Las autoridades de la meridional ciudad de Ho Chi Min, Vietnam, diseñaron un plan de ordenamiento territorial para enfriar la fiebre especulativa del mercado inmobiliario, que está agotando las tierras agrícolas.
Especuladores grandes y pequeños compran parcelas en zonas agrícolas absorbidas por el vertiginoso crecimiento urbano, para revenderlas poco después a precios entre 10 y 50 veces superiores.
Nguyen Thi Mai destinó más de 10.000 dólares, todos sus ahorros, para adquirir un terreno de 200 metros cuadrados en un distrito agrícola próximo a la ciudad.
Mai esperaba obtener unos 6.600 dólares vendiendo nuevamente la parcela tan pronto como el gobierno local recalificara la zona como urbana.
Pero las nuevas disposiciones municipales que entrarán en vigor este mes, pondrán fin a esos planes. Mai, al igual que muchos especuladores inmobiliarios, puede ser obligada a retornar la propiedad a su dueño anterior si no hace uso de ella en los próximos seis meses.
Las normas de ordenamiento territorial pondrán freno a la cultura del caos que se está imponiendo en el mercado inmobiliario de la ciudad, dijo el presidente del Comité Popular de Ho Chi Min, Le Thanh Hai.
La medida cuenta con el beneplácito del viceprimer ministro Nguyen Tna Dung, quien ya instó a otras localidades a adoptar medidas similares.
Las ordenanzas determinarán que los especuladores retornen los terrenos adquiridos que permanezcan improductivos en los seis meses posteriores a la emisión de los correspondientes certificados de uso de la tierra.
Se suspenderán así mismo todas las transacciones que involucren las tierras agrícolas que rodean el casco urbano con el fin de devolver la tierra a los cultivadores, aseveró Hai.
Esto significa que los agricultores serán los únicos autorizados a adquirir terrenos de zonas suburbanas y rurales, que sólo podrán destinar a actividades agropecuarias.
Las autoridades también estudian medidas para impedir la falsificación de certificados de uso de la tierra, así como la transferencia ilegal de derechos de usufructo.
Estos fenómenos forman parte de la especulación inmobiliaria que afecta a la ciudad de 3,4 millones de habitantes desde fines del año pasado, cuando el gobierno nacional anunció planes de desarrollar nuevos centros urbanos en torno a Ho Chi Minh y a Hanoi, la capital.
Los precios de la tierra se dispararon desde entonces. Algunos de los terrenos adquiridos por los grandes agentes inmobiliarios fueron vendidos por valores entre 10 y 50 veces superiores al inicial.
Pero esta tendencia tiene efectos económicos y sociales negativos en las zonas de influencia de ambas ciudades.
El más grave es la pérdida de importantes zonas fértiles para la agricultura.
Cientos de agricultores han abandonado la labranza y se dedican a procurar vender sus terrenos a precios inflados.
En consecuencia, unas 350 hectáreas de tierras cultivables están inactivas en el distrito rural de Binh Chanh, vecino a Ho Chi Minh, lo cual obligará a modificar los planes de la cosecha de arroz para este año, afirmaron funcionarios locales.
Pero además muchos de los propietarios de terrenos destinados a diferentes proyectos de desarrollo han suspendido las obras en espera de una oportunidad de venta que les permita obtener más ganancias.
Por otra parte, los agricultores que vendieron sus propiedades, gastaron rápidamente el dinero en bienes triviales y quedaron por tanto sin sustento.
La fiebre inmobiliaria ha profundizado varios vicios sociales, como el alcoholismo y el consumo desmedido, advirtió el subdirector de la oficina económica de Binh Chanh.
¿Cómo hallarán dinero para recuperar mi tierra, aunque la venda a la mitad del precio?, se preguntó Mai ante la posibilidad de tener que retornar su propiedad a los dueños anteriores.
Por otra parte, las personas que quieren vender terrenos para destinar los ingresos a la construcción de su vivienda o a la expansión de su producción, se ven desalentadas por el aumento de los precios.
Pagué por adquirir una pequeña parcela. Pero luego que los precios crecieron rápidamente, el propietario se negó a vender y me devolvió el dinero, se lamentó el trabajador rural Nguyen Hoang.
Sin embargo, el anuncio del nuevo plan territorial ya está frenando las alzas.
Por ejemplo, la firma inmobiliaria Phu My Hung está ofreciendo propiedades con rebajas de precios de 20 por ciento.
El gobierno local también adoptará medidas para combatir la urbanización desordenada y las construcciones ilegales que afectan sus planes urbanísticos y de vivienda. (FIN/IPS7tra- eng/tdtl/ccb/dcl/dv/02