Las organizaciones de trabajadores de Venezuela celebrarán este 1 de mayo con dos movilizaciones paralelas, en evidencia de la división con que afrontan las transformaciones promovidas por el gobierno en los sindicatos.
Una marcha de los sindicatos afines al gobierno, y otra de organizaciones independientes y de la histórica Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), se realizarán en Caracas el 1 de mayo, pese a los esfuerzos para celebrar una manifestación unitaria, confirmaron dirigentes sindicales.
Alfredo Ramos, coordinador de la organización Nuevo Sindicalismo, aseveró este jueves que el gobierno «pretende decretar la división del movimiento sindical».
El presidente Hugo Chávez tiene «intenciones de contar con sindicatos sumisos», acusó Ramos.
Todos los sindicatos, federaciones y confederaciones de trabajadores de Venezuela realizarán elecciones entre el 25 de julio y 26 de septiembre. Esto es consecuencia de un cuestionado referéndum celebrado en diciembre pasado y impulsado abiertamente por el presidente Hugo Chávez.
Chávez y su partido, el Movimiento V República (MVR), alentaron la convocatoria de la consulta en la Asamblea Nacional (Parlamento) para preguntar a todos los venezolanos si deseaban la renovación del movimiento sindical y la creación de un central obrera única.
La consulta fue cuestionada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que reclamó al gobierno venezolano que se abstenga de intervenir en la vida de los sindicatos.
En el primer trimestre, pese a la polémica desatada por el referéndum de diciembre, se sentaron en una mesa de diálogo una junta renovada de la CTV —cuyos dirigentes históricos renunciaron— , sindicatos independientes y la Fuerza Bolivariana de Trabajadores, afín a Chávez.
El diálogo, promovido por la OIT, buscaba puntos de acercamiento entre los distintos sectores en juego para llevar adelante sin traumas el proceso de renovación y relegitimación de las directivas de los sindicatos que se desencadenó a partir del referéndum.
El Consejo Nacional Electoral aprobó el 20 de abril un estatuto para las elecciones sindicales y eso también ha sido criticado por la OIT, pues, según la organización internacional, deberían ser los propios sindicatos y federaciones los que organicen sus elecciones internas.
Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral cumplía con lo establecido en la Constitución Bolivariana, que entró en vigor en diciembre de 1999 y refleja los postulados de la «revolución social bolivariana» del presidente Chávez, quien llegó hace dos años al poder y goza de alto niveles de popularidad.
«Este proceso electoral se acepta porque está en la Constitución, pero debe cambiarse en el futuro», dijo a IPS el secretario del Sindicato de la Prensa, Gregorio Salazar.
En el caso de esta organización de trabajadores, resulta «una aberración» verse obligada a pedir autorización a las autoridades electorales para renovar su directiva, explicó Salazar.
El Consejo Nacional Electoral determinó las fechas de los comicios, que tienen un lado positivo, según Salazar, porque significarán «una renovación profunda» de los sindicatos.
La CTV, cuya dirección principal también se renovará, figuró durante años en las encuestas entre las instituciones más desacreditadas del país.
Esta central estuvo dominada por décadas por el partido socialdemócrata Acción Democrática, disminuido desde la aparición de Chávez en la escena política, al igual que el socialcristiano Copei.
Ramos y Salazar coincidieron en ratificar la necesidad de cambios en la CTV y en el movimiento sindical en general, pero reiteraron que Chávez y el Frente Bolivariano no actuaron de acuerdo con las normas internacionales sobre libertad e independencia sindical.
«El necesario debate sindical quedó impregnado, marcado, por el debate político del país, por el ambiente de confrontación», dijo Salazar a IPS.
Las movilizaciones del 1 de mayo son percibidas por analistas como una medición de fuerzas de cara a las elecciones sindicales, en especial tras el fracaso en alcanzar un acuerdo para que todas las fuerzas confluyeran en una central unitaria.
De acuerdo con Salazar, la CTV vivirá un proceso interno de transformación «donde tendrán cabida nuevas expresiones» y que la hará «más pluralista», y también nacerá una nueva central obrera con un tinte más oficialista empujada por la Fuerza Bolivariana de Trabajadores.
«Nosotros no queremos una central contra el gobierno, sino que defienda los derechos de los trabajadores», expresó Ramos, quien figura como candidato a presidir la CTV.
«Celebraremos un 1 de mayo, paradójicamente, sin trabajadores», recalcó Ramos para referirse al persistente desempleo y al aumento del sector informal.
«Chávez ha decretado ocho planes de empleo y allí está el desempleo, sin disminuir», aseguró.
De acuerdo con la estatal Oficina Central de Estadística e Informática, la fuerza de trabajo del país alcanza a 10,2 millones de personas. Un 14 por ciento están desempleadas y otro 54 por ciento se desempeñan en el sector informal, sin contrato de trabajo, ni beneficios de seguridad social.
Las encuestadoras Datanálisis y Consultores 21 coinciden en que el desempleo y la inseguridad son las principales preocupaciones y problemas percibidos por la población del país.
El propio Chávez indicó este miércoles que se vivía una situación de «emergencia social». Se espera que el presidente anuncie el 30 de abril un aumento de 10 por ciento del salario mínimo, hoy de 200 dólares por mes.
De acuerdo con el independiente Centro de Análisis y Documentación de los Trabajadores, este salario, aun en el caso de concretarse el aumento, resulta «absolutamente insuficiente» para sostener una familia.
Este instituto determinó que el monto de la canasta mensual de alimentos básicos está en el orden de 300 dólares, sin incluir gastos de vivienda, transporte y servicios básicos. (FIN/IPS/ac/mj/lb/01
