, cuando Buenos Aires ofrecía por esos papeles intereses hasta cuatro veces superiores a los otorgados en Italia.
Todas esas personas esperan el resultado de la acción legal emprendida por el Comité, para decidir si presentan demandas similares, apuntó.
Muchos de esos inversores son personas de nivel medio de ingresos.
El abogado Angelo Castelli, participante en la conferencia de prensa, dijo que será más fácil obtener el dinero reclamado mediante el bloqueo de créditos otorgados por Italia que con embargo de inmuebles.
El Ministerio de Relaciones Exteriores creó una unidad especial para dar asistencia a cerca de 600 mil ciudadanos argentinos que poseen pasaporte italiano, en una población total de más de 36 millones, formada en gran parte por migrantes provenientes de Italia.
Entre las empresas italianas con inversiones en Argentina y afectadas por la crisis está el grupo Techint, propietario de la fábrica siderúrgica más moderna de América del Sur, instalada cerca de Buenos Aires.
También Pirelli, coloso de los neumáticos, Parmalat, del sector lácteo, Telecom, de telecomunicaciones, y Sea, que administra los aeropuertos de la septentrional ciudad italiana de Milán y gran parte del sistema aéreo argentino.
Bancos italianos otorgaron a Argentina créditos por cerca de 4.000 millones de dólares, y el más expuesto por esa situación es Banca Nazionale del Lavoro.
Roma otorgó a Buenos Aires el 18 de enero un préstamo de 100 millones de dólares. Un cuarto de ese dinero se destinó a comprar medicamentos y otros materiales para afrontar la emergencia sanitaria, y el resto a firmas italianas que actúan en Argentina, indicó entonces el subsecretario de Relaciones Exteriores, Mario Baccini.
Baccini, responsable de la cancillería para América Latina, arguyó que esa distribución de los fondos se debía a la intención de evitar que la crisis de empresas italianas agravara la situación argentina. (FIN/IPS/jp/mp/if ip/02
