Opositores de actividad no autorizada por la ley anunciaron para el año próximo en Cuba un debate nacional sobre derechos humanos, al que invitarán incluso a funcionarios y a exiliados.
Los promotores del debate explicaron que su propósito es crear un espacio permanente "de los cubanos" para discutir la situación de los derechos humanos de manera integral, desde todas las perspectivas y al margen de las manipulaciones políticas determinadas por la enemistad entre Cuba y Estados Unidos.
También aclararon que la intención no es crear en Cuba un comité vinculado a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), radicada en Ginebra, que ha condenado al estado cubano en varias ocasiones.
"No es una comisión de Ginebra en Cuba", aseguró Manuel Cuesta Morúa, secretario general de la Corriente Socialista Democrática Cubana.
Cuesta Morúa presentó la iniciativa de la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, integrada por la Corriente Socialista Democrática Cubana y por otros cuatro grupos disidentes, ninguno con autorización legal.
La Comisión de la ONU aprobó en abril, por 21 votos a favor y 18 en contra, una resolución auspiciada por República Checa y Polonia que denunció violaciones a los derechos humanos en Cuba.
Pero el gobierno de Castro considera que su conducta en la materia es ejemplar, especialmente en materia de derechos sociales y económicos, y acusa a Estados Unidos de impulsar en Ginebra propuestas "anticubanas", para "desacreditar a la revolución".
La Mesa de Reflexión pretende realizar seminarios, conferencias, talleres y otras actividades, según un programa aún en preparación.
Serán invitados a participar desde "organizaciones civiles, de derechos humanos, profesionales y políticas alternativas de Cuba y el exilio", hasta "autoridades políticas y administrativas de Cuba", afirmaron los organizadores.
El objetivo es fomentar en la sociedad cubana el debate sobre los derechos humanos, porque la discusión se ha realizado hasta ahora casi únicamente entre la comunidad internacional y el gobierno, señaló Cuesta Morúa.
Las reuniones se realizarán en el primer semestre de 2001 y finalizarán con la redacción de una "Carta fundamental de derechos y deberes de los cubanos", que será presentada al gobierno como "fundamento del orden jurídico, institucional y constitucional de la República".
Empero, el proyecto fue recibido con cierto escepticismo en algunos medios de la oposición, constituida por unos 100 pequeños grupos a los que gobierno considera instrumentos de la política hostil de Estados Unidos hacia la isla.
"Hasta el viejo (Carlos) Marx diría que es hora de pasar a la praxis, el país requiere acciones en esa materia, sobre lo cual ya está todo dicho", comentó a IPS el presidente de la ilegal Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, quien aclaró que aún desconoce el texto de la convocatoria.
Sánchez afirmó que la situación ha empeorado, "sobre todo en cuanto a derechos civiles y políticos", y calculó que hay entre 300 y 400 personas detenidas por razones de índole política, aunque, según dijo, el gobierno no da información al respecto.
La Mesa de Reflexión también se propone organizar reuniones para contribuir al reencuentro entre cubanos del exilio y residentes en el interior del país, así como a la normalización de las relaciones con Estados Unidos.
La intención es "continuar adelantando escenarios posibles y viables de modernización y transformación democrática de Cuba", de acuerdo con un documento que la Mesa de Reflexión comenzó a difundir el miércoles.
Para analizar las perspectivas de normalización de relaciones entre Washington y La Habana, la Mesa prevé la realización de un foro el 11 y 12 de septiembre al que pretende invitar a organizaciones internacionales y personalidades estadounidenses.
Al respecto, Cuesta Murúa mencionó, entre otros posibles invitados, a Robert White, ex embajador de Estados Unidos en El Salvador, Wyne Smith, ex jefe de la Oficina de Intereses de Washington en Cuba, y a personalidades representativas de las Internacionales Socialista, Liberal y Demócrata Cristiana.
La Mesa de Reflexión fue constituida en enero de 1999 por el Partido Solidaridad Democrática, Corriente Socialista Democrática Cubana, Partido Liberal Democrático de Cuba, Proyecto Demócrata Cubano y Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos.
Los portavoces de esos grupos aseguran que la oposición a Castro ha optado por un discurso político moderado, que rechaza la violencia y prefiere la "gradualidad" en los cambios que, según entienden, necesita este país. (FIN/IPS/pg/ff/ip hd/00
