CHINA: Manifestantes denuncian corrupción de líderes comunistas

Las críticas y los cargos de corrupción contra altos líderes comunistas de China y sus familias arrecian en un año político crucial, que decidirá la constitución del gobierno por muchos años.

Más de 100 personas se manifestaron esta semana en Beijing frente al parlamento para exigir que el gobierno reabriera una investigación sobre una estafa financiera que involucra a un hijo de Li Peng, ex primer ministro y actual presidente del órgano legislativo.

«Li Peng, devuélvenos nuestro dinero», gritaban los manifestantes.

Securities Market, una publicación semanal con una circulación de cinco millones de ejemplares, tuvo problemas con la censura en diciembre por acusar de corrupción a Li Xiaopeng, el hijo menor de Li Peng, que preside la mayor empresa independiente productora de energía eléctrica, Huaneng Power International.

Aunque los cargos de corrupción y nepotismo han perseguido a la familia de Li Peng durante años, esta vez los dirigentes del Partido Comunista están especialmente sensibles a las acusaciones públicas.

Beijing se prepara para el 16 congreso del Partido Comunista el próximo otoño boreal, en el que muchos de los líderes comunistas de la actual generación se retirarán.

A medida que se intensifica la lucha del poder, se pone en juego el futuro de los jóvenes «príncipes» comunistas, y la ventilación de cargos de corrupción en este momento parece haber tocado un punto muy sensible.

Todavía está fresco el recuedo de las protestas de la plaza de Tiananmen, en 1989, cuando grupos de estudiantes se manifestaron por la democracia y contra la corrupción de los líderes comunistas.

Más de 12 años después, los hijos de los actuales dirigentes son igualmente vulnerables a las protestas y las investigaciones, porque muchos de ellos participaron de la privatización de empresas públicas.

La familia de Li Peng, quien siendo primer ministro en 1989 ordenó la sangrienta represión de los manifestantes de Tiananmen, que dejó cientos de muertos, ha sido por muchos años acusada de corrupción dentro de la industria de la energía eléctrica.

Li Peng fue también ministro de Energía y el principal promotor de la represa de Tres Gargantas, la mayor represa hidroeléctrica del mundo. Durante el gobierno de Li, su esposa Zhu Lin estuvo a cargo de la sede en Beijing de la central nuclear Guangdong Daya Bay.

Varios familiares de Li están presuntamente involucrados en la actual desregulación y privatización del sector de la energía.

El consorcio de energía Huaneng Power International fue uno de los primeros en cotizarse en la bolsa de valores de Nueva York, y desde entonces pasó a cotizarse también en Hong Kong y Shangai.

Un artículo publicado en la edición del 24 de noviembre del semanario Securities Market sostiene que Huaneng era una empresa pública sólo de nombre, y que de hecho se había transformado en «un negocio de la familia Li».

Mientras Li Xiaopeng era el presidente de Huaneng Power International, su madre Zhu Lin era presidenta de otra compañía llamada Huaneng International Development Corp, empresa madre de aquélla.

El autor del artículo, Ma Linhai, sostuvo que sólo «las conexiones del clan Li» pudieron lograr que Huaneng fuera la única empresa estatal a la que el gobierno permitió cotizarse en tres bolsas de valores.

La industria de la energía siempre ha sido considerada en China un sector estratégico, y el Partido Comunista ha tenido mucho cuidado con su privatización.

Las acusaciones de Securities Market enojaron a las autoridades, que ordenaron confiscar todos los ejemplares publicados el 24 de noviembre. El autor Ma, identificado por el semanario como un oficial de la policía, está detenido, trascendió.

Sin embargo, el artículo tuvo un efecto inmediato en el creciente número de inversionistas en acciones, porque fue publicado en un semanario de prestigio, dirigido por el Consejo Ejecutivo de la Bolsa de Valores.

Semanas después de ese escándalo, Beijing está conmovida otra vez por protestas contra la familia Li, pero por otro caso.

En las protestas de esta semana, los manifestantes reclamaron la reapertura de la investigación del caso del fondo de inversión Xinguoda Futures Brokerage Co., que en 1998 habría estafado a sus inversionistas por 532 millones de yuan, o 64 millones de dólares.

Según los manifestantes, el gobierno resolvió que Xinguoda era una empresa ilegal como estrategia para suspender las investigaciones sobre las operaciones de la compañía y proteger así a los hijos del entonces primer ministro Li Peng.

El hijo menor de Li «es un alto oficial de la policía y el principal sospechoso de la desaparición de 200 millones de yuan en el caso Xinguoda», decía un volante entregado a la prensa extranjera.

Muchos esperan que el recambio de líderes del Partido Comunista este año lleve a la caída de la familia Li, pero otros creen que el líder no renunciará a la presidencia del parlamento sin garantías de seguridad para su familia.

«Ese fue un acuerdo arreglado por (el difunto líder comunista) Deng Xiaoping y (el actual presidente) Jiang Zemin hace años, cuando Jiang asumió el poder», afirmó una fuente del gobierno. «No se puede tocar a Li Peng ni a su familia». (FIN/IPS/tra-en/ab/js/mlm/ip/02

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