La ONU conmemoró este jueves el Día Mundial de los Refugiados con un tributo a las mujeres, que junto con los niños y niñas constituyen 80 por ciento de los casi 20 millones de estos desplazados en el mundo.
Las mujeres son la fuerza sustentadora de la vida en cualquier comunidad de refugiados. Debemos asegurar que su voz sea escuchada, que su potencial se desarrolle y su papel sea totalmente reconocido, declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Ruud Lubbers.
Varios programas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tienen el objetivo de aumentar la participación de las mujeres en la distribución de ayuda alimentaria y mejorar su protección contra abusos sexuales.
El problema concentró la atención mundial en febrero, cuando ACNUR informó que funcionarios empleados por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en campamentos de refugiados de Africa occidental habían presuntamente obligado a mujeres y niñas a prestar favores sexuales a cambio de alimentos.
La marginación de las mujeres en muchas sociedades empeora en los campamentos de refugiados, donde el control de recursos vitales como alimentos, agua y refugio es típicamente asignado a los hombres, dijo la directora ejecutiva de la no gubernamental Comisión de Mujeres para Mujeres y Niños Refugiados, Mary Díaz.
Muy rara vez se permite a las mujeres participar en la gestión y toma de decisiones en los campamentos, incluso en programas destinados a ellas, agregó Díaz.
Es necesario que los gobiernos del mundo aprueben leyes y políticas para garantizar la seguridad de las mujeres y menores refugiados, si bien, cuando existen, esas normas suelen no ser aplicadas, sostuvo la activista.
Las adolescentes son las más ignoradas por los programas de asistencia debido a su edad y condición social, y están más expuestas al matrimonio forzado, la esclavitud sexual y la violencia de género.
Además, es raro que se les ofrezca información y atención en materia de salud reproductiva, lo cual aumenta su vulnerabilidad a contraer sida y otras enfermedades de transmisión sexual, al embarazo no deseado y al aborto provocado, agregó Díaz.
Lubbers celebró los avances de las afganas, Niñas y adolescentes han vuelto a recibir educación, y las mujeres recuperan su posición anterior al régimen islámico de Talibán, que concluyó en diciembre.
El Alto Comisionado llamó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos y aumentar la entrega de fondos con que asegurar soluciones a las comunidades de refugiados y asistir a 1,02 millones de afganos que retornaron al país desde el lanzamiento de un programa de repatriación en marzo.
Francamente, necesitamos mucho más de lo que hemos obtenido. La renuencia de los donantes a respaldar el trabajo de ACNUR es corta de vista. Los campamentos de refugiados pueden convertirse en semilleros de desesperación, alertó Lubbers.
Los refugiados desesperados son, a menudo, víctimas de traficantes de personas, y también suelen integrarse a redes criminales. Brindarles soluciones puede ser crucial para la seguridad mundial, agregó el jefe de ACNUR.
Por otra parte, los refugiados tienen un enorme potencial en los programas de desarrollo, destacó al Alto Comisionado.
Es tiempo de que la comunidad internacional se haga cargo. Para muchas mujeres y niños refugiados, es cuestión de vida o muerte, dijo Díaz. (FIN/IPS/tra-en/rr/aa/lp/mj/pr hd/02
