ALIMENTACION: Faltan voluntad y recursos contra el hambre

La falta de voluntad política y la disminución de los recursos dedicados al sector agropecuario impiden alcanzar las metas de reducción del hambre y la desnutrición fijadas por la comunidad internacional, sostuvo este jueves el director general de la FAO, Jacques Diouf.

La conferencia denominada ”Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después”, prevista para junio en Roma, permitirá a los jefes de Estado y de gobierno buscar mecanismos para modificar esas tendencias, agregó Diouf.

Se trata de una reunión ”muy necesaria al más alto nivel para consolidar la voluntad política y garantizar una movilización precisa de recursos”, precisó.

Diouf participa en La Habana en la 27 Conferencia Regional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) para América Latina y el Caribe, que evalúa la situación en la zona cinco años después de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación celebrada en 1996.

La proporción de pobres en la población mundial sigue siendo elevada y la desnutrición mantiene la misma proporción de hace 20 años, a pesar de los compromisos asumidos en 1996, según la FAO.

En América Latina y el Caribe, la disminución del número de desnutridos en la región no ha alcanzado el ritmo necesario para lograr el objetivo de reducirlo a la mitad para 2015.

”Hemos reducido a un ritmo anual de seis millones el número de hambrientos (en el mundo), pero necesitamos incrementar esa cifra a 22 millones para cumplir la meta”, dijo Diouf a la prensa durante la reunión en La Habana.

Entre las áreas más afectadas figura América Central, donde los desnutridos aumentaron en la última década de cinco a 6,4 millones, mientras la proporción respecto de la población pasó de 17 a 19 por ciento.

Así mismo, en el Caribe, el número de desnutridos creció de 7,3 a 8,8 millones y la proporción se elevó de 26 a 28 por ciento.

La incidencia de la pobreza y la indigencia en América Latina y el Caribe es mucho mayor en el medio rural que en el urbano. Así, las estadísticas de FAO indican que más de la mitad de la población del campo es pobre (64 por ciento) y más de la tercera parte vive en la indigencia (39 por ciento).

La FAO considera necesario movilizar fondos privados y públicos hacia el desarrollo agrícola y rural, en momentos en que la asistencia oficial al desarrollo aportada por los países industriales sufre una tendencia a la caída.

Diouf calculó que esa ayuda descendió 43 por ciento en términos reales entre 1990 y 1999, mientras la proporción de la asistencia del Banco Mundial y las instituciones financieras regionales sufrió un retroceso de 40 por ciento en ese periodo.

La FAO estableció el año pasado un Fondo Fiduciario para la Seguridad Alimentaria y la Inocuidad de los Alimentos de carácter especial, con la que espera aumentar las inversiones destinadas al desarrollo agrícola y rural.

Ese fondo permitiría poner en práctica proyectos piloto de producción de alimentos y generación de ingresos en comunidades rurales pobres, entre ellos programas para la erradicación de las plagas y enfermedades transfronterizas de los animales y vegetales.

Otros planes se refieren a la transferencia de tecnología, en particular mediante la cooperación Sur-Sur y al fortalecimiento de la capacidad para preparar estudios de viabilidad de proyectos financiables.

Diouf señaló que el Fondo Fiduciario ha conseguido hasta ahora movilizar 20 por ciento de la contribución voluntaria establecida como objetivo, fijada en 500 millones de dólares.

En el plano político, la idea de una coalición mundial contra el hambre impulsada por varias personalidades internacionales ha sido discutida en varias conferencias regionales hacia la Cumbre de Roma.

Para Diouf, los esfuerzos y contactos para materializar esa alianza serán una de las ”contribuciones fundamentales” del proceso hacia la cita.

Diouf dijo que casi todos los países en desarrollo, e incluso muchas del mundo industrializado, apoyan esta idea y lo que se discute actualmente es cómo llevar el concepto a la práctica de manera efectiva y positiva.

La cita en La Habana concluirá este viernes con asistencia de ministros y viceministros de más de 30 países de América Latina y el Caribe, además de representantes de organismos internacionales especializados como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Población y la Organización Mundial de la Salud.

Como observadores participan, entre otros, un alto funcionario del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, Seth Winnick, y el nuncio apostólico (representante del Vaticano) en Cuba, Luis Robles. (FIN/IPS/pg/mj/dv/02

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