MEDIO ORIENTE: Iraq gana apoyo popular con el arma del petróleo

(IPS) La suspensión de exportaciones de petróleo aplicada por el presidente de Iraq, Saddam Hussein, para presionar por la causa palestina, recibe gran apoyo popular en Medio Oriente, pese a que los gobiernos de la región no lo acompañan.

El gobernante iraquí anunció el 8 de este mes la medida, que durará un mes y privó a Estados Unidos de nueve por ciento del petróleo que compraba.

Saddam Hussein alegó que el ”arma del petróleo” es el único recurso para evitar que ”la pandilla estadounidense del mal” mantenga su apoyo a la ofensiva israelí contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Esa iniciativa es saludada por participantes en masivas manifestaciones callejeras contra Israel en Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, Jordania, Líbano, Marruecos, Siria y Sudán, que levantan afiches con la imagen de Saddam Hussein y piden a sus gobiernos que se sumen al embargo.

La oleada de simpatía árabe hacia el presidente iraquí es un importante logro de Bagdad, que logró provocar esa reacción luego de que Washington mostró disposición a atacar Iraq en el marco de su ”guerra antiterrorista”, y el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, recorrió Medio Oriente en busca de apoyo para ese ataque.

Los gobiernos árabes de países petroleros apoyan con dinero a la ANP, pero no han querido emplear el embargo petrolero, su arma económica más poderosa, para ejercer presión contra Israel sobre Estados Unidos y otros países occidentales, como lo hicieron en 1973.

Gran parte de esos gobiernos consideran que aquel embargo fue muy perjudicial para sus economías, y no desean repetir la experiencia.

”¿Cómo podríamos apoyar a nuestros hermanos palestinos si no tuviéramos ingresos petroleros?”, preguntó la semana pasada el gobierno kuwaití, en una declaración oficial.

”Debemos ser realistas. El 'arma del petróleo' es una espada de dos filos, que hará menos daño a Estados Unidos que a nosotros mismos, en corto y largo plazo”, añadió.

”La lógica económica no es atractiva en una crisis política de gran magnitud como la actual. Urge hallar una solución política del conflicto entre israelíes y palestinos, aunque eso cueste dinero”, opinó el estudiante de historia Iqbal Ismail Mubarak, de la Universidad de Sharjah, uno de los Emiratos Arabes Unidos.

”Los enemigos de la nación (árabe) sólo entienden el lenguaje de las acciones concretas con impacto directo en sus intereses”, alegó el diario iraquí Ath Thawra, portavoz del gobernante Partido Baath.

”Urgimos a las masas árabes a presionar a sus gobiernos para que se alineen con la decisión iraquí y priven a los estadounidenses de envíos de petróleo”, expresó la semana pasada en una declaración la Comisión de Relaciones Internacionales del parlamento de Iraq.

Esa exhortación tuvo eco, y muchos árabes consideraron insignificante la decisión egipcia de reducir de vínculos diplomáticos con Tel Aviv, en comparación con la medida iraquí

En Siria y Yemen hubo movilizaciones ante embajadas de Egispto, para pedir que ese país rompa relaciones diplomáticas con Israel.

”Todos los iraquíes, conducidos por los 'fedayines' (combatientes sagrados) de Saddam, están listos para unirse al combate contra las fuerzas de ocupación” israelíes, aseguró el miércoles Uday, el hijo del presidente de Iraq.

Saddam Hussein anunció que 6,5 millones y medio de iraquíes estaban movilizados para liberar Palestina, y que Uday comandaría la fuerza de ”fedayines” voluntarios, creada en 1994 con la intención declarada de defender al país de agresiones externas.

El presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, pidió el jueves a los países vecinos de Israel que permitan el tránsito de fuerzas árabes para luchar junto con los palestinos, ante una concentración de decenas de miles de personas en Sanaa.

No es la primera vez que Bagdad realiza gestos espectaculares de apoyo a la causa palestina. En 1990, tras invadir Kuwait, Saddam Hussein ofreció retirar sus tropas de ese país, si Israel se retiraba de los territorios palestinos ocupados.

El gobierno iraquí dona a la ANP parte de los ingresos que obtiene por ventas de petróleo, controladas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tras la Guerra del Golfo de 1991, y otorga compensaciones a los familiares de cada atacante suicida palestino contra Israel.

”Los iraquíes tratan de negociar con la ONU y con compañías petroleras, para que las sanciones contra Bagdad adoptadas tras la Guerra del Golfo sean levantadas, a cambio de reanudar la producción petrolera”, sostuvo un funcionario kuwaití según el diario Gulf Times, de Emiratos Arabes Unidos.

Los gobiernos de Irán, Libia y Sudán dicen estar dispuestos a un embargo petrolero contra Estados Unidos, pero sólo si todos los productores árabes y musulmanes lo apoyan, y saben que Arabia Saudita y Kuwait se oponen a esa medida.

Ochenta por ciento del ingreso de divisas a Irán depende de exportaciones petroleras.

”La realidad política de Medio Oriente no permite que las manifestaciones de grupos de presión sean otra cosa que simbólicas. Es muy poco probable que las protestas callejeras influyan sobre los gobiernos”, opinó el profesor Abdullah Khaliq Abdullah, de la Universidad de Sharjah. (FIN/IPS/tra- eng/nj/js/mp/ip/02

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