Organizaciones femeninas y de derechos humanos que exigen en México aclarar y poner fin a la ola de asesinatos de mujeres en la septentrional Ciudad Juárez, al menos 268 desde 1993, tienen ahora el apoyo de una alta funcionaria de la OEA.
La relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para los derechos de la mujer, Marta Altolaguirre, se declaró impresionada por los asesinatos en Ciudad Juárez, la mayoría vinculados con ataques sexuales, y dijo apoyar las demandas para aclarar y poner fin a esos crímenes.
La CIDH, que pertenece al sistema judicial de la OEA (Organización de Estados Americanos), revisará el caso en una sesión programada para el 7 de marzo, tras la cual podría emitir una recomendación al gobierno de México.
La visita de Altolaguirre, que concluyó el miércoles, y su apoyo a quienes demandan el fin de los asesinatos en Ciudad Juárez debería tener efectos inmediatos, dijo este jueves la organización de derechos humanos Agustín Pro Juárez.
«No es tolerable ni aceptable la continuación de los asesinatos sin que se haga nada», declaró Altolaguirre en México, tras calificar los crímenes de «muy graves» y demandar a las autoridades impedir la muerte de más mujeres.
La mayoría de los 268 asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, urbe de 1,2 millones de habitantes fronteriza con Estados Unidos, permanecen impunes. El 20 de enero la policía encontró un nuevo cadáver y, como en casi todos los casos, tenía huellas de maltrato y violación.
La investigación de los crímenes pasó los últimos años por numerosas manos en Ciudad Juárez y recibió incluso el apoyo del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) y de la Procuraduría General de México, pero los asesinatos continúan.
La policía detuvo a una docena de sospechosos, pero sólo uno, el egipcio Abel Latid Sharif, ha sido condenado, y por uno solo de los asesinatos.
La no gubernamental Coordinadora en Pro de los Derechos de la Mujer sostuvo que los 268 asesinatos registrados de manera oficial representan una cifra conservadora, pues ya superarían los 300.
Altolaguirre se manifestó decepcionada por la lentitud e ineficacia de las investigaciones.
«Es indiscutible que hay cierto grado de negligencia» para frenar los crímenes, pues «van nueve años que se está informando» sobre esta situación, declaró la funcionaria de la CIDH.
«Evidentemente no se ha puesto toda la voluntad requerida para la investigación», apuntó.
La Coordinadora en Pro de los Derechos de la Mujer y otras organizaciones «vamos a llegar a donde la policía no llega por razones que se nos escapan. Mantenemos vivo el recuerdo de las víctimas y la ignominia de su muerte», expresó su presidenta Judith Garza.
«La policía sabe que no vamos a parar», advirtió.
La mayoría de los cuerpos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez fueron encontrados en terrenos alejados de zonas habitadas, con huellas de torturas y violación. En algunos casos, presentan quemaduras, y en otros, los pezones fueron arrancados a dentelladas.
La mujeres, casi todas menores de 30 años, eran amas de casa, estudiantes o trabajadoras de fábricas que operan en Ciudad Juárez bajo el sistema de maquila (zonas francas de procesamiento de exportaciones con insumos extranjeros que ingresan al país libres de impuestos).
Las víctimas se encontraron «semidesnudas, sus calzones atorados en los tobillos, su boca en un grito, sus ojos desorbitados. El lenguaje corporal de las muchachas refleja el atroz sufrimiento al que las sometieron», apuntó la escritora Elena Poniatowska al describir los hallazgos en Ciudad Juárez.
Algunos criminólogos locales opinan que los asesinatos podrían haber sido ordenados por mafias vinculadas con personas adineradas y en complicidad con policías. El objetivo de quienes cometen los crímenes sería grabarlos en vídeo para comercializar esa producción, según investigadores.
Ciudad Juárez, situada frente a la estadounidense El Paso, alberga unas 250.000 obreras de maquiladoras, la mayoría solteras y jóvenes que por 10 dólares al día trabajan para firmas como General Electric, Dupont y Thomson RCA.
En las maquiladoras de México, que representan 40 por ciento de las exportaciones nacionales, se ensamblan generalmente productos como computadoras, electrodomésticos y ropa. (FIN/IPS/dc/mj/hd ip/01