ECUADOR: EEUU deja tareas civiles de Manta en dudosas manos

Los negativos antecedentes de una empresa de seguridad contratada por las fuerzas armadas de Estados Unidos para realizar tareas civiles en la base ecuatoriana de Manta aumentaron en Ecuador la resistencia a la cesión de esa zona militar.

La concesión de la base aumentó el impacto en Ecuador de la guerra interna en Colombia, advirtieron legisladores, militares retirados y dirigentes sociales. El gobierno de Gustavo Noboa niega ese extremo.

El ministro de Defensa, almirante Hugo Unda, no concurrió el martes, por actividades programadas de antemano, a explicar a la Comisión de Asuntos Internacionales del parlamento si las autoridades ecuatorianas conocían la contratación de la empresa de seguridad DynCorp por las fuerzas armadas estadounidenses.

El parlamento está preocupado por los ”malos antecedentes” de la empresa estadounidense, dijo a radio La Luna, de Quito, el presidente de la Comisión legislativa, Hugo Moreno. El ministro Unda se comprometió a brindar en los próximos días explicaciones a los legisladores, agregó.

DynCorp fue seleccionada por las autoridades estadounidenses para brindar a las fuerzas de ese país estacionadas en Manta servicios de administración, mantenimiento de instalaciones, limpieza de la pista de aterrizaje, adecuación de calles, alimentación, protocolo, combustible y transporte.

El legislador Moreno advirtió que Washington pudo haber contratado a una empresa ecuatoriana para realizar ese tipo de tareas, y que le llamó la atención que una firma dedicada a acciones militares las desempeñe por un monto de más de 100 millones de dólares.

DynCorp, radicada en el meridional estado estadounidense de Texas, inició sus actividades en la base de Manta el 15 de abril. En total, 134 empleados estadounidenses y ecuatorianos de la compañía se harán cargo del apoyo logístico de los uniformados.

La transnacional de seguridad es también es una de las siete empresas contratadas por el Departamento de Estado estadounidense para la implementación del Plan Colombia, el programa diseñado por el presidente de ese país, Andrés Pastrana, para acabar con el narcotráfico con ayuda de Washington.

DynCorp informó en un comunicado que el contrato firmado con el Comando de Combate Aéreo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos le asigna tareas de apoyo en las bases militares en Manta, Aruba y El Salvador, pertenecientes al Comando Sur, durante cinco años, y recibirá 119,8 millones de dólares por ello.

Diversos medios de comunicación, entre ellos el diario francés Le Monde, involucraron a DynCorp con casos de tráfico de mujeres en Bosnia-Herzegovina y de contratación de mercenarios en las guerras internas de Yugoslavia y Colombia.

Por otra parte, la policía colombiana detuvo en mayo de 2000 una carga de heroína dirigida a la sede de DynCorp en Texas por empleados de la compañía, según informó la propia agencia antidrogas del gobierno de Estados Unidos (DEA).

”Si hay dos o tres manzanas podridas dentro de una entidad, ello no quiere decir que todas estén contaminadas. Nosotros estamos satisfechos por el servicio de DynCorp en Manta”, dijo, por su parte, el comandante de la parte ecuatoriana de la Base Aérea de Manta, coronel Patricio Zavala.

Gracias a la empresa de Texas ”tenemos una de las mejores bases del país con la mejor pista del Ecuador”, afirmó Zavala.

Washington debe rescindir su contrato con DynCorp y con todas las empresas privadas que realizan operaciones militares en la región andina, dijo al diario estadounidense The Nation el legislador del Partido Demócrata Jan Schakowsky, del septentrional estado de Illinois.

Campesinos e indígenas de Ecuador respaldados por organizaciones ambientalistas iniciaron en enero juicio penal en un tribunal de Nueva York contra DynCorp por los efectos de la fumigación en la amazónica frontera colombo-ecuatoriana.

El presidente de DynCorp solicitó al juez neoyorquino, en una carta enviada antes de la primera audiencia, que no acepte el juicio porque la actividad de la empresa era necesaria para defender a Estados Unidos de ataques externos.

Moreno advirtió que si empleados de DynCorp se involucran en violaciones de derechos humanos al desarrollar actividades militares contrainsurgentes, el gobierno de Estados Unidos puede eludir su responsabilidad afirmando que no se trata de sus fuerzas armadas.

El parlamento ecuatoriano comunicó al presidente del Senado de Estados Unidos su desacuerdo por la contratación de DynCorp, así como al canciller de Ecuador, Heinz Moeller, quien, según Moreno, se comprometió a solicitar a Washington la cancelación del acuerdo con la empresa.

DynCorp, especializada en tecnología de inteligencia y en operaciones militares en que no pueden intervenir soldados estadounidenses, fue seleccionada en enero por Washington entre varias ofertantes, informó el comandante Zavala.

El Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que opera en el Caribe, el golfo de México y las aguas que rodean a América Central y del Sur, planifica tercerizar los servicios de apoyo en sus bases, al igual que en instalaciones militares estadounidenses de otras zonas del mundo.

En la frontera de Colombia con Ecuador, DynCorp está a cargo de fumigaciones aéreas de cultivos de coca y de asesorar a militares en lucha antiguerrillera.

El acuerdo de concesión de la base a las fuerzas armadas de Estados Unidos fue firmado en 1999 por el entonces presidente Jamil Mahuad y el canciller Moeller, a la sazón presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales parlamentaria.

El acuerdo no fue conocido por el plenario del Congreso legislativo ni por el público hasta después de su firma. El gobierno de Noboa confirmó su vigencia.

El ex canciller Alfonso Barrera Valverde afirmó que este país cedió la base de Manta sin lograr ninguna retribución de Estados Unidos y corriendo el riesgo de involucrarse en el conflicto colombiano, lo cual demuestra ”la falta de independencia” de la política internacional del gobierno.

La religiosa católica Elsie Monge, presidenta de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, consideró necesaria la revisión del convenio dados los peligros que implica la presencia militar de Estados Unidos la seguridad de Ecuador.

”Ecuador está involucrado en un conflicto”, el de Colombia, ”que tiende a regionalizarse”, afirmó el teniente coronel retirado Edison Sánchez, integrante de una comisión militar a cargo de estudiar en 1999 las potenciales consecuencias de la cesión de la base de Manta.

Sánchez señaló que el rechazo de la comisión a la cesión de la base no fue tenido en cuenta.

El Tribunal Constitucional aún no ha resuelto el recurso de inconstitucionalidad contra el acuerdo presentado por varios partidos políticos y organizaciones sociales, entre ellas la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador.

Mientras, el gerente de la filial ecuatoriana de DynCorp no aceptó ser entrevistado por la prensa. ”Cualquier tipo de interrogantes las deseo por escrito y serán contestadas por mis superiores, en Estados Unidos”, afirmó Figueroa. (FIN/IPS/kl/mj/ip/02

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