BOLIVIA: Comicios en la mira de EEUU y de empresas de energía

Los bolivianos acudirán el domingo próximo a las urnas para elegir a un nuevo presidente que deberá decidir la radicación de un proyecto energético clave y determinará el rumbo de las relaciones con Estados Unidos.

Los 11 candidatos para suceder al presidente Jorge Quiroga finalizaron el jueves sus campañas electorales en medio de la polémica desatada por el embajador de Washington en La Paz, Manuel Rocha, quien pidió no votar al líder indígena cocalero Evo Morales, del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS).

Rocha advirtió que, de triunfar Morales, Estados Unidos suspenderá toda ayuda económica y postergará el ansiado proyecto por 6.000 millones de dólares para exportar gas natural boliviano a América del Norte desde un puerto del océano Pacífico, en la costa occidental sudamericana.

Sin embargo, la posibilidad de triunfo electoral de Morales parece lejana, pues recoge la adhesión de sólo 11 por ciento de los consultados en las encuestas de intención de voto, que dan como favorito al militar retirado Manfred Reyes.

El proyecto gasífero es vital para Bolivia que, para reactivar la economía, apuesta todas sus cartas a explotar sus grandes reservas de ese combustible, aprovechando la crisis energética de Brasil, México y Estados Unidos.

”Quiero recordarle a los bolivianos que si eligen a los que quieren que el país vuelva a ser un exportador de cocaína pondrá en peligro la ayuda de Estados Unidos”, dijo Rocha ante el propio Quiroga, en la inauguración de un aeropuerto en la central región de Chapare, centro de producción de coca y bastión de Morales.

Morales dijo a IPS que ”las declaraciones de Rocha constituyen una grave violación a la soberanía boliviana y una intromisión en asuntos internos”.

Sin embargo,”me alientan, porque de alguna manera se ha convertido en la bandera de mi cierre de campaña”, apuntó.

El MAS agrupa a los campesinos que defienden el libre cultivo de la coca y se oponen al Plan Dignidad, un programa gubernamental auspiciado por Washington para la erradicación de cultivos ilícitos.

El dirigente campesino explicó que podrá explotar la inusual advertencia de Rocha porque en Bolivia ”existe un sentimiento antimperialista y antiestadounidense”, que él representa, y atribuyó las afirmaciones del diplomático ”al miedo de Washington de que sus empresas vuelvan a manos de los bolivianos”.

No obstante, el candidato del MAS afirmó que, de ganar las elecciones, mantendrá relaciones diplomáticas con Estados Unidos, basadas en el ”respeto mutuo”.

”Si quieren respeto, que nos respeten. Si no, es problema de Estados Unidos”, dijo el líder izquierdista.

Quiroga, todos los candidatos presidenciales, la Corte Electoral Nacional y analistas políticos condenaron las declaraciones de Rocha y las consideraron un exabrupto.

Los opositores de Morales criticaron al diplomático, pues entienden que el líder cocalero es clave para la gobernanza.

Sin embargo, Morales aclaró que no participará de ninguna coalición en caso de no llegar a la presidencia, y subrayó que ”el voto no se negocia en pactos perversos”.

Unos 4,1 millones de bolivianos están habilitados para votar el domingo próximo desde las 8.00 a las 16.00 hora local en 19.979 mesas distribuidas en los nueve departamentos del país, en lo que será el quinto comicio consecutivo desde 1982, cuando terminó una seguidilla de regímenes dictatoriales.

La población de Bolivia es de 8,1 millones de habitantes.

Una encuesta divulgada esta semana ubicó a Manfred Reyes, del partido Nueva Fuerza Republicana (NFR), en el primer lugar de las preferencias de los entrevistados, con 25 por ciento de la intención de voto para las elecciones presidenciales y parlamentarias.

Pero Reyes, un militar retirado y ex alcalde de la central ciudad de Cochabamba, la tercera del país, no logrará la mayoría absoluta para acceder a la presidencia de manera directa.

En caso de concretarse en los comicios del domingo lo registrado en las consultas, Reyes tendrá que buscar alianzas en el nuevo Congreso Nacional, que según la Constitución debe elegir al presidente si ningún candidato obtiene más de 50 por ciento de los votos.

Este capitán retirado del ejército comenzó su carrera política hace 10 años en el partido Acción Democrática Nacionalista (ADN), fundado por el general Hugo Banzer, quien dejó en 2001 la presidencia en manos de Quiroga para dedicarse a luchar contra un cáncer que finalmente terminó con su vida este año.

Banzer también había encabezado la dictadura militar que soportó Bolivia entre 1971 y 1977.

Reyes alcanzó la alcaldía de Cochabamba gracias a una sorpresiva alianza con el izquierdista Movimiento Bolivia Libre, cargo que desempeñó por tres periodos consecutivos hasta que fundó la NFR para postularse a la presidencia.

El candidato del NFR, de 47 años, se autodefine como republicano y democrático, partidario del libre mercado y del respeto a la propiedad privada, y propone un ”recambio” en la política de Quiroga.

Reyes es seguido en las encuestas por el candidato del Movimiento Nacionalista Revolucionario, el ex presidente Gonzálo Sánchez de Lozada, con 19 por ciento de la intención de voto manifestada.

”Goñi”, como lo apodan sus seguidores, es un empresario liberal experimentado en contiendas electorales, que gobernó Bolivia entre 1993 y 1997, en cuyo periodo integró a este país en la Comunidad Andina de Naciones e impulsó reformas en la educación, la justicia y la economía.

En tercer lugar aparece el también ex presidente Jaime Paz Zamora, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, con 15 por ciento de las adhesiones, quien pretende construir un ”bloque social” con obreros, campesinos y la clase media.

Paz Zamora, perseguido y exiliado político por su fuerte resistencia a las dictaduras en los años 70, se postuló sin éxito como candidato en los comicios de 1985. Consiguió llegar a la presidencia en 1989 luego de que, paradójicamente, su rival, Banzer, le cediera los votos en el Congreso.

Muy cerca de Paz Zamora se ubica Morales, con el apoyo de 11 por ciento de los consultados, y detrás el candidato de la ADN, Ronald MacLean, con apenas cinco por ciento.

Este resultado de las encuestas confirma el derrumbe del partido fundado por Banzer, que en 1985 obtuvo 35 por ciento de los votos, 22,7 por ciento en 1989 y 22 por ciento en 1997.

Los candidatos presidenciales que apenas figuran en las encuestas son Nicolás Valdivia, del partido Conciencia de Patria, Alberto Costa, de Libertad y Justicia, René Blattmann, del Movimiento Ciudadano para el Cambio, Felipe Quispe, del Movimiento Indígena Pachakuti, Rolando Morales, del Partido Socialista, y Johnny Fernández, de la Unidad Cívica Solidaridad.

Pero las elecciones de este domingo no sólo importan a los bolivianos, sino también a Chile, Perú y a varias empresas transnacionales de energía, pues Quiroga aclaró que será el próximo gobierno quien decida qué puerto usará Bolivia para exportar el gas a América del Norte.

El septentrional puerto chileno de Mejillones y el meridional peruano de Ilo son los principales competidores, pero al parecer La Paz se inclinaría por el primero, pues cuenta con el favoritismo del consorcio Pacific LNG, que participará del proyecto.

Los comicios también serán seguidos de cerca por Washington. El embajador Rocha había dicho en abril que su país ”espera” que el próximo gobierno boliviano cumpla las metas del Plan Dignidad, que no fueron alcanzadas por Quiroga. (FIN/IPS/rp/dm/ip/02

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