DESARROLLO: Banco Mundial prioriza créditos para protección social

El Banco Mundial promueve una nueva línea de crédito para países pobres, con la finalidad de que establezcan redes de seguridad social permanentes y «mitiguen el riesgo» para los más pobres y vulnerables en tiempos de crisis.

El banco describió su nueva propuesta estratégica en un informe del banco titulado «De la red de seguridad al trampolín», que se basa en la experiencia de las crisis financieras en Asia para abogar por el desarrollo de programas sociales.

Urge implementar seguros de desempleo, sistemas jubilatorios, mecanismos de ahorro para trabajadores informales, programas de obras públicas que reduzcan el paro, reformas del mercado laboral y redes comunitarias de apoyo a los afectados por el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), advirtió.

«La nueva estrategia de administración de riesgos ofrecerá a los países en desarrollo, en consulta con sus comunidades pobres, ayuda para diseñar planes de seguridad social adecuados al diagnóstico que ellos mismos realicen sobre sus puntos débiles», dijo Robert Holzmann, director de protección social del banco y principal autor del informe.

En la actualidad se desarrollan planes piloto de aplicación de esa estrategia en Argentina, Colombia, Jamaica, Guatemala, República Dominicana y Uruguay.

Los préstamos del banco destinados a programas de protección social se han multiplicado por más de seis desde 1994, y alcanzaron un valor de casi 4.000 millones de dólares en el año fiscal 1999 de la institución, 13 por ciento del total de nuevos préstamos que otorgó en ese período.

Sin embargo, el avance de esa estrategia se ha producido en forma simultánea con discusiones sobre la necesidad de reformas en el banco, en las cuales los críticos de derecha arguyen que la institución muestra excesiva disposición a otorgar préstamos a países en desarrollo.

Algunos de esos críticos han sostenido que el banco debe abandonar por completo su función de prestamista, porque al desempeñarla desplaza a instituciones privadas de crédito de los mercados de países con niveles medios de ingreso, y crea condiciones favorables al despilfarro y la corrupción de los gobiernos beneficiarios.

«Somos un banco y estamos en el negocio de otorgar préstamos, pero caminamos sobre dos piernas, y los créditos son sólo una de ellas. La otra es nuestra función como banco de conocimientos», señaló Eduardo Doryan, vicepresidente para desarrollo humano del Banco Mundial y ex ministro de Educación de Costa Rica.

El gran desafío es lograr un equilibrio entre las dos funciones, acotó.

«El mundo es complejo, y no hay soluciones simples para los problemas complejos. La nueva estrategia de protección social aporta un enfoque fresco para afrontar la cuestión de la vulnerabilidad e introducir el principio de que el riesgo debe ser administrado, en especial el riesgo social», añadió.

Especialistas en el seguimiento de las actividades del banco han sostenido, sin embargo, que una de las principales causas del aumento de la pobreza en muchos países en desarrollo es la política macroeconómica recomendada o impuesta a esas naciones por el propio Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Mientras se mantenga el apoyo a esa política macroeconómica, la aplicación de las nuevas estrategias del banco sólo será un pequeño paliativo para el problema de fondo.

«El nuevo informe (del banco) es sólo otro pequeño paso hacia el reconocimiento de que las políticas neoliberales de ajuste estructural han sido un error», opinó Doug Hellinger, del Grupo de Desarrollo de Políticas Alternativas, una organización de especialistas con sede en Wasington.

«Sin embargo, el banco y el Fondo no parecen capaces de admitir cuáles son las causas fundamentales de la pobreza», apuntó.

«Se les ha presentado abundante evidencia acerca del modo en que los pobres son afectados por las reformas del mercado laboral y la liberalización del comercio que esas instituciones impulsan, pero insisten en que no es posible probar la existencia de relaciones de causa y efecto entre esas políticas y los problemas sociales», agregó.

Hellinger participa en la Iniciativa de Revisión Participativa de los Ajustes Estructurales (SAPRI), lanzada en 1997, que ha observado el desarrollo de programas de reforma económica impulsados por Washington en Bangladesh, Ecuador, El Salvador, Ghana, Hungría, Malí, Uganda y Zimbabwe.

La SAPRI afirma que muchas de las medidas de ajuste aplicadas en el marco de tales programas han tenido efectos devastadores sobre la producción, el empleo y los servicios sociales en esos países.

Según el Banco Mundial, menos de la cuarta parte de la población mundial cuenta con redes estatales de seguridad social, y menos de cinco por ciento de los habitantes del planeta pueden recurrir a ahorros o propiedades para afrontar dificultades debidas a crisis económicas, guerras civiles o desastres naturales.

Ese tipo de dificultades causó entre 1990 y 1997 por lo menos un año de disminución del producto interno bruto por habitante en más de 80 por ciento de los países en desarrollo, según el informe del banco.

Los críticos del Banco Mundial alegan que muchos países en desarrollo fueron forzados a disminuir su gasto social orientado al alivio de la pobreza para alcanzar las metas de equilibrio fiscal exigidas por las instituciones financieras internacionales y pagar su deuda externa.

También indican que la incompetencia y el despilfarro de los gobiernos de varias naciones en desarrollo a contribuido al aumento de la pobreza.

Durante el año fiscal 1999 del banco, esa institución otorgó 92 préstamos destinados por completo a programas de protección social, y otros 183 para proyectos que incluyeron un significativo porcentaje de actividades de protección social.

Argentina recibió en 1997 un crédito por valor de 200 millones de dólares para un proyecto de protección social llamado «Trabajar», que brinda contratos temporales en obras públicas a personas pobres desempleadas.

Trabajar realiza pequeños proyectos con uso intensivo de mano de obra, para construir, reparar, ampliar o remodelar escuelas, instalaciones de salud pública, servicios básicos de saneamiento, caminos y puentes.

El banco se propone incluir proyectos de protección social en su Estrategia de Asistencia a Países, un programa de cooperación y apoyo para el logro de metas de desarrollo nacionales. (FIN/IPS/tra-eng/gm/da/mp/dv if/01

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