ECONOMIA-AMERICA LATINA: BID propone monedas regionales

El presidente del BID, Enrique Iglesias, dijo hoy en esta capital que en la mayoría de los países de América Latina no existen condiciones para dolarizar sus economías y recomendó la creación en el mediano plazo de monedas regionales.

Iglesias abordó el asunto en una reunión con corresponsales de prensa extranjera, en la cual informó sobre la asamblea anual del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), a realizarse del 19 al 21 de marzo en Santiago, con la presencia de unos 5.000 delegados de gobiernos, la banca, el sector privado y la sociedad civil.

La asamblea de gobernadores de los 46 países accionistas del BID examinará una extensa agenda, que incluye desde áreas particulares de interés social para este organismo, hasta el balance de la economía de América en 2000 y las perspectivas para el presente año.

Iglesias señaló que en la reunión se tratarán igualmente materias de proyección estratégica, como la competitividad internacional de las economías de América Latina y los obstáculos para un mayor crecimiento económico en la región.

También se retomará el análisis de propuestas para la búsqueda de una «globalización con sensibilidad social», considerando la profundización de las desigualdades entre países y al interior de las sociedades nacionales, indicó el presidente del BID.

Sobre esto último, dijo que resultaría ambicioso pretender la formulación acabada de alternativas al modelo de globalización, pero que es posible avanzar en un diagnóstico y en respuestas para una cuestión «de largo aliento».

En este análisis, es inevitable considerar aspectos como el acceso de los países en desarrollo a los adelantos tecnológicos, la eficacia de la cooperación para el desarrollo y las necesarias reformas a la actual arquitectura del sistema financiero mundial, señaló el economista y ex canciller de Uruguay.

La creciente tendencia a la adopción del dólar como moneda local por países latinoamericanos responde más bien a aspectos coyunturales, no es generalizable y no contribuye a la reforma del sistema financiero internacional, comentó Iglesias ante una pregunta de IPS.

«La dolarización es una de las respuestas que los países han querido encontrar respecto del tema internacional y nacional», comentó.

Al respecto, agregó que las reformas que han introducido Ecuador, El Salvador y posiblemente en un futuro Guatemala, se relacionan con situaciones muy especiales de estos países que tienen un relacionamiento muy particular con la economía de Estados Unidos.

Con la dolarización, esas naciones han buscado mecanismos de estabilización interna, de caída de las tasas de interés y de recomposición de la clasificación de riesgo de la moneda en las transacciones internacionales, a través de esta forma de devaluación, explicó Iglesias.

«Pero hacer de esto un punto de apoyo para extender este sistema a los demás países (latinoamericanos) yo creo que sería poco real. En estos momentos, en la mayoría de los países de la región no hay condiciones ni políticas ni económicas para dar pasos en esa dirección», indicó.

«El tema (de la dolarización) es muy controversial y, así como tiene defensores, tiene grandes opositores, pero no creemos que haya condiciones para ese paso en la mayoría de los países», subrayó.

«Creemos, en cambio, que sí hay condiciones importantes para imaginar monedas subregionales. La simplificación del sistema monetario de alguna manera va a ser una realidad en el mundo entero, pero de ahí a la dolarización estamos muy lejos todavía», indicó el presidente del BID.

Iglesias agregó que apoya la iniciativa de una moneda del Mercosur (Mercado Común del Sur), el bloque conformado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y que tiene desde 1996 como miembros asociados a Chile y Bolivia.

La moneda común en el Mercosur sería posible en el mediano plazo y constituye un objetivo saludable para coordinar las políticas macroeconómicas de sus países miembros, argumentó Iglesias, invocando la positiva experiencia que significó el paulatino proceso de la creación del euro en la Unión Europea.

Con respecto al desempeño de la economía latinoamericana, el informe que Iglesias presentará a la asamblea anual de marzo apunta que la región tenderá a mantener este año un crecimiento en torno a cuatro por ciento, similar al de 2000.

El presidente del BID destacó las buenas perspectivas para Brasil, Chile y México y elogió el «coraje» del gobierno de Argentina para adoptar medidas de estabilización que, a su juicio, le restituirán la confianza de la comunidad financiera internacional y favorecerán también su crecimiento en este año.

Iglesias estimó que la desaceleración de la expansión económica de Estados Unidos tendrá este año un «aterrizaje suave», con un comportamiento débil en el primer semestre y una recuperación en el segundo.

La medida de la Reserva Federal estadounidense de rebajar la tasa de interés apunta en esa dirección y ya tiene efectos positivos en América Latina, como la disminución en el servicio de la deuda y la posibilidad de atraer depósitos internacionales que encontrarán aquí mayor rentabilidad, explicó.

Los factores negativos para la región del desempeño de Estados Unidos se derivarán de la esperada pérdida de dinamismo de la economía mundial, opinó Iglesias. (FIN/IPS/ggr/dm/if/01

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