AMERICA LATINA: Malestar por críticas de EEUU

Cuba y Ecuador reaccionaron con malestar a las críticas de Estados Unidos en su último informe sobre terrorismo, en el que hizo un claro llamado a los países de América Latina a respaldar con hechos y no sólo palabras la campaña mundial que lanzó luego del 11 de septiembre.

Washington expresó preocupación por la falta de controles antiterroristas en Ecuador y Venezuela, por el aparente renacer de la insurgencia en Perú y el aumento de los atentados y secuestros en Colombia, al tiempo que volvió a incluir a Cuba en la lista de países ”patrocinadores del terrorismo internacional”

El informe del Departamento de Estado (cancillería) estadounidense, divulgado el martes con el título ”Tendencias del terrorismo global”, contiene críticas a Ecuador por ”no haber hecho nada” para vigilar sus fronteras, y acusa a Cuba de ”seguir dando refugio a sospechosos de actividades terroristas”.

Washington volvió a incluir a Cuba en la lista de países ”patrocinadores del terrorismo”, junto con Corea del Norte, Irán, Iraq, Libia, Siria y Sudán, y condenó al ”régimen del dictador cubano Fidel Castro” por ”vacilar” en su actitud hacia la campaña antiterrorista internacional.

El diario Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba, replicó este jueves que la acusación carece de ”pruebas” y ”argumentos”. ”Incluyeron deportivamente” a Cuba con el fin de ”infundir temor y antipatía en los ciudadanos norteamericanos”, agregó el periódico.

Sin embargo, el informe del Departamento de Estado reconoció el apoyo de La Habana a las 12 convenciones sobre terrorismo de la ONU y su decisión de no protestar por el envío a la base naval de Guantánamo, en el sur de Cuba, de los combatientes islámicos hechos prisioneros por Estados Unidos en la guerra en Afganistán.

La Asamblea Nacional (parlamento) de Cuba ratificó las nueve convenciones pendientes a comienzos de octubre, como muestra de su voluntad de combatir el terrorismo tras los atentados de septiembre en Estados Unidos.

Por paradoja, Washington aún no ha ratificado dos tratados específicos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), los referidos a la represión de los atentados con explosivos y de la financiación del terrorismo. Después de los atentados, el presidente George W. Bush urgió al Senado a tratar con rapidez ambos instrumentos.

En su informe, Washington acusó a Castro de ”seguir considerando el terror como una táctica revolucionaria legítima” y permitir el ingreso a Cuba de unos 20 miembros de la organización separatista vasca ETA, así como brindar ”cierto grado de apoyo y refugio a miembros de las Fuerzas Aramda Revolucionarias de Colombia” (FARC).

El informe señala que Nial Connolly, representante para América Latina del Sinn Fein, brazo político del insurgente Ejército Republicano Irlandés y uno de los tres irlandeses detenidos el año pasado en Colombia por colaborar con las FARC, tuvo su oficina en Cuba por cinco años.

El gobierno de Castro ha acusado en reiteradas ocasiones a Washington de patrocinar o de no perseguir a organizaciones opositoras cubanas que planifican desde territorio estadounidense atentados terroristas contra Cuba.

Por otra parte, Washington criticó a Ecuador por no haber implementado medidas de vigilancia en la frontera y en el sistema financiero para controlar los movimientos de terroristas, a pesar de haber expresado firme apoyo a las declaraciones al respecto de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la ONU.

”La facilidad para acceder a documentación fraudulenta en Ecuador, así como la reputación de ese país como corredor estratégico de armas, municiones y explosivos para grupos insurgentes colombianos, siguen siendo motivo de preocupación”, señaló el Departamento de Estado.

El ministro de Defensa de Ecuador, Hugo Unda, rechazó las críticas y explicó que el gobierno de Gustavo Noboa hace todo lo que sus recursos le permiten.

”Nosotros tenemos nuestros propios problemas y muy fuertes. Los medios económicos, materiales y humanos que tenemos nos permiten sólo enfrentar nuestros problemas. Más allá de eso no podemos hacer nada”, dijo Unda.

