Ambientalistas mexicanos concentraron sus críticas sobre la compañía petrolera estatal Pemex, involucrada en un derrame de crudo que causó la muerte de una niña y un destructor incendio en la capital.
El expediente de Pemex, que produce 3,5 millones de barriles de crudo por día, acumuló varios problemas vinculados al ambiente en el último mes.
Este accidente, ocurrido el jueves, fue precedido días antes de una fuga de amoníaco, que afectó a pobladores, otra de gasolina, que provocó un muerto y 13 heridos, y una de gas, que causó una explosión y la intoxicación de nueve personas.
«Las evidencias hablan solas sobre las fallas de las instalaciones de Pemex en materia ambiental y la impunidad con la que actúa», dijo a IPS Raúl Benet, director para México de la organización ambientalista internacional Greenpeace.
En tanto, portavoces de la empresa petrolera, la tercera de su tipo en el mundo en volumen de producción, lamentaron los últimos accidentes y señalaron que se hacen esfuerzos importantes para mejorar la gestión ambiental y la seguridad de las instalaciones.
El primer accidente registrado el jueves fue la explosión en la madrugada de un conducto en el estado de Puebla, vecino a la capital mexicana, que provocó el derrame de crudo sobre 20 hectáreas de tierras de cultivo, dejando como saldo la muerte de una niña de cuatro años y cinco adultos intoxicados.
Horas después, un camión de transporte de gasolina volcó en una calle de la ciudad de México debido a exceso de velocidad, según indicaron los primeros peritajes, originando un incendio que afectó a cinco viviendas y caos en el tránsito por más de ocho horas.
El director de Pemex, Raúl Muñoz, declaró que esos accidentes no se produjeron por falta de seguridad o cuidados en la firma, aunque se ordenó revisar los sistemas de mantenimiento.
Pemex, que exporta 1,6 millones barriles diarios de crudo y obtiene ingresos anuales brutos por más de 44.000 millones de dólares, eroga cada año 1.720 millones de dólares en seguridad, protección ambiental y acciones para procesar productos limpios.
El problema ambientalista más importantes provocado por Pemex es la contaminación del agua subterránea, suelos, de playas y de lagunas costeras», debido a fugas y derrames de hidrocarburos, señala un documento de la estatal Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
El estudio añade que en esa industria se registra un «manejo inadecuado de materiales y residuos peligrosos» y se «operan instalaciones de alto riesgo sin las medidas necesarias de prevención de accidentes y riesgo ambiental».
También se comprobó «falta de control y monitoreo (seguimiento) sistemático de fuentes emisoras de contaminantes atmosféricos y la incineración a cielo abierto de excedentes de pruebas de productividad de pozos».
No obstante, la Profepa apuntó que la firma ha mejorado su gestión ambiental.
Este organismo entregó el año pasado a Pemex 44 certificados de industria limpia para varias de sus instalaciones, a diferencia de 1999, cuando informó que esa empresa petrolera era una de las más contaminantes del país.
Dos años antes, la comisión de Greenpeace que realizó un recorrido por instalaciones de Pemex en el golfo de México, zona que guarda una de las principales reservas petroleras del mundo, concluyó que allí se trabaja de manera antiecológica, se atenta contra las comunidades nativas y se violan acuerdos mundiales.
«Nosotros no vemos mejoras sustanciales en Pemex, pero es posible que esto cambie por las recientes reformas legales aprobadas en el Congreso», expresó Benet.
El parlamento aprobó a fines del año pasado leyes que habilitan la inclusión de la secretaría de Medio Ambiente en el consejo directivo de Pemex y la obligan a someterse a estrictas auditorías siguiendo parámetros internacionales.
El poeta Homero Aridjis, presidente del ambientalista Grupo de los Cien, sostuvo que Pemex actúa con total impunidad en materia de desempeño ambiental.
La firma mexicana es una de las pocas de su tipo en el mundo que mantiene su carácter estatal.
El presidente Vicente Fox, quien como candidato sugirió alguna vez privatizar la empresa, aseguró que seguirá en poder del Estado, aunque pedirá al Congreso reformas para permitir que reciba ciertas inversiones foráneas y mejorar su desempeño empresarial.
Datos oficiales indican que casi todas las utilidades de Pemex van a las arcas de la Secretaria (ministerio) de Hacienda. La compañía no puede definir nuevas inversiones ni disponer del dinero que obtiene de su producción. (FIN/IPS/dc/dm/if/02
