Más de 20.000 familias sufren cada año en México el robo o extravío de hijos e hijas, muchos de los cuales son adoptados de modo ilegal en el extranjero o son víctimas de explotación sexual e incluso de tráfico de órganos, informó la no gubernamental Confederación Nacional de Niños Desaparecidos.
Los niños desaparecidos en los últimos seis años, según la Confederación, pueden ascender a 130.000, una cifra considerada verosímil por Oscar Moreno, jefe de la Fiscalía Especial contra el Tráfico de Menores de la Procuraduría General, creada el año pasado.
No hay datos fidedignos sobre el destino de los menores, pero se estima que gran parte son robados por organizaciones delictivas para entregarlos ilegalmente en adopción a familias de Estados Unidos y Europa, dijo Juan Estrada, presidente de la Confederación.
Otros son secuestrados por sus propios familiares o son víctimas de redes de pornografía infantil, y en casos excepcionales los niños y niñas perdidos son asesinados para extraerles sus órganos, indicó Estrada.
«Me robaron a mi hija de seis meses en abril, por favor, ayúdenme. Por medio de engaños me robaron a mi hija», dijo Karina López, de 20 años.
Una desconocida dijo a López que le entregara a su hija para vacunarla. La espera que suponía de minutos se convirtió en una de meses. «Lo que digo a los padres de familia es que cuiden mucho, pero mucho a sus hijos y no se los confíen a nadie», recomendó.
El problema de robo y extravío de niños es grave, reconoció Moreno.
«Yo les pido a las personas que la tienen que me devuelvan a mi hija. No quiero nada en contra de ellos, pero que me entreguen a mi hija porque estoy sufriendo mucho», dijo Guillermina Alcantar, madre de una joven de 15 años con problemas mentales desaparecida hace cerca de un año.
«No es un animal el que se perdió, es mi hija», afirmó.
La fiscalía especializada detectó parejas estadounidenses que viajan a México con el propósito de comprar un niño por menos de 800 dólares, dijo Moreno.
Pero también hay sospechas de envío de niños y niñas mexicanos a Europa o Asia, por lo que la fiscalía suscribió convenios con policías de esos continentes para combatir ese delito.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia estima que por cada adopción legal que se realiza en el mundo, hay tres ilegales.
Estrada aseguró que por la adopción ilegal de un niño mexicano de seis meses a un año se llega a pagar en Estados Unidos de 25.000 a 35.000 dólares.
Los niños y niñas también son sustraidos para integrarlos en redes de prostitución y pornografía infantil, que en este país explotan a unos 17.000 menores, según el presidente de la Confederación.
Estrada indicó que otro motivo de robo de niños es la extracción de órganos para transplantes, si bien se detectó un solo caso.
La Confederación Nacional de Niños Desaparecidos nuclea a las organizaciones Niños Desaparecidos de México, Asociación de Niños Robados y Desaparecidos, Asociación Buscando a Nuestros Hijos y Niños Perdidos de América.
Según la Procuraduría, la mayoría de los niños robados pertenecen a familias pobres, las más indefensos por su escasa instrucción y falta de recursos.
Organizaciones no gubernamentales y el gobierno sostienen que la mejor estrategia contra el robo de menores consiste en que sus familias los cuiden al extremo y se informen sobre el problema, pero también que la policía logre desmantelar a las bandas que cometen estos delitos.
No habrá éxito en la lucha contra el robo de menores sin una cultura de prevención y de respeto a los derechos de la infancia, advirtió Alberto Franco, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Asistencia Privada. (FIN/IPS/dc/mj/hd/02
