PERIODISMO-AMERICA: Nuevas y viejas amenazas

Canadá y Estados Unidos aprobaron el año pasado leyes antiterroristas que amenazan la libertad de prensa, mientras la violencia siguió coartando la labor de los periodistas del sur de América, advirtió Reporteros sin Fronteras (RSF).

”El gobierno de (George W.) Bush realizó muchísimas recomendaciones a los medios de comunicación sobre cómo debían manejar las imágenes filmadas de (el líder islámico saudita) Osama bin Laden”, señala RSF en su informe anual, que se publicará este viernes, Día Mundial de la Libertad de Prensa.

Los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, atribuidos por Bush a Bin Laden, ”quizás causaron mayor daño a la libertad de prensa en Estados Unidos que en cualquier otro país”, añade RSF, una organización no gubernamental cuya sede central está en París.

”Al igual que los regímenes autoritarios árabes, el Departamento de Estado (cancillería de Estados Unidos) presionó a la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, a la que acusó de alentar los sentimientos antiestadounidenses en Medio Oriente”, indica el informe.

RSF sostiene que las leyes antiterroristas aprobadas por Estados Unidos luego de los atentados de septiembre fueron también ”un golpe para los defensores de la confidencialidad en Internet”, la red mundial de computadoras.

Nueve periodistas y empleados de medios de comunicación murieron en los atentados en Estados Unidos. Luego, las autoridades impidieron el ingreso de la prensa a las escenas del desastre.

”Los ataques mataron a casi 3.000 personas, pero no se publicó una sola fotografía de un cuerpo. Las autoridades confiaron en la autocensura de los medios estadounidenses, que prefirieron no mostrar imágenes conmovedoras”, indica el informe.

Por otra parte, una ley antiterrorista aprobada en Canadá, el otro país industrializado de América, ”socavó seriamente el derecho de los periodistas a no revelar sus fuentes” confidenciales, según el informe.

”La publicación de material 'delicado' puede ahora ser considerada un delito sobre la base de que se brinda así información a 'una entidad extranjera o grupo terrorista'”, explica RSF. Esa falta puede ser castigada con cadena perpetua.

La ley antiterrorista canadiense supone que ”no estará garantizada la confidencialidad de los mensajes entre periodistas y sus contactos en países extranjeros”, según la organización.

Antes de los atentados, ”abusos policiales, incluyendo el arresto de periodistas y requisa de equipos” habían dañado la libertad de prensa en Canadá, agrega RSF.

Mientras, ”ningún país de América Latina estuvo verdaderamente al margen de la violencia contra los medios”, reflejada en el asesinato de ocho periodistas en 2001, dos más que el año anterior, según registros de RSF. A esas muertes violentas hay que sumarle las de otros 31 periodistas en el resto del mundo.

El año pasado fueron muertos tres periodistas en Colombia y uno en Bolivia, Costa Rica, Guatemala, Haití y Paraguay. ”La mayoría fueron asesinatos políticos o en venganza por revelaciones sobre corrupción”, según el informe.

”La guerra civil en curso” en Colombia ”es también una guerra de información en que los periodistas siguen siendo víctimas”, informó RSF.

La muerte de tres periodistas colombianos respondió ”a la guerra entre fuerzas paramilitares y guerrillas comunistas”, si bien ”políticos locales y delincuentes organizados también atacaron a la prensa”.

”La anomia legal generalizada” que prevalece en Colombia ”condujo a ocho periodistas al exilio durante el año”, agrega el informe.

Cuba, ”la última dictadura en América”, es ”también el único país (del continente) donde los periodistas están formalmente encarcelados. Dos fueron liberados en 2001, pero eso no fue una señal de alivio del régimen”, advirtió la organización.

”El régimen de Fidel Castro está protegido por una Constitución según la cual todos los medios de comunicación son propiedad del Estado (…). Un centenar de periodistas independientes aún tratan de enviar artículos a cubanos exiliados, que los publican en sitios de Internet”, agregó.

Sin embargo, ”los cubanos comunes no pueden ver” esa información ”debido al estricto control gubernamental sobre el acceso a Internet”, mientras que ”los periodistas independientes son constantemente acosados” mediante ”arrestos, interrogatorios, espionaje telefónico y amenazas de juicio.

Los arrestos e interrogatorios de periodistas independientes ”cayeron de 39 en 2000 a 29 en 2001, pero los incidentes de hostigamiento subieron de 70 a 100”, agrega RSF. Cuatro periodistas cubanos abandonaron su país el año pasado, indica la organización no gubernamental.

En Venezuela, ”las encendidas declaraciones contra la prensa” realizadas por el presidente Hugo Chávez ”causaron preocupación”, pero ”no involucraron actos de represión”, dijo RSF.

Sin embargo, ”las políticas intimidatorias” de Chávez ”tomaron nuevas formas, incluyendo amenazas de retirar la licencia a una emisora de televisión y de investigación impositiva a un grupo de medios, así como un proyecto de ley” de prensa.

”En Brasil y en México, las amenazas no procedieron de la presidencia sino de políticos locales y elementos criminales”, afirma RSF. ”La libertad de prensa es especialmente frágil en los estados (brasileños) de Bahía (nororiental) y Río Grande do Sul (meridional)”, indica el informe.

En tanto, en México, los ”periodistas siguen afrontando amenazas, ataques y presiones de funcionarios a quienes les disgusta ser criticados”.

”El primer año del presidente Vicente Fox en el poder no fue muy diferente al respecto que el gobierno de su predecesor, pero la libertad de prensa sigue expandiéndose lentamente”, apunta RSF.

”La libertad de prensa en el continente se deterioró, en general, durante el año, pero algunos países son un rayo de esperanza. La situación fue satisfactoria en Ecuador, El Salvador y Uruguay, y mejoró mucho en Chile y Perú”, afirma RSF.

RSF destaca, en el caso de Chile, la derogación del artículo 6b de la Ley de Seguridad Interna, que prevé hasta cinco años de prisión para los periodistas por ”insultar” o ”difamar” a altos funcionarios.

Sin embargo, la nueva ley de prensa no eliminó todas las disposiciones represivas de la antigua norma, advierte el informe.

En Perú, quedó al descubierto ”la corrupción sistemática” durante el mandato de Alberto Fujimori (1990-2000) ”y de su eminencia gris, Vladimiro Montesinos (asesor de Inteligencia), que solían controlar los medios de comunicación, en especial la televisión”.

Esa situación cambió tras la caída de Fujimori, pero ”los ataques a la libertad de prensa continuaron en las provincias”.

”Políticos locales, funcionarios de gobierno y policías fueron responsables de la mayoría de los ataques a los periodistas o de obstruir el trabajo de los medios”, agregó RSF, que se manifestó ”preocupado” porque dos de esos incidentes fueron perpetrados por simpatizantes del presidente Alejandro Toledo.

El informe de RSF indica que en 2001 fueron arrestados 489 periodistas (50 por ciento más que en 2000), 716 resultaron atacados y amenazados (40 por ciento más que el año anterior) y que se registraron 378 incidentes de censura (28 por ciento).

También aumentó el número de periodistas en prisión, de 74 en 2000 a 110 en 2001. (FIN/IPS/mj/dm/ic/02

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