El gobierno de Cuba aseguró este jueves que ha pagado centavo a centavo el petróleo procedente de Venezuela y que la suspensión desde abril de ese suministro le ocasionó gastos adicionales por decenas de millones de dólares.
Hay un pago pendiente que corresponde realizar entre el 11 de abril y el 30 de junio y que, de acuerdo con fuentes venezolanas, sería la causa de la interrupción de las entregas de Venezuela, que se enmarcan en un convenio bilateral suscripto en octubre de 2000.
Según un comunicado oficial, esa deuda es motivo de negociaciones entre Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) y la Unión Cuba-Petróleo (Cupet), que en todo momento ha expresado la voluntad de las autoridades cubanas de cumplir con sus obligaciones.
El intercambio de comunicaciones de las últimas semanas indica cambios en las posiciones de Pdvsa y la posibilidad de llegar a acuerdos viables para reanudar las operaciones, confirmó el informe oficial, publicado en la primera página del diario Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Fuentes diplomáticas venezolanas afirmaron la semana pasada en La Habana que normas internas impedían a Pdvsa reanudar la exportación de petróleo a Cuba mientras no se llegase a un acuerdo financiero por la deuda cubana, calculada en 100 millones de dólares.
Empero, no hay suspensión ni revisión del Acuerdo Petrolero de Caracas, que asegura a Cuba el suministro en condiciones preferenciales de 53.000 barriles diarios de petróleo venezolano, dijo a IPS la encargada de negocios de la embajada venezolana en Cuba, Olga Fonseca.
El contrato, con vigencia hasta 2005, asegura a Cuba un volumen de petróleo y derivados que equivale a 33 por ciento de su consumo. Los precios son los del mercado, con ajustes mensuales o trimestrales en casi todo el surtido.
Entre diciembre de 2000 y abril último, Cuba recibió 25.589.000 barriles, por valor de 675 millones de dólares, y pagó en efectivo y según lo acordado 439,7 millones de dolares.
Otros 127,7 millones deben ser abonados a partir de 2003, y el 11 de abril debía comenzarse a amortizar un crédito a 90 días y una deuda renegociada, según la nota gubernamental publicaca en Granma.
El comunicado señaló que la importación de petróleo venezolano fue afectada por una huelga en Pdvsa a partir del 5 de abril y luego por el golpe de Estado del día 11 contra el presidente Hugo Chávez.
Tras recuperar Chávez el poder, el 14 de abril, una de sus primeras medidas fue la renovación del directorio de Pdvsa, como señal a los gerentes y técnicos de que prevalecerían en la empresa los criterios profesionales y comerciales en lugar de los políticos.
El gobierno venezolano y los nuevos directores de Pdvsa confirmaron el acuerdo de suministro a Cuba.
El gobierno cubano afirmó que hasta el día del golpe, Pdvsa sólo había despachado uno de los cuatro embarques previstos y en días posteriores, las gestiones de Cupet para reanudar la ejecución de las operaciones fueron infructuosas. Incluso cargas ya embarcadas con destino a Cuba fueron vendidos a terceros, por decisión de las autoridades que controlaban Pdvsa.
Cuba debió cubrir el déficit petrolero con compras a intermediarios y a precios superiores, agravados por la urgencia y altos costos de fletes, por las distancias, ya que algunos cargamentos hubo que traerlos de Europa y Africa.
Todo ello ha ocasionado la erogación de decenas de millones de dólares adicionales a lo planificado, en un momento en que son por todos conocidas las dificultades financieras que enfrenta el país por la suma de circunstancias adversas que hemos atravesado, se agregó en el comunicado.
Pese a sus problemas financieros, Cuba ha pagado centavo a centavo los suministros de este vital producto, cuyos precios han subido de forma inversamente proporcional a los productos de exportación de un gran número de países del Tercer Mundo, se afirmó.
La factura petrolera es fuente de los mayores dolores de cabeza financieros de Cuba, que el pasado año gastó 1.000 millones de dólares sólo por el combustible consumido por las centrales termoeléctricas.
La isla espera producir este año unos 3,3 millones toneladas de petróleo y 600.000 de gas natural asociado. Las necesidades de consumo han sido calculadas en nueve millones de toneladas.
En las últimas semanas, las autoridades redoblaron su campaña en procura de incentivar en las familias el ahorro de energía, y fueron dispuestas nuevas restricciones en las empresas estatales para reducir 10 por ciento el consumo.
La nota oficial en Granma sobre la supensión de los suministros petroleros venezolanos es la primera referencia pública al asunto.
No sabía que Chávez no nos estaba mandando el petróleo, comentó Carlos Urzúa, un trabajador jubilado del transporte, mientras compraba el periódico en un estanquillo del céntrico barrio capitalino El Vedado.
A mediados de este mes, el ministro de Industria Básica, Marcos Portal, confirmó a algunos medios periodísticos extranjeros que no llegaba crudo venezolano desde el frustrado golpe de Estado de abril, pero sus declaraciones no fueron publicadas por la prensa estatal cubana.
Para medios diplomáticos, el comunicado gubernamental intenta preparar el ánimo de la población para la inminente alza de precio de algunos combustibles y de varios artículos de primera necesidad de la red de tiendas en dólares.
Si bien no se ha anunciado oficialmente, empleados de Cupet afirmaron en los últimos días que la gasolina especial subirá de 90 centavos de dólar a 1,20 dólares y la común, de 0,66 a 1,05 dólares, y otra, de menor calidad, será comercializado a 0,85 centavos de dólar. (FIN/IPS/pg/ff/if/02
