Hanan Ashrawi, de Palestina, Flora Brovina, de Serbia, y Ruth Perry, de Liberia, figuran entre los 61 nombres propuestos para recibir el Premio para Mujeres Milenio de la Paz por su activismo en países asolados por la guerra.
El premio es el primero de su tipo, según los patrocinadores del acontecimiento, el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer (UNIFEM) y Alerta Internacional (AI), una organización no gubernamental (ONG) radicada en Londres y dedicada a la resolución de conflictos armados.
El galardón será entregado a la ganadora el 8 de marzo del 2001, cuando el mundo celebre una vez más el Día Internacional de la Mujer.
Ashrawi es una de las voces de paz y derechos femeninos más autorizadas en Medio Oriente y ha estado a la vanguardia de las negociaciones con Israel.
Brovina, quien fue encarcelada por organizar manifestaciones pacíficas en Serbia, es fundadora y directora de la Liga Albanesa de Mujeres.
Perry, a su vez, fue jefa de Estado en el gobierno liberiano de transición y está dedicada a movilizar a las mujeres de su país para que desempeñen un papel más activo en la causa de la paz.
Con este premio, UNIFEM y AI buscan concitar la atención internacional sobre mujeres que han hecho "un aporte importante y sustancial" para fomentar los derechos humanos de su género en situaciones bélicas y de posguerra.
"El premio es parte de una campaña internacional más amplia llamada Construcción femenina de la paz: Del consejo aldeano a la mesa de negociaciones, dirigida a promover el papel de la mujer en la resolución de los conflictos", dijo Feyzi Ismail, de AI.
"Esta campaña pretende cambiar el statu quo que pone más énfasis en la seguridad militar que en preservar vidas humanas", dijo Ismail.
En octubre, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas dio un paso sin precedentes y escuchó los testimonios de activistas humanitarias de ONG sobre los vínculos entre la igualdad de género y la paz sustentable.
Eso dio lugar a la primera resolución sobre mujeres, paz y seguridad adoptada unánimemente por el consejo.
La resolución de 18 puntos incluyó el llamado a la protección de las mujeres y niñas contra crímenes durante los conflictos armados y la designación de más mujeres a las fuerzas de paz y misiones posbélicas de la ONU.
Además, insistió en la necesidad de que "más mujeres participen en los procesos de decisión en todos los niveles" para la resolución de conflictos.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), de las 150 millones de personas desplazadas actualmente de sus hogares y países por conflictos o violaciones de derechos humanos, más de 120 millones son mujeres y niños.
Además, los crímenes de guerra perpetrados contra mujeres durante las conflagraciones incluyeron "violaciones, explotación sexual, torturas y mutilaciones".
Niñas y jóvenes fueron apresadas por las tropas, sometidas a esclavitud sexual e infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Para Sunila Abeysekera, directora de Inform, un centro de documentación de derechos humanos en Sri Lanka, devastada desde 1983 por una guerra étnica, la violencia contra las mujeres en su país, así como en Ruanda, la ex Yugoslavia y Timor Oriental, "demuestran que son las que más sufren durante los conflictos".
Según Widney Brown, la situación de las mujeres no mejora en el período de posguerra. "Los programas posbélicos con frecuencia se concentran en la desmilitarización y no reconocen las necesidades específicas de las mujeres", afirmó Brown, directora de la división femenina de Human Rights Watch (HRW).
"De hecho, los programas de posguerra han representado un revés para los derechos femeninos y reimplantado la desigualdad", agregó.
HRW, la mayor organización de derechos humanos de Estados Unidos, comprobó esa realidad en Ruanda y Bosnia.
En Sierra Leona, muchas jóvenes y niñas fueron obligadas a "casarse" con soldados, y mujeres prófugas siguen enfrentando abusos y violencia en los campos de refugiados.
En Somalia, muchas mujeres fueron objeto de maltrato por las fuerzas de paz de la ONU. "Los soldados usaron a las mujeres somalíes como prostitutas y hubo incontables casos de violaciones", dijo Faiza Mohammed, directora de la oficina africana de Igualdad Ahora.
En opinión de Sanam Naraghi, esas violaciones son una de las causas por las cuales las mujeres que viven en países afectados por conflictos pusieron de manifiesto su voluntad de paz. Esa resolución se evidenció en Africa, América Latina y Asia, añadió Naraghi, principal asesora de la campaña femenina de AI.
En Malí y Liberia, las mujeres se unieron para recolectar las armas usadas durante las guerras, mientras en Filipinas "dirigen zonas de paz en torno a las aldeas para proteger a sus hijos".
También en "las peores circunstancias" se arriesgan a ingresar las áreas divididas por la guerra para buscar la paz, con lo cual las mujeres demostraron que "no son víctimas pasivas", expresó.
Naraghi dijo que ese activismo debía ser reconocido porque subraya el aspecto crucial de "la participación popular en los procesos de paz". (FIN/IPS/tra-en/mmm/da/ego/aq/hd/00