ECONOMIA-SUDESTE ASIATICO: Región resiste embates externos

La desaceleración de la economía de Estados Unidos y el estancamiento de la recuperación de Japón amenazan al sudeste asiático, pero esta región está mejor preparada contra los riesgos externos que hace cuatro años, afirmó hoy una comisión regional de las Naciones Unidas.

Luego de un año de impresionante crecimiento, el adverso ambiente económico externo pone a prueba la recuperación del sudeste asiático de la crisis estallada en 1997, destacaron funcionarios de la Comisión Social y Económica de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (ESCAP, con sede en Bangkok).

El panorama económico mundial se volvió «más pesimista» desde la terminación del informe, a fines del año pasado, dijo a la prensa el presidente de ESCAP, Kim Hak-Su, al publicar este martes el estudio social y económico anual para la región Asia-Pacífico.

En realidad, las proyecciones publicadas en el «Estudio Económico y Social de Asia y el Pacífico 2001» ya no son válidas, afirmó, y debieron ser modificadas para tener en cuenta el impacto previsto de los problemas en las economías de Estados Unidos y Japón.

Por ejemplo, la estimación del crecimiento del producto interno bruto (PIB) de los países de Asia-Pacífico fue reducida, explicó.

Así mismo, la ralentización de la economía de Estados Unidos recortará en 0,4 a uno por ciento el crecimiento estimado del PIB para el sur y suroeste de Asia, dijo Kim.

Pero las economías del sudeste asiático, dependientes de las exportaciones, son más vulnerables que el sur y suroeste, y en ellas se prevé para este año un crecimiento 1,2 por ciento inferior al estimado originalmente.

En el este y noreste de Asia, la desaceleración de Estados Unidos recortará 0,8 por ciento de la anterior proyección de crecimiento económico para este año, dijo Kim.

«El crecimiento en la región de ESCAP ciertamente se enlentecerá», lamentó.

En general, las estimaciones basadas en los últimos cambios en la economía mundial sugieren una desaceleración de uno a dos por ciento en las economías de Asia-Pacífico, señaló Kim.

«La mayor incertidumbre se relaciona con la profundidad y la duración de la ralentización económica de Estados Unidos en 2001 y la fuerza de la recuperación de Japón», dijo.

Estados Unidos es el principal mercado para las exportaciones de la región. Absorbe entre 20 y 35 por ciento de las exportaciones del este y el sudeste de Asia.

El ambiente externo favorable fue el que permitió el crecimiento del este y el sudeste asiático en el año 2000, «junto a medidas domésticas adecuadas», destaca el estudio.

«El crecimiento más impresionante dentro de la región fue el del sudeste asiático. No sólo superó el de 1999 en dos puntos porcentuales, sino que excedió significativamente las previsiones realizadas 12 meses antes», resalta el documento.

En promedio, el sudeste asiático registró un crecimiento de casi seis por ciento en su PIB. Malasia y Singapur crecieron más de ocho y 10 por ciento, respectivamente.

Tailandia fue el mayor exportador de la región. Sus ingresos por exportaciones, que habían aumentado siete por ciento en 1999 a 58.400 millones de dólares, subieron 21 por ciento más el año pasado.

Gran parte de esos ingresos procedieron de exportaciones de componentes electrónicos. La venta de semiconductores al exterior aumentó 37 por ciento el año pasado al pasar a 20.000 millones de dólares, la mayor cifra jamás alcanzada.

Las exportaciones de productos electrónicos también sostuvieron el ritmo de recuperación en Indonesia, que registró un crecimiento de 4,4 por ciento en su PIB el año pasado.

Vietnam figuró en tercer lugar, con un crecimiento de 6,7 por ciento, frente a 4,8 por ciento en 1999, debido en gran parte al buen desempeño de la industria y las exportaciones, ayudadas éstas por «una mayor demanda regional, a medida que los países vecinos se recuperaban de la crisis».

«El fuerte desempeño económico del sudeste asiático fue impulsado, en gran parte, por el notable crecimiento de las exportaciones en 1999 y 2000», destacó ESCAP.

Por otra parte, el informe advierte contra la creciente deuda pública en la región.

«La creciente deuda pública en la mayoría de los países del sudeste asiático está correlacionada con la reestructuración de los sectores financiero y empresarial», observa el documento.

Así mismo, advierte que «el problema podría agravarse si el crecimiento de la región se redujera como efecto colateral de la desaceleración económica mundial».

Expertos de ESCAP afirmaron que no existen motivos para que otros países asiáticos teman la entrada de China a las Organización Mundial del Comercio, pues sólo «formalizaría» las exportaciones de ese país, ya sustanciales, al mercado mundial.

Además, el ingreso de China a esa organización abriría nuevas oportunidades de exportación para otros países de Asia-Pacífico al enorme mercado chino, agregaron. (FIN/IPS/tra-en/mu/ral/mlm/if-dv/01

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