Argentina tendrá un representante en la próxima edición de los premios Grammy, el músico de rock Fito Páez, quien paradójicamente viene recibiendo galardones internacionales precisamente cuando vive un período difícil con la crítica y el público de su país.
«Fui un protegido de la crítica especializada hasta que empecé a vender discos», ironizó Páez poco después de conocer que su anteúltimo álbum, «Abre», está nominado para el festival de los Grammy en la categoría «mejor álbum de rock alternativo».
Las críticas menos amigables comenzaron en los últimos años, cuando algunos expertos atribuyeron a su matrimonio con la consagrada actriz argentina Cecilia Roth la pérdida de su identidad como artista popular comprometido con la visión de los sectores marginales.
Sin embargo, no sólo las críticas comenzaron a serle adversas. Páez presentó su último disco, «Rey Sol» -que tiene en la tapa la imagen de su hijo de un año y medio- el 1 y 2 de diciembre y al estadio le sobró la mitad de los asientos, un hecho que los organizadores atribuyeron a la crisis económica.
«Evidentemente, en otro lugar del mundo les interesa lo que hago y acá en Argentina no interesa tanto, pero bueno… me gusta, lo tomo como un elogio», volvió a ironizar.
El Grammy, el mayor concurso organizado por la industria discográfica estadounidense desde mediados del siglo XX, tiene ya 11 categorías para la música latina y se celebrará el 21 de febrero en el Staple Center de Los Angeles.
En este concurso, Páez competirá en su categoría con el grupo chileno «La ley» (por su álbum «Uno»), los mexicanos de la banda «El Tri» («No podemos volar»), los venezolanos «Los Amigos Invisibles» («Arepa 3000») y el grupo español «Café Quijano» («La Extraordinaria Paradoja del Sonido Quijano»).
Pero ya en septiembre, el músico argentino había sido galardonado en la edición latina del Grammy 2000, que se estableció hace tres años a raíz de la gran influencia adquirida por los ritmos de países de habla hispana y portuguesa en los últimos años, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.
En esa edición especial, Páez ganó como la mejor voz masculina del rock por su tema «Al lado del camino», del álbum «Abre», y el mismo tema ganó en la categoría de mejor canción de rock.
La victoria lo incomodó en parte y reconoció sentirse en un ambiente que no le era propio, entre cantantes como la colombiana Shakira, el puertoriquño Ricky Martin o el mexicano Luis Miguel.
Páez no se toma muy en serio a sus críticos y prefiere pensar que se trata de la molestia de algunos medios periodístico «con un tipo que hace discos, filma una película, tiene una mujer, un hijo, y que además se siente feliz».
De esa manera, el artista eludió hablar de un tema de fondo que queda en evidencia con su nominación: la entrada al gran mercado internacional de la música latina y lo que ello tiene de negativo para la crítica local, que asociaba su figura a la de un cantante de rock contestatario y rebelde.
Si bien los organizadores del Grammy insisten en que la academia no premia a los que más venden sino a quienes logran la mejor calidad artística, el acontecimiento está muy asociado a las compañías discográficas que parecen impulsar el crecimiento de algunos artistas para, luego de ello, vender más placas.
El grupo mexicano «El Tri», con su vocalista Alex Lora, representa un tipo de rock pesado, rebelde, con influencia en sectores pobres y marginales. Pero Lora negoció con la cadena de televisión Televisa -a la que siempre había criticado- y apoyó al presidente Vicente Fox, del conservador Partido Acción Nacional.
Por el momento, El Tri no vende tantos discos, pero es probable que aumente sus colocaciones a partir de su nominación a los Grammy, y mucho más si es premiado en febrero.
Los chilenos de «La Ley», en una parábola más diáfana de su carrera, decidieron en 1996 irse a vivir a México para ganar mayor proyección internacional, y luego pasaron a Los Angeles.
Respecto del premio, su vocalista, Beto Cuevas, dijo al diario El Mercurio de Santiago que no tiene grandes expectativas, ya que en la edición latina del Grammy, el grupo tenía nominaciones como mejor disco, mejor canción y mejor video, y no ganaron ninguna.
En todo caso, prefiere entusiasmarse con el éxito de público que tuvo el álbum nominado, «Uno», «que fue reconocido en diferentes países e incluso en Chile» y apuntó que gracias a esa nueva producción volvieron a ser profetas en su tierra.
Los españoles «Café Quijano», un grupo con fuertes influencias de la música caribeña que saltó al rock con su álbum «La Extraordinaria Paradoja…», reconocieron que la nominación al Grammy les llega en un momento de fuerte repercusión de su música en su país y en América Latina.
Por último, los venezolanos «Los Amigos Invisibles» están en un buen momento en su país, con fuerte impacto en los medios y en ventas.
Su música está dentro del género del rock pero con toques típicos de la música venezolana, como lo indica el título del álbum, «Arepa 3000», el bollo de harina de maíz que acompaña a la comida en ese país. (FIN/IPS/mv/ag/cr/01