/Integración y Desarrollo/ BANANO: Alarma en América Latina nuevo sistema comercial de UE

El sistema de compra de banano que adoptará la Unión Europea (UE) podría provocar pérdidas económicas millonarias, despidos masivos y retrocesos en materia ambiental y social en América Latina, según expertos.

La UE le dio luz verde esta semana a un nuevo mecanismo de comercio llamado «primero en tiempo, primero en derecho» —»first come, first serve»—, que se podría ratificar en Bruselas antes del próximo 18 de noviembre y traería como consecuencia más pobreza para los países latinoamericanos.

«Lo triste es ver el impacto social» del sistema, «que se traducirá en más desempleo y en miseria», dijo a IPS Diana Kieswetter, directora general de Banano del Ministerio de Economía de Panamá.

La UE aprobó un sistema que le permitiría mantener preferencias concedidas al banano procedente de sus ex colonias de Asia, el Caribe y el Pacífico, privilegiado por sobre la producción latinoamericana.

Las anteriores preferencias, otorgadas a esos países en los sucesivos Acuerdos de Lomé, fueron cuestionadas con éxito ante la Organización Mundial de Comercio por los exportadores de banano de América Latina y por Estados Unidos, de donde proceden las principales compañías productoras.

Kieswetter aseguró que la preocupación es general en toda América Latina, y vaticinó que en los próximos meses algunos productores se podrían retirar de la actividad bananera dada su escasa rentabilidad.

El banano es una de las principales fuentes de divisas de la región. Los productores latinoamericanos abastecen 80 por ciento de los 574 millones de cajas de banano que se consumen en todo el mundo cada año.

A la incertidumbre por la adopción del nuevo sistema comercial europeo se ha sumado una sobreoferta mundial de banano que en los últimos meses ha golpeado los bolsillos de productores y exportadores.

Sólo en Panamá, cuarto productor mundial de la fruta, este año se dejarán de percibir 20 millones de dólares debido a que el país ha vendido 13 por ciento menos que en 1999.

El mecanismo aprobado por una reunión de ministros de la UE reemplazará al sistema de cuotas, que actualmente le asigna a cada uno de los nueve países productores de América Latina una porción del mercado europeo.

El nuevo sistema le dará prioridad de compra a aquellos barcos que lleguen primero a los puertos de la UE, pero no asegura que todos los cargamentos de la fruta serán comprados. Este mecanismo regiría de 2001 a 2006. Después de ese año, la única condición de compra será un arancel único, según el bloque europeo.

Anabel González, viceministra de Comercio Exterior de Costa Rica, dijo a IPS que con el nuevo sistema europeo habrán muchos más vendedores que compradores, por lo cual los precios sentirán una presión hacia la baja.

«Además, como el banano que sobre probablemente tenga que dirigirse a algún mercado de 'segunda', fruta de 'primera' se venderá a precios de 'segunda'», añadió.

González sostuvo que la incertidumbre de un mercado se transfieren directamente al productor, y por eso todos los países exportadores de banano se verán perjudicados.

Las naciones latinoamericanas exportadoras de banano son Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela.

Francisco Alvarez, embajador panameño para Asuntos de Comercio Internacional, explicó a IPS que las consecuencias de la crisis actual podrían ser muy serias, y que incluirían despidos y reducción de la inversión social y ambiental.

Los políticos de la región manifestaron su preocupación pues las reglas impuestas en el mercado del banano en los últimos meses por la UE limitan las exportaciones latinoamericanas y beneficia a las antiguas colonias europeas en Africa, el Caribe y el Pacífico.

La UE compra cada año a América Latina 2.500 millones de toneladas métricas de banano y en los últimos años el bloque europeo se ha negado a comprar más de esa cantidad.

«Esta es la crisis de banano más acentuada de los últimos 20 años», dijo a IPS Luis Umaña, vicepresidente de la costarricense Cámara Nacional de Productores Independientes de Banano.

En Costa Rica, segundo productor mundial de banano después de Ecuador, los pequeños y medianos productores independientes generan 58 por ciento del banano exportado.

La gran mayoría de esa producción independiente es vendida a tres compañías transnacionales, Chiquita Brand, Del Monte y Standard Fruit Company, que luego la comercializan al mercado europeo y al estadounidense.

Umaña denunció que esas compañías han emprendido una campaña orquestada para reducir los precios que pagan por el banano, situación que, unida a la inseguridad que genera el nuevo sistema de compra europeo, podría ocasionar pérdida de inversión social y ambiental que por años se han realizado en fincas de Costa Rica.

El funcionario informó que uno de los impactos directos de la crisis actual es una disminución en la productividad. Al final de 2000, los productores independientes costarricenses recibirán alrededor de 4.245 dólares menos por héctarea.

«Tenemos que ser realistas, es una situación muy difícil», dijo Umaña, quien destacó que la gran preocupación de los productores para el próximo año es la gran cantidad de fruta que podría quedarse sin comprador.

Algunos analistas afirman que la UE maneja un doble discurso, pues mientras pregona la necesidad de mejoras laborales para los trabajadores, por otro lado indirectamente las está empeorando con sus políticas de compra de banano.

Tomás Dueñas, ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, señaló a IPS que la UE sería la culpable de una posible sacudida social que se generaría a raíz de la crisis bananera.

«¡Que sean congruentes! Porque la actividad bananera es de campesinos y productores y muchos de ellos se van a ver afectados», dijo Dueñas. (FIN/IPS/nms/mj/if/00

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