Una misión de la ONU que visitó Colombia pronosticó para los próximos meses el agravamiento de la guerra civil y de las condiciones de vida de la población civil en las zonas de conflicto.
La situación se desliza paulatinamente hacia un agravamiento, evaluó Kofi Asomani, coordinador especial sobre desplazados internos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al regresar de su visita.
Las esperanzas de paz se desvanecen, mientras la guerrilla y los militares parecen considerar que las armas son la única solución, explicó Asomani.
Durante una visita al país sudamericano, del 16 al 24 de agosto, un equipo dirigido por Asomani corroboró que el problema de los desplazados internos se agrava.
En la actualidad suman 700.000 los colombianos que permanecen el territorio de su país pero fuera de sus lugares de residencia habitual debido a la violencia del conflicto.
En los seis primeros meses de 2001, unas 80.000 personas debieron dejar sus localidades a causa de la guerra civil. En los últimos seis años, los desplazados han alcanzado a dos millones.
La misión de Asomani, enviada por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, declaró preocupación por los perjuicios que sufren los ciudadanos comunes.
Asomani mencionó entre esos perjuicios asesinatos, desapariciones, reubicaciones forzadas y violencia sexual.
La inseguridad va acompañada de la impunidad, pues en Colombia se persiguen judicialmente menos de 10 por ciento de los delitos relativos a los derechos humanos, sostuvo Asomani.
En los últimos meses, el fenómeno de los desplazamientos internos de personas creció de forma progresiva, tanto en número como en extensión geográfica y en complejidad política, dijo el jefe de la delegación de la ONU.
Esas personas, en particular las originarias de zonas rurales, necesitan con urgencia protección y asistencia en casi todos los aspectos. Pero entre todas las agencias de la ONU solo se dispone de 15 millones de dólares para destinar este año a las actividades en Colombia.
Las agencias que participan son el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
También intervienen el Programa Mundial de Alimentos (PAM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Asomani opinó que el gobierno de Andrés Pastrana y la comunidad de instituciones humanitarias realizan esfuerzos significativos para atender las necesidades de los desplazados.
Sin embargo, las poblaciones vulnerables continúan sufriendo penurias y pobreza extremas, lamentó. La gran mayoría vive en condiciones de hacinamiento e insalubridad, con acceso limitado a servicios como la atención médica, el agua, el alcantarillado y la educación.
Los desplazados reciben una ayuda muy limitada, durante un periodo de apenas tres meses, observó Asomani. El gobierno y las instituciones humanitarias también deberían ocuparse de las necesidades de medio y largo plazo, reclamó el funcionario.
Además de los desplazamientos internos, también aumentó el número de colombianos que abandonan el país a causa del conflicto.
En los seis primeros meses de 2001, más de 6.000 colombianos solicitaron asilo en Estados Unidos y en Europa. Esa cifra duplica a la registrada el año anterior.
A Costa Rica, uno de los países cercanos, llegaron en la primera mitad de este año 2.000 colombianos. En el mismo lapso de 2000 solo habían entrado 333. A Ecuador huyeron este año 1.800, contra solo 30 en el primer semestre del año pasado.
El gobierno de Colombia acepta que mientras el conflicto se prolongue, será necesario continuar la búsqueda de soluciones adecuadas que permitan a la población vivir con seguridad y dignidad, resumió el enviado de la ONU en una conferencia de prensa. (FIN/IPS/pc/mj/hd pr/01