Por su parte, el secretario de la Presidencia, Oscar Zuloaga, señaló que Ecuador ”es soberano política y económicamente”, y ”no debe obedecer dictámenes de nadie”

Zuloaga descartó que las críticas de Washington fueran una respuesta a la decisión del presidente Gustavo Noboa de no asistir a la reunión de los presidentes andinos con George W. Bush hace dos meses en Lima.

La tensión aumenta en la frontera norte ecuatoriana por la constante incursión de insurgentes colombianos, al punto de que el gobernador de la provincia de Sucumbíos, Víctor Velasco, pidió al gobierno que declare estado de emergencia en la Amazonia, lo que fue rechazado por el vicepresidente Pedro Pinto.

Colombia sigue siendo motivo de preocupación para Washington. Más de la mitad de los ataques terroristas perpetrados el año pasado en el mundo ocurrieron en ese país, la mayoría realizados por las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra infraestructura petrolera, según el informe.

El territorio colombiano fue escenario de 191 de los 346 atentados perpetrados en todo el mundo en 2001. El año anterior, concentró 186 de un total de 426.

El informe del Departamento de Estado llegó a concimiento de la opinión pública colombiana cuando aún está viva la indignación por la masacre a principios de este mes de un centenar de civiles por parte de las FARC en el noroccidental municipio de Bojayá.

Tras ese ataque, la Unión Europea aceptó discutir a partir de este jueves la inclusión de las FARC en su lista de organizaciones terroristas, de la que la había sido excluido a instancias de Suecia, en procura de reactivar el proceso de paz colombiano.

Washington atribuyó a las FARC, al ELN y a las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia unos 3.500 asesinatos en 2001, y aplaudió los esfuerzos del gobierno de Andrés Pastrana para combatir a estas organizaciones con el respaldo de la ONU y la OEA.

Así mismo, informó que el año pasado hubo más secuestros en Colombia que en cualquier otro lugar del mundo, y aseguró que el pago de rescates y extorsiones llegó a afectar en gran medida la economía de ese país.

En Perú, la organización guerrillera maoísta Sendero Luminoso ”muestra señales de regresar como una organización terrorista, pero ahora con una mayor concentración en los narcóticos que en la insurgencia ideológica”, advirtió el informe.

La policía peruana atribuyó a Sendero Luminoso el atentado contra la embajada de Estados Unidos en Lima el 20 de marzo, en el que murieron 20 personas y más de 30 resultaron heridas, en la víspera de una visita del presidente Bush.

La semana pasada, el ministro del Interior peruano Fernando Rospigliosi informó que la Dirección Nacional contra el Terrorismo había descubierto planes de es Sendero Luminoso para realizar nuevos atentados contra intereses estadounidenses.

Washington reconoció el esfuerzo del gobierno de Alejandro Toledo para preparar a sus fuerzas policiales y de inteligencia en el combate contra la insurgencia y por presentar varias iniciativas antiterroristas en el seno de la OEA.

El Departamento de Estado también expresó preocupación por las crecientes versiones de prensa sobre presuntos vínculos entre el gobierno de Venezuela y las FARC y el ELN, ”a los que habría ayudado a obtener armas y municiones”.

Así mismo, criticó al gobierno de Hugo Chávez por su negativa a usar la fuerza en la frontera para evitar ataques guerrilleros contra ganaderos venezolanos, a pesar de haber ofrecido todo su apoyo a la lucha antiterrorista luego del 11 de septiembre.

La Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional de Venezuela anunció que pedirá explicaciones a la embajada de Estados Unidos en Caracas por el informe, en el que además se aseguraba poseer evidencia de la presencia de grupos extremistas islámicos en la septentrional Isla de Margarita.

”Venezuela tiene una gran colonia árabe en el país, trabajando, ayudándonos a desarrollar el país, no podemos cometer el error de generalizar en cuanto a la comunidad árabe, pero hay que investigar la apreciación que está haciendo el gobierno de Estados Unidos”, dijo el presidente de la Comisión, el diputado Juan Montoya.

El Departamento de Estado investiga la actividad de miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y del grupo pro- iraní Hizbolá (Partido de Dios) en varios países de América Latina, incluyendo Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y Panamá, donde ”recaudan millones de dólares cada año con empresas criminales”. (FIN/IPS/rp/mj/ip/02

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