CUMBRE DEL MERCOSUR: Presidentes pedirán entrevista con Bush

El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, solicitó hoy una acción política más agresiva del Mercosur en las negociaciones internacionales, instando a su colega brasileño Fernando Henrique Cardoso a promover una reunión con el próximo mandatario de Estados Unidos, George W. Bush.

Tomar la iniciativa, «poner las cuestiones en la mesa», es la mejor actitud frente al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), afirmó Batlle en la cumbre del Mercosur (Mercado Común del Sur) en la ciudad brasileña de Florianópolis.

Batlle, un declarado partidario del ALCA, la unión comercial de los países de América promovida por Washington, propuso como paso inmediato que Cardoso promueva una reunión entre los gobernantes del Mercosur y Bush, que el 20 de enero se hará cargo de la Presidencia de Estados Unidos.

La negociación comercial es un asunto político, y por lo tanto, «hagamos política», dijo Batlle, que señaló la necesidad de llevar también la ofensiva a otros frentes, como la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Así mismo, reclamó una urgente institucionalización del bloque, especialmente la creación de un tribunal permanente para solución de controversias. «Hay que impulsar la supranacionalidad», crear instituciones que sobrevivan a los gobiernos, que son temporales, dijo el mandatario uruguayo.

Eso se hace ahora más necesario «ante lo que vendrá», como las negociaciones del ALCA y con bloques de países ricos y poderosos, en que el Mercosur debe presentarse como una sola identidad, advirtió.

Batlle sugirió aprovechar para crear el tribunal propuesto la oportunidad del décimo aniversario del Tratado de Asunción, documento básico de la integración subregional, el 26 de marzo próximo.

La misma posición fue defendida por el presidente de Paraguay, Luis González Macchi. Es necesario contar con un «sistema más eficiente» para dirimir conflictos que el actual, reducido a tribunales arbitrales que se integran cuando surge algún problema. Una integración más amplia exige organismos unitarios, arguyó González Macchi.

Batlle, que en la reunión de presidentes provocó risas con una intervención salpicada de humor, reclamó mayor rapidez en otras áreas, como la eliminación de procesos antidumping en el bloque y un inventario de los incentivos en práctica, que a su juicio, exigen criterios comunes para evitar conflictivas distorsiones.

El presidente uruguayo destacó los acuerdos logrados sobre sanidad animal y vegetal, observando que las normas sanitarias tendrán un peso creciente en el comercio mundial, en la medida en que la protección arancelaria retrocede.

Al respecto, puntualizó que «Uruguay deseaba una rebaja mayor» del arancel externo común, para criticar la decisión del Consejo del Mercado Común, órgano ministerial resolutivo del Mercosur, de limitar a medio punto un recorte que, según se había dicho previamente, debía ser de tres puntos, para eliminar un aumento de emergencia dispuesto en 1998.

«Comprendemos las dificultades de Brasil», ya que una disminución de tres puntos agravaría su déficit fiscal, pero «habría sido mejor entonces no rebajar nada» y postergar la decisión, porque eliminar sólo medio punto, cuando se debía acabar con el aumento provisorio de tres puntos, afecta la imagen internacional del Mercosur, lamentó.

Cardoso respondió que el adicional de tres puntos aprobado en diciembre de 1997 se debió a la exigencia de la OMC a Argentina de eliminar la tasa de estadística de tres por ciento cobrada sobre las importaciones.

Brasil desea eliminarlo, dijo Cardoso, pero en el ámbito de una revisión general de aranceles, que se realizará en el próximo semestre.

Cardoso acogió la propuesta de Batlle de buscar un diálogo directo de los presidentes del Mercosur con Bush e intentó neutralizar la extendida opinión de que Brasil se resiste al ALCA, demorando las negociaciones.

Brasil quiere el ALCA, como desea un acuerdo con la Unión Europea y otros socios, pero es preciso abordar «el conjunto de los temas» en negociación, sin excluir áreas que interesan al país, como los productos agrícolas y agropecuarios, cuya exportación choca contra barreras proteccionistas en Estados Unidos, explicó.

Según los diplomáticos brasileños, Washington pretende acordar con los países latinoamericanos en materia de inversiones, patentes y servicios y pone obstáculos a la discusión sobre agricultura, y tampoco presenta propuestas concretas.

Hasta ahora, 80 por ciento de los proyectos presentados en las reuniones del ALCA son del Mercosur, afirma la cancillería de Brasil.

El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, invitado a Florianópolis, firmó con sus pares del Mercosur un convenio marco para el comienzo de negociaciones de libre comercio, y calificó al bloque del Cono Sur de América de «ejemplo» de integración y cooperación.

Mbeki destacó también la necesidad de una ofensiva conjunta de los países en desarrollo para luchar por una nueva ronda de negociaciones en la OMC, instancia que, según dijo, no interesa al Norte industrial.

Al respecto, instó a los ministros de Comercio exterior del Mercosur y de Sudáfrica a buscar medios para lograr el comienzo de las negociaciones multilaterales a fines de 2001. (FIN/IPS/mo/ff/ip if/00

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