/REPETICION/VENEZUELA-COLOMBIA: Roce por presunta actividad de FARC no amaina

Venezuela expresó este jueves que espera una respuesta más satisfactoria que la expresada hasta ahora por Colombia, donde un general aseguró que insurgentes colombianos actuaban desde bases instaladas en suelo venezolano.

La nota diplomática enviada el miércoles por el gobierno colombiano de Andrés Pastrana es ”parcial” y ”la asumimos como una nota preliminar”, pues ”no da respuesta ni al contenido ni al fondo” del nuevo roce bilateral, dijo el canciller Luis Alfonso Dávila.

La comunicación de Bogotá fue en respuesta a una misiva transmitida el 27 de marzo por su par venezolano Hugo Chávez, en la que pidió explicaciones y una aclaración de alto nivel sobre las declaraciones del general Martín Carreño, comandante de la segunda división del ejército colombiano.

Carreño había asegurado que guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían atacado a militares regulares desde suelo venezolano.

El jefe militar colombiano realizó las denuncias después de intensos combates en la provincia del Norte de Santander, fronteriza con Venezuela, en los que murieron 24 militares y 21 insurgentes en la tercera semana de marzo.

El gobierno de Venezuela, que desmintió con énfasis las declaraciones de Carreño, organizó el lunes una visita de alto nivel a la zona, en la que participan tres ministros, para demostrar la falsedad de la afirmación de Carreño.

Dávila informó este jueves, en conferencia de prensa, que en la nota de la cancillería colombiana se propone la creación de una comisión honoraria para investigar ese tipo de incidentes.

Pero Bogotá ”no se pronunció sobre el fondo del asunto”, recalcó.

Confirmó que esa propuesta no es satisfactoria y que espera aún una respuesta de Bogotá. Fuentes diplomáticas indicaron a IPS que Caracas espera un desmentido claro a lo dicho por Carreño.

Chávez también se refirió al asunto. Declaró el martes que ”se miente de manera descarada” y dijo que los militares colombianos trataban de echarle la culpa a Caracas de sus propios errores.

A las expresiones del general Carreño se sumaron testimonios de campesinos colombianos sobre el ingreso de helicópteros venezolanos a territorio de Colombia.

Eso fue tácitamente reconocido por Chávez, mientras que la canciller interina de Colombia, Clemencia Forero, admitió que se presentaron ”problemas de comunicación entre los ejércitos” de ambos países.

Venezuela y Colombia comparten una frontera de 2.200 kilómetros, gran parte de la cual está escasamente habitada y ha sido tradicionalmente lugar de tránsito de guerrilleros, traficantes y de delincuentes comunes. Esto ha provocado ya en el pasado roces diplomáticos bilaterales.

El constante señalamiento de que Chávez brinda facilidades a la insurgencia colombiana y su presunta simpatía en especial con las FARC han empañado en distintos momentos las relaciones entre ambos países desde que el mandatario venezolano asumió el cargo en febrero de 1999.

El año pasado, por ejemplo, Chávez y Pastrana mantuvieron un duro intercambio de palabras, que luego fue limado gracias a la intervención personal del presidente mexicano Vicente Fox.

Sin embargo, la cuestión sigue latente y este año aparece involucrado también Estados Unidos.

George Tenet, director de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA), puso en el tapete esa presunta simpatía y facilidades de Chávez hacia las FARC, al hablar a comienzos de febrero ante una comisión del Congreso de su país.

La presentación de Tenet en el Congreso se concretó después de que en enero se divulgara un vídeo, grabado en julio de 2000, que mostraba a funcionarios de inteligencia militar de Venezuela reunidos en la frontera común, pero del lado colombiano, con el jefe de un grupo de las FARC que había capturado a un venezolano.

El hecho no pasó a mayores. Chávez sostuvo que fue un error de los efectivos venezolanos y Bogotá dio por zanjado el asunto.

Estados Unidos aumentó su incidencia en el desarrollo del Plan Colombia —inicialmente previsto para la lucha antidrogas y ahora extendido a la batalla contra la guerrilla— después de que se interrumpiera el proceso de paz entre el Bogotá y las FARC.

”Nosotros hablamos muy largo (…) intercambiamos opiniones sobre todo lo que tiene que ver con la frontera de Colombia y Venezuela”, expresó el miércoles el nuevo embajador de Washington en Caracas, Charles Shapiro, al término de una reunión con Chávez que duró cinco horas.

En tanto, el analista político Manuel Felipe Sierra comentó que ”se ha producido una modificación, al menos retórica” de las posiciones de Venezuela después del 11 de septiembre y del posterior anuncio de Washington de que iniciaba una lucha antiterrorista mundial.

Chávez se había manifestado hasta el año pasado con frecuencia sobre el conflicto interno colombiano. Le daba categoría de ”fuerza beligerante” a las FARC y, aunque aún hoy se niega a compartir con Estados Unidos el término ”terrorista” para la guerrilla colombiana, ahora se evidencia una mayor moderación.

En el segundo semestre de 2000, cuando las relaciones entre Venezuela y Colombia afrontaron una crisis, Chávez incluyó en sus críticas a la ”oligarquía colombiana” y atacó a los principales medios de comunicación de ese país, acusándolos de una conspiración para dañar los vínculos bilaterales. (FIN/IPS/ac/dm/ip/02

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