ESTADOS UNIDOS-VIETNAM: Histórica visita de Clinton

El presidente estadounidense Bill Clinton comenzará este viernes un histórico viaje a Vietnam para estrechar los vínculos con el único país del mundo que derrotó a Estados Unidos en un conflicto militar desde que los ingleses incendiarion el Capitolio en 1812.

Clinton, quien partió este jueves de Brunei, donde participó de la reunión de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia- Pacífico, se convertirá en el primer presidente de Estados Unidos que realiza una visita oficial a Hanoi.

El primer mandatario, que en sus años universitarios fue un activista contra la guerra de Vietnam (1965-1973), pasará también en su gira de tres días por la ciudad de Ho Chi Minh, la antigua capital de Vietnam del Sur, antes llamada Saigón.

Pero la prensa y la opinión pública estadounidenses parecen no prestar mucha atención al acontecimiento.

Gran parte del desinterés se debe a la incertidumbre sobre los resultados de las elecciones presidenciales realizadas la semana pasada y, en particular, sobre el polémico conteo de votos en el decisivo estado de Florida.

Otro factor que incide en la falta de interés es el hecho de que está descartado que Clinton pida disculpas ante el pueblo de Vietnam por la responsabilidad de Estados Unidos en la guerra. Muchos estadounidenses, si no la mayoría, consideran que la batalla que libró su país fue por una «causa justa».

Pero la apatía también puede estar vinculada con la lentitud que ha mostrado Clinton en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales con Vietnam.

El presidente, en sus ocho años de administración, prefirió siempre que fueran los veteranos de guerra republicanos y demócratas del Congreso quienes llevaran adelante la política de acercamiento con Hanoi.

Fue el ex presidente George Bush quien hizo el mayor trabajo para la normalización de las relaciones diplomáticas, antes que Clinton ganara sus primeras elecciones en 1992.

Bush, quien a su vez se basó en los contactos hechos por su predecesor Ronald Reagan para averiguar el destino de los soldados desaparecidos en acción durante la guerra, levantó el veto de Washington a los préstamos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para Vietnam.

El presidente demócrata esencialmente siguió el camino trazado por Bush pero, debido a su vulnerabilidad política, fue más lento que el republicano.

Clinton levantó el embargo comercial contra Vietnam recién en 1994 y sólo después de que se lo exigiera el Senado, liderado por dos veteranos de guerra, el republicano John McCain (rival de George W. Bush hijo en las últimas internas partidarias) y el demócrata Bob Kerry, quien perdió una pierna en combate.

Clinton normalizó formalmente las relaciones diplomáticas con Vietnam en 1995, pero sólo después que los veteranos más radicales aprobaran la medida. Nombró como embajador al ex congresista republicano y ex combatiente Pete Peterson, quien agilizó los vínculos con Hanoi.

«Hicimos grandes avances y marcamos una diferencia», opinó Virginia Foote, directora del Consejo de Comercio Estados Unidos- Vietnam, con sede en Washington.

Pero no fue sino hasta 1997 que Clinton, en ese entonces presionado por las multinacionales estadounidenses ansiosas por invertir en Vietnam, concedió préstamos y garantías del gobierno a las firmas que quisieran hacer negocios allí.

«Clinton ha sido tímido al extremo con Vietnam, pero al menos hizo lo que tenía que hacer», afirmó una autoridad del Departamento de Estado la semana pasada.

El presidente cuenta ahora con total apoyo. Incluso la Legión Estadounidense, un poderoso grupo político de veteranos de guerra que se opuso al levantamiento del embargo, consideró la visita como una «extraordinaria oportunidad para que se inicie el diálogo».

Está previsto que Clinton dé un discurso a estudiantes de la Universidad Nacional de Vietnam, en Hanoi, que será televisado a todo el país, y luego presencie las excavaciones en una aldea cerca de la capital, donde se presume se encuentra enterrado un avión estadounidense que colisionó durante la guerra.

Pero por ahora es la cuestión económica la que acapara la atención. Washington y Hanoi firmaron en julio un acuerdo que no sólo ayudará a aumentar el comercio bilateral, sino que estimulará las inversiones estadounidenses en Vietnam.

Este convenio es apoyado por las fuerzas neoliberales locales, que insisten en la necesidad de fomentar la inversión extranjera.

Las empresas estadounidenses, interesadas en las crecientes economías asiáticas, se lanzaron a la carrera por Vietnam cuando el embargo fue levantado en 1994, dado que ese país ofrece un mercado de casi 80 millones de consumidores y una mano de obra barata y bien preparada.

Pero, al mismo tiempo, las fuerzas conservadoras vietnamitas tomaron más fuerza y se opusieron a las políticas de reforma económica, o «Doi Moi», lanzadas en 1986. Muchas firmas se desilusionaron y comenzaron a abandonar Hanoi y Ho Chi Minh casi tan rápido como llegaron.

Con la firma del nuevo acuerdo, que aún debe ser ratificado por ambos países, es posible que las compañías renueven su interés por Vietnam.

El pacto determina que los aranceles sobre los productos vietnamitas pasen de 40 por ciento a tan sólo tres por ciento, una reducción que, según los analistas, atraerá a las compañías de electrónica, juguetes y calzado, y hará de Estados Unidos el principal destino de los envíos de Vietnam en un año o dos.

Desde el punto de vista político estratégico, Vietnam es considerado un baluarte contra el poderío de China, a pesar de que las relaciones entre Beijing y Hanoi son bastante amistosas.

Soldados estadounidenses regresaron hace un año a Vietnam por primera vez desde la guerra, para participar de operaciones humanitarias, y han regresado varias veces desde entonces para colaborar en programas de alimentación.

El hecho de que haya sido el jefe del Pentágono, William Cohen, la primera autoridad estadounidense en visitar Vietnam al cumplirse 25 años del fin de la guerra no pasó desapercibido para los analistas internacionales. Washington desea tener acceso a la base naval que construyó en la bahía Can Ranh.

«Si el comercio y las relaciones militares prosperan en forma paralela, Vietnam podría convertirse en el largo plazo en la Turquía del Lejano Oriente para Estados Unidos», escribió George Wilson, corresponsal del Pentágono para el National Journal, poco antes de que se firmara el acuerdo comercial. (FIN/IPS/tra-en/jl/da/rp/mlm/ip/00

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